Mi Huracán De Felicidad [Terminada ✔]

Cpt. 09- Hipócrita.

Narra Karol

Los dos se mantenían la mirada, hasta que en los labios de Michael salió una sonrisa.

—De acuerdo, tú ganas. Por eso mismo… no te importara que siga preguntando ¿no es así?

—Tú abres la boca y te aseguro que te la cierro de un golpe.

—Ya basta ¿si? —dije mirando a Rugge.

—Ya me harte ¿sabes? Quédate con ella —mire incrédula a Rugge, él no está diciendo eso— Me da igual. Además, no es nada mío. De echo, me tiene harto. Suerte.

Ruggero empezó a caminar hacia el interior del instituto, sin mirarme.

—¿Estás bien?

—No te importa.

—Me importa más de lo crees, Karol —se acercó, pero le pare mostrándole mi palma.

—No te acerques que te juro que te arrepentirás​.

—De acuerdo.

—¿Por que has venido desde México hasta aquí?

—Ya te dije.

—No te voy a perdonar.

—Solo quiero eso ¿está bien?

—Tú quieres más, yo lo sé.

—Que tú me des otra oportunidad.

—Ni lo creas, tú y yo nunca vamos a volver. No tendría caso.

—Lo que no tenía caso era que tú no sentías lo mismo que yo.

—¿Y por qué quisiste seguir conmigo?. Tú siempre lo supiste, nunca te he querido como tú a mí, y lo sabías​ muy bien. Él que me hayas traicionado con otra, y quién sabe si fueron más, es tu problema, no el mío.

—Como quieras. Pero al menos, dejame ser tu amigo.

—No, Mike.

—Piensalo ¿sí?

—Esta bien.

—Si quieres podemos...

—Lo iba a pensar, pero eso no significa que ya haya aceptado.

Él suspiro, miró hacia la derecha y luego a mí.

—Como quieras —me sonrió—. Nos vemos luego.

Me guiño antes de ingresar adentro.
Suspire. ¿Por qué Rugge hizo eso? No lo sé, pero lo único que tengo claro ahora es que no deseo hablar con él, no por el momento.

(****)

—¿Donde estabas? —me pregunto Ruggero, al verme entrar quince minutos tarde al salón.

No había asientos libres así que tuve que sentarme con él.

—No es de tu incumbencia.

—Niña...

—No soy una niña, ¿de acuerdo?. Tengo diecisiete.

(****)

—Voy a mi cuarto, me duele un poco la cabeza —les dije mis padres, mientras me levantaba.

—Corazón, haz tomando hoy tus medicamentos ¿cierto? —me pregunto mi papá.

—Papá he tomado todos, no es necesario que me pregunten.

—Sabes que lo hacemos por tu bien, a veces eres muy distraída y te olvidas.

—Odio que me traten así, en serio.