39 ¿NO TE ARREPIENTES DE NADA?

5 0 0
                                    

A veces de cómo se viene, se va.

Crecimos en un lugar aburrido, por eso lo hacíamos a escondidas; con esa bella adrenalina que detona de hacer lo prohibido. Yo lo hacía por enamorado, mientras ella lo hacía por el rato; que se yo, divertirse y pasar la vida.

Tomábamos turnos: girando con velocidad la recámara, apuntándonosla a la sien y tirando del gatillo; hasta que uno se llevaba un tremendo susto del estruendoso estallido de la bala de fogueo.

La última vez que nos vimos, se despidió como si no quisiera volver a verme jamás. Ahora la odio pero la amo tanto a la vez que lo mejor es que uno de nosotros dos se muera; y ya sé cómo.

Todo está muy tenso. Llevamos rato sin decirnos Todo. Ella está rara; es inquietante. Lleva la boca con un rictus maligno, desbaratada como marioneta olvidada a quien su titiritero le ha cortado los hilos. Me toca empezar, pero le apunto al pecho y suena clic. Sonríe, se la dirige a la sien y de pronto veo explotar su cabeza.

* * * * * * * * * * * *

Así como no es factible que las aves habiten en el fondo del mar ni que los peces naden sobre las nubes del cielo, todo tiene su lugar. Aunque disfrutábamos mucho pasar el tiempo juntos, estaba claro que no pertenecíamos a dónde mismo. Cada quién tenía sus mundos y cada vez se notaba más que, aún por más que lo forzáramos, correspondíamos a universos distintos.

Hay más poesía en tus caderas que en todos mis textos. Pasa al texto 57.

De cómo se viene, se va. Pasa al texto 18.

¿Note arrepientes de nada? Pasa al texto 26.

Prométeme que jamás escribirás estoWhere stories live. Discover now