No te preocupes: todo va a salir de la chingada.
En rutina previa al aterrizaje, la sobrecargo va revisando y cerrando los compartimentos de equipaje. Filas de asientos adelante se detiene a reacomodar una maleta que sobresale del compartimento y entonces protesta amablemente un pasajero: Disculpe señorita pero no presione demasiado; no vaya ser que estalle antes de tiempo.
Aunque en estado de shock, la sobrecargo conserva la calma y, tambaleándose en su camino hacia la cabina del piloto, le sonríe a los pasajeros mientras por el altavoz se escucha al piloto decir: —les pedimos que mantengan sus cinturones de seguridad bien abrochados y sus identificaciones a la mano para facilitar el servicio forense.
* * *
De pronto estás esperando a que a las seis de la tarde de algún martes cualquiera, la ropa haya escapado del clóset y yazca minuciosamente ordenada sobre tu cama. Porque siempre estamos empezando una nueva aventura, sólo que alguna veces, es más verdad que otras.
El inconveniente presente. Pasa al texto 20.
Una nueva aventura. Pasa al texto 46.
Algunas veces es más verdad que otras. Pasa al texto 4.
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Prométeme que jamás escribirás esto
Proză scurtăSINOPSIS ¿Por qué un collage de microficciones? Por la misma razón que pasan demasiado tiempo las puertas de los refrigeradores abiertas: todos buscamos respuestas, pero quizá no las encontramos por la misma razón que un ladrón no encuentra a un pol...
