Segundas ocasiones

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- Ya, está bien - lo oyó respirar profundo y comenzó - Nuestra historia no es la típica historia romántica de dos personas que se conocen y terminan juntas después de un tiempo, en todo este recorrido hay algunas partes que me gustaría borrar, pero asumo que cada cosa nos ha traído al hoy, a tenerte, pero eso no me quitaba el sentimiento de que debía mucho más - Celia no entendía su raciocinio, ella le debía todo lo bueno que la había pasado en la vida a él - no hice las cosas bien contigo, he metido la pata más veces de la que me hubiera gustado, digo es normal que uno lo arruine un par de veces, pero yo llevo un record, la forma en la que te traté - Celia interrumpió su discurso poniendo un dedo en sus labios.

- Todo eso forma parte del pasado, yo te he perdonado y tu también debes hacerlo, de hecho te perdoné desde el mismo instante en el que la decías, sabía que no eras tú, sabía que todo lo que nos estaba pasando era producto de las circunstancias y sé que parece un poco masoquista, pero me gusta pensar que siempre te has empeñado en estar presente en mi vida aun y cuando estuvieses tan molesto.

- Estaba desesperado, pero hay algo que puedo arreglar, y por eso estamos aquí, quiero pedirte disculpas por la forma en la que te hice mi esposa, y por eso quiero preguntarte algo - saco una cajita de terciopelo azul y Celia sonrió histérica, se tapó la boca para evitar hacer el ridículo pero toda la situación era tan John - Celia, mi princesa, la mujer de mi vida, cuando nos casamos la primera vez todo fue por los motivos incorrectos, y ojo estoy seguro de que, como ahora, había amor suficiente para justificar mis acciones, pero no fue justo, esa terrible ceremonia, incluso el habiente nuestras conversaciones, la forma en la que me comporte todo, fue un insulto a lo que sentía, y estoy seguro que tú también me amabas, soy consciente de que soy adorable y me amaste desde esa noche en aquel club - sonrió pícaro y ella le devolvió la sonrisa - agradezco tanto que me hayas dado todo este tiempo para luchar por ti, de hecho agradezco cada beso que me negaste, cada acercamiento que me prohibiste, todo eso nos trae a este día y no soy el hombre con el mejor carácter, soy terco, insistente, necio, mal humorado en ocasiones, no manejo bien los momentos de estrés, y tengo problemas serios con la sobreprotección, pero creo que podría ser un buen padre, y prometo amarte por toda la vida - abrió la cajita y el más hermoso anillo de oro blanco en un piedra azul muy oscuro brillo con la luz del sol ¿Me harías el honor de convertirte en mi esposa? - Celia emitió un sí, entre sollozos mientras John la abrazaba y le besaba sus mejillas húmedas y sus ojos, Celia intentó tranquilizarse, John entonces sacó el anillo de la caja y se lo puso en el dedo que ya tenía un anillo de casada, sonrió al verlo en su dedo y John volvió a besarla.

- Bien creo que ya estamos listos para entrar, hay un desastre allí dentro, Sara se ha apoderado de todos los preparativos y tiene 10 probables vestidos para ti, me ha dicho que no podía escoger por ti, de hecho casi me mata cuando le dije que había encontrado algo que te gustaría, en fin ya la conoces, Susy me ha mandado un mensaje para informarme que Sara le ha ordenado que los colores serian ser naranja y crema pues es lo que a ti te gustaría - Celia amaba a su amiga, pero ese día la amó más, al pensar que había alguien que la conociera lo suficiente como para saber que tipo de cosas le gustarían y defenderla frente a una tipeja que, no conforme con enviarle mensajes sugestivos a su esposo, se había apropiado de sus preparativos de la boda, en cuanto la viera debía de darle un par de besos por ser tan buena amiga.

Pero al entrar sintió compasión por la pobre chica, ella y dos personas mas corrían de un lado a otro mientras Sara parecía un dragón con látigo, en cuanto la vio su expresión se dulcificó, corrió hasta ella y la abrazó, John les dejó el espacio necesario para que pudieran decirse cuantas cosas quisieran, Celia miró de reojo como se dirigía a la fulana, la chica le entregó una carpeta y limpiaba su frente de pronto una niña hermosa corrió hasta los brazos de la chica y los ojos de esta se iluminaron, la tomó en brazos y luego John la saludó a la niña, Susy extendió una mano hacia John y le comentó algo tocando su brazo para luego salir en otra dirección, observo mientras John revisaba el contenido de la carpeta y la sorprendió mirándolo, Celia se sintió atrapada husmeando, pero él solo le guiñó un ojo y volvió su atención a la carpeta.

Lecciones de AmorWhere stories live. Discover now