Entre el amor y el deber

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Otra fotico de Adrián, y bueno nada este es un capitulo que algunos escritores definirían como de relleno, espero lo disfruten :)

-          Ok, eso suena bien, ¿podrías verificar eso con alguien más? No quiero que me vean la cara de tonto esta vez – John se veía tenso desde donde lo observaba Celia, sabía que sus problemas debían ser bastante sin sumarle los de ella, pero resistió el deseo de hacerlo a un lado, sentía en su corazón que debía confiar en el y esta vez se dejaría llevar – Bien, gracias Ronald, y por favor una vez que termines eso vete a casa, yo seguiré todo desde aquí y gracias.

Celia vio como colgaba el teléfono y se masajeaba la cien con los dedos.

-          ¿Estás seguro de que puedes manejar una empresa y salvar a la princesa del castillo a la vez? – John volteó hacia ella con una sonrisa.

Salvar a la princesa tiene sus recompensas – le comentó sugestivamente – todo en la empresa está bien, desde que mi padre no está haciendo de las suyas por allí, todo va mucho mejor.

-          Esas son buenas noticias.

-          Si, aunque reconozco que es un poco aburrido, peo ahora que llega esta princesa con todo este encanto y algo en la cocina que huele buenísimo supongo que tendré para entretenerme un rato.

-          Espero que te guste, era la comida preferida de Adrián cuando estábamos más chicos – Celia se encogió en hombros, John la abrazó y le dio un beso en la frente.

-          Estoy seguro de que le encantara ¿Donde está ahora?

-          Bañándose, aunque tiene más de 40 minutos allí, tal vez deba ir a checar que este bien.

-          Voy a revisar mi correo, y te alcanzo en la cocina.

Celia caminó hasta el cuarto de John y observó la ropa de Adrián tirada a un lado de la cama, frunció el cejo pensando que era algo de familia, la ropa olía horrible así que la tomó y la llevó a la lavadora, de vuelta al cuarto Adrián aun no salía.

-          ¿Está todo bien Adrián? – escuchó un escueto ujumm y continuó – la comida esta lista, apresúrate o comerás frio, no te la calentare – le amenazó con una sonrisa en los labios.

-          ¿Cuando ha sido diferente enana? – Celia suspiró, si estaba bien y más tranquila fue hasta la cocina a servir.

Unos minutos más tarde Celia había puesto un poco de música y estaba poniendo la mesa, cuando un sonido a su espalda le hizo voltear, Adrián su hermanito menor, estaba más limpio de lo que lo había visto en años, le sonrió pensando en que un corte de cabello le sentaría tremendamente bien, de ellos dos él era quien más se parecía a su padre, y quería imagina que no solo había heredado el físico, sino que también hubiese heredado uno que otro rasgo de tu personalidad, su madre siempre le decía que era el hombre más inteligente, luchador y cariñoso que existía, ella por su parte no lo recordaba mucho, solo algunas ideas de su aspecto.

-          Wow,  deberías hacerlo más a menudo – John le mío arqueando una ceja.

-          Bañarme – negó con la cabeza.

-          Y sonreír – se volteó para seguir con su tarea – puedo imaginar que no has tenido problemas con las chicas.

-          Ehhh, bueno podría decir que no es lo  mío – Celia abrió mucho los ojos, seria homosexual, hay no, si ese hombre se había atrevido a ponerle una mano encima a su hermano en ese sentido lo mataría.

Lecciones de AmorWhere stories live. Discover now