Malos ratos, Buenas noticias

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Este capitulo he decidido dedicarlo a adrimilu pues fue la primera en votar el capitulo anterior ;) gracias 

Caminaba agarrando su bolso con fuerza, había tardado un poco mas de lo que pensaba en el banco pues había tenido que esperar que del banco llamaran a John para verificar que el había emitido un cheque por esa cantidad, no escuchó la conversación pero después de eso la habían tratado muy bien y la había hecho pasar a una sala de seguridad para que guardara el dinero en su bolso con calma, el gerente del banco personalmente había verificado que todo estuviera en regla para que pudiera salir del banco y ahora estaba muy nerviosa por lo tarde que era, habían pasado 10 minutos de la hora que habían acordado y extrañamente no la habían llamado a su teléfono, de hecho solo tenia un mensaje que decía la hora y el sitio en el que tenia que presentarse, busco con la vista algún rostro conocido y no hallo a nadie mas que un hombre trotando, una anciana en un banco con un perro y un señor mayor caminando con dificultad hacia la carretera.

Revisó su móvil y como por arte de magia sonó al instante, contestó con rapidez.

- Deja el bolso en el bote de basura y vete hacia la avenida sin voltear atrás, ahora - eso fue todo, ni 10 segundos duro la llamada.

Hizo lo que le pidieron regañandose a si misma, sabia que no debía caer en esas bajezas pero era mejor sentirse estúpida que culpable. 

Corrió a la empresa viendo que faltaba muy poco para que terminara su hora de almuerzo, su estomago se quejó pero en casa aun quedaban dos panes y un trozo de queso, eso seria suficiente.

Esa misma noche buscaría otro trabajo y podría pagar el préstamo y comprar algo para comer, hizo un mohín recordando su bolso, era el único bueno que tenia, pero no quería que en el banco la vieran como una pobretona y ahora ya solo le quedaba una cartera escandalosamente vieja y el monedero que Sara le había regalado para su cumpleaños.

 Entró a la oficina y Silvia la llamó con un silbido casi imperceptible

- El señorito Arocha vino hace un rato, no me preguntó por ti y ya se fue, solo subió hablo unos minutos con su hermano y volvió a salir.

- Gracias Silvia, no sabes cuanto te agradezco que me ayudes en todo esto - Silvia negó con la cabeza inconforme.

- Se nota a leguas que te quiere Celia, antes nunca venia por aquí, solo después que tu entraste a trabajar, estoy segura de que si le dieras una oportunidad te divertirías un poco al menos.

- Ya lo he intentando y es mucho lo que arriesgaría, el es un chico para otro tipo de mujer, yo tengo otras cosas en mente ahora - como por ejemplo pagar la inmensa suma de 500 mil bolívares lo mas rápido posible, pensó.

Se despidió de Silvia y fue a su oficina, tenia muchas cosas en la cabeza y necesitaba sumergirse en su trabajo y olvidar un poco sus problemas.

Entró a su oficina y como era de esperar su, jefe casi papá, la esperaba sentado en su puesto de trabajo, nada mas verlo le selañó su oficina e hizo un gesto que le siguiera.

- Tengo que notificarle unos cambios que el señor Arocha y yo hemos decidido - eso lo había dicho una vez que Celia había cerrado la puerta, Celia se sentó sintiendo como un frió recorría su espalda y llegaba hasta lo mas alto de su cabeza, había perdido su trabajo, todos los retardos, las discusiones constantes con John, andar siempre distraída finalmente estaban pasandole factura. Ahora se encontraba peor que en cualquier otro momento de su vida ¿como pagaría su deuda? ¿como le diría a John que no tendría como pagarle? - el señor Arocha me ha solicitado una persona de confianza que trabaje exclusivamente para los directivos de la empresa, el trabajo es básicamente asistir en todo lo referente a computadoras y tecnología en general - hizo una pausa y ahora mas firme comentó - le he sugerido que usted puede ocupar el puesto y me ha pedido que a partir de mañana empieces con eso - evaluó su reacción y Celia intentó esconder sus sentimientos pues ni ella misma los entendía - tendrás que trabajar hasta mas tarde - adiós a su pasibilidad de buscar un segundo trabajo - pero tu salario sera mejor - eso si que era una buena noticia, reprimió el deseo de saltar en la silla.

- Eso es una muy buena noticia, muchísimas gracias por esta oportunidad - el señor Arturo le miro con cierto recelo Celia era muy consiente de que no era su preferida, se pregunto si ser amiga de Sara habría influido.

- Usted solo haga su trabajo mejor que aquí, y procure no tener faltas - y así sin mas le hizo señas para que abandonara su oficina.

Celia salio de allí mas que contenta, y si su amiga la había ayudado, poco importaba pues realmente necesitaba eso; un nuevo ambiente de trabajo y un mejor salario. Se dedico a dejar todo su trabajo en orden y arreglar su escritorio, mañana seria un nuevo y mejor día, tendría que agradecer a los cielos ese respiro una luz en medio de tanta oscuridad, esa noche, pensó, dormiría profundamente.

A la salida de su oficina se topó con Sara que la veía como si fuera un dulce y ella una pequeña hambrienta.

- Anthony ha pasado una comunicación a toda la junta y me he enterado que tengo una nueva asistente de tecnología, debes caerle muy bien al señor Arturo pues es sumamente difícil que recomiende a alguien - Celia le miro achicando los ojos, Sara levanto sus manos en su defensa - te juro que me entere con el comunicado, y lo llame para saber los detalles y eso fue todo lo que me dijo - era muy difícil para Sara mentir y cuando lo hacia se le notaba, por ello sabia que decía la verdad.

- Debes decirle de mi parte que estoy muy agradecida por esta oportunidad - Sara sonrió de oreja a oreja.

- ¿Que te parece si te invito a cenar a casa y así hablas con el? es hora de que hagan las paces - Celia sonrió triste.

- No tengo que disculparme por nada, su hermano es mayor y si algo salio mal entre nosotros eso no debería influir en la forma en la que el me ve - Sara le resto importancia.

- Son cosas de hermanos - claro y Celia no tenia, según Sara, un hermano al que proteger, si tan solo ella supiera.

- Si, supongo que no es muy fácil dejar pasar todo - levantó la cabeza erguida dispuesta a dejar todo atrás y disfrutar de una buena noche con su amiga.

Sara miró su teléfono y casi brincó de la emoción.

- Abi me ha escrito, mis papas vienen este fin de semana - Celia fingió una sonrisa de emoción, no podía verlos a la cara no después de haberse retardado tanto en sus pagos - vamos a tener un día familiar y tu tienes que ir, mi mama me ha estado preguntando como loca por ti, ya sabes sus corazonadas y todo el rollo, lo superara cuando te cases - Celia ahora rió mas sincera, osea nunca, pensó.

- Tengo un compromiso el sábado - Sara negó y Celia casi sale corriendo, cuando Sara se ponía intransigente nadie podía con ella - es un asunto personal y no puedo dejar de asistir - Sara la miro con sospecha.

- No puede ser todo el día, y me conformo con que mi mama te vea al menos unas dos horas - Celia temía que podían seguir en eso todo el día, así que acepto.

- Esta bien, iré - Sara la abrazo efusivamente.

- Bien, vamos, tenemos una cena que preparar - tomo a Celia del brazo y avanzaron juntas hasta la entrada se despidieron de Silvia y continuaron hasta el auto de Sara.

Lecciones de AmorOn viuen les histories. Descobreix ara