Te prometo que haré todo deliberadamente mal, solo si tú me prometes que nunca —nunca jamás— intentarás enmendar mi camino, aún por más descarriado que esté.
Estoy muy halagado de haber sido convocado junto a los mejores profesionistas de todas las disciplinas a esta urgente reunión para buscar solventar la inquietante crisis mundial.
Les confieso que me enaltece pensar que muchos darían su vida por llegar a estar donde hoy estoy. Les comparto que, bajo ese mismo tren de pensamiento, di ya con la solución al tema.
Ahora, si me disculpan, debo hacer detonar un par de explosivos, que llevo adosados al pecho, contra algún objetivo político.
* * * * * *
Las cosas que se quieren —lo que se persigue— no siempre son lo que parecen, pues todo va cambiando dramáticamente. Por lo que querer algo es resistir y persistir en una sola dirección, sin saber exactamente a dónde o cómo se va.
—¡Por favor, haz algo que nos vamos a estrellar!— Pero entonces, el muy bastardo, ahogado en risa, devotamente soltó los controles. Los rostros escépticos de la tripulación y los demás pasajeros lo decían todo. Estaban convencidos que algún día todo tenía que dejar de existir. —Por favor, haz algo que...—
Resistir y persistir en una sola dirección. Pasa al texto 9.
Nos vamos a estrellar. Pasa al texto 34.
Todo tiene arreglo. Pasa al texto 38.
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Prométeme que jamás escribirás esto
ContoSINOPSIS ¿Por qué un collage de microficciones? Por la misma razón que pasan demasiado tiempo las puertas de los refrigeradores abiertas: todos buscamos respuestas, pero quizá no las encontramos por la misma razón que un ladrón no encuentra a un pol...
