Mi Huracán De Felicidad [Terminada ✔]

Cpt. 37- Joder.

(recomendación: escuchar la canción de ahí arriba ⬆️⬆️)

Narra Ruggero

Odio esto, ¡joder! Lo odio.

—¿Por qué eres así? —pregunto Leonardo tirandome un pedazo de pan.

—¿Así, como, inepto? —cogi el pedazo de pan que me había tirado y se lo tire— ¡Y deja de tirar de una puta vez o te meteré esas cosas por el culo! —grite.

—¡Las palabrotas! —su grito llegó antes de que esa cosa chocara con mi hombro.

—¡Joder, contigo! ¡Tú también deja de tirarme cosas!

—Y si no quiero ¿qué me harás? —me miro desafiante, mientras cruzaba los brazos.

Gruñi y le di un golpe a Leonardo en la cabeza cuando silbo.

—Que guapa —murmuro y yo volvi a darle otro golpe— ¡ya, me voy! —se levantó y se fue mientras seguía silbando.

Lo voy a matar en algún momento.

—¿Te puedes poner algo? —me cruce de brazos.

—Estoy con ropa —levanto un poco la camiseta (que era mía, y digo era, porque ella ya se apoderó de el) y me mostró el pequeño short que traía.

—Ok, ponte algo más.

—No quiero, hace calor.

—No me importa, el hormonado de Leonardo te está mirando como si fueras un pedazo de carne.

—Soy una pedazo de carne, también tengo huesos.

—No me digas —dije con sarcasmo—, cámbiate.

—No quiero —saco la lengua y me señaló antes de salir para el jardín— deja de decir palabrotas —murmuro.

Bufe y me tiré sobre el sofá.

Joder, era cierto, hacia un calor de mierda. Apague la tele y salí al jardín, todos estaban ahí.

—¡Vamos a ir a la piscina! —grito mi Huracancito, lanzándose sobre mí.

La agarre fuerte mientras ella envolvía mi cadera con sus piernas, la mire mejor, estaba solo con el sujetador y el short ¿¡por qué demonios se quitó la camiseta!?

—Te quitaste la camiseta.

—Sí, hace calor e iremos a la piscina —su sonrisa se borró al ver mi rostro serio.

Joder, que este con las piernas alrededor de mi cadera ¡fue mala idea! Porque su… ¡joder! ¡quedaban muy juntos, lo suficiente para que ahora mismo tenga una puta erección!

—Dios, no… —se callo cuando empecé a caminar con ella en la misma posición.

Suspiré llegando a la habitación, me senté en la cama, fue peor ¡maldita sea, tengo que ir al baño ha arreglar esto!

—Lo siento, yo… ¿hice algo malo? —hizo una mueca.

Trague saliva y volví a suspirar, ¿¡por qué mierda me pasa esto AHORA!?

—No, claro que… sí, te quitaste la camiseta.

—Ouh —hizo un puchero.

Subí mi mano para acariciarle la mejilla, Sonreí mientras con un dedo empecé a acariciar sus labios, ¡joder! El día que sucedió lo de la pelea en la pizzería y luego aquí en la cama ¡mierda! ¡Me tuve que hacer una paja pensando en mi Huracancito! Pensando en cómo sería sentir sus manitos alrededor de mi polla, mientras la acariciaba, ¡y su boca en mi…! ¡mierda!