Sobrevivir puede no ser tan malo, casi siempre

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Se han portando muy bien, me fascina cuando mi móvil no para de sonar todo el día enviándome notificaciones de wattpad :) así que como les prometí aquí tienen otro mini-maratón, dos capítulos en un día, espero que los disfruten 

MARATÓN 1/2

Celia se miró al espejo, su aspecto no le daba justicia a como se sentía, si bien parecía un poco demacrada, se veía más delgada de los que alguna vez había estado, y se sentía bien, ya no se mareaba y tenía una buena provisión de alimentos, todos nutritivos y agradables, de haber sabido que ese el secreto habría dejado de comer dulces y pan hacía mucho tiempo.

Una vez que hubo acabado de maquillarse se sintió mas ella misma, casi no se veían sus ojeras y sus labios con ese color se veían igual de llenos que siempre, Buscó con la vista su celular, tenía que enviarle un mensaje a Sara antes de salir, habían quedado en encontrarse en el centro para ayudarle a comprar el regalo para el cumpleaños de Anthony,  seria en 1 mes pero ella estaba empeñada en buscarlo con tiempo, quería entregarle el regalo perfecto, sonrió al pensar en la cara que pondría Anthony si se enteraba que su esposa se disponía a pasar parte del sábado en la mañana caminando en las atestadas calles del centro donde abundaba la inseguridad.

Ellas sabían defenderse, Celia sabía que sitios frecuentar y cuáles no.

Ya había pasado 3 semanas desde la última vez que había sabido de John, cuando Anthony le aseguró que estaba bien, dedicado en cuerpo y alma a su trabajo y ya había dejado de obtener información pagándole a un chico de informática que le mantenía informado de sus movimientos de la cuenta de ahorros.

Estuvo más tranquila después de saber eso, estaba más que segura que con el tiempo y la distancia las cosas entre ellos se irían enfriando hasta que finalmente John consiguiera a alguien de quien enamorarse y pasar de ella.

Ese pensamiento le hizo sobrecogerse, se regañó así misma, amaba a John y quería que fuera feliz, y sabía que la única forma de que lo fuera era si la olvidaba y continuaba su vida.

El sonido del móvil la sacó de sus cavilaciones.

- Voy saliendo - aseguró a Sara.

- Bien, nos vemos allí - Celia suspiró, esa sería una larga mañana.

Al bajar del autobús vislumbró a su amiga recostada de la pared de la tienda donde habían quedado encontrarse, miró a ambos lados y cruzó la calle, al llegar a ella, la saludó.

- El tráfico esta terrible - se disculpó.

- Ni que lo digas, he tardado 30 minutos para estacionar el auto - Celia miró detrás de ella como una figura alta las observaba desde el fondo del callejón contiguo y fijó la vista para ver de quien se trataba - Vamos tenemos mucho que hacer - Sara tomó su brazo y la empujó en dirección contraria al callejón quitándole la oportunidad de ver quien era ese y porque las miraba, se soltó de su agarre decidida a proteger a su amiga, si era un ratero, tendría que vérsela primero con ella antes de ponerles una mano encima.

Volvió a revisar con la vista el fondo del callejón pero la figura había desaparecido, por su contextura dedujo que era un hombre, pero fuera quien fuera, no se veía por ninguna parte.

- ¿Qué pasa? - Celia reviso todo el perímetro y no lo hallo ¿dónde se habría metido?

- Nada, pensé que había visto algo - no iba a poner nerviosa a su amiga por algo que no estaba segura, así que la observó con una sonrisa y la invitó a seguir.

Lecciones de AmorWhere stories live. Discover now