Convalecencia

1.9K 148 9
                                    

Me había propuesto subir un capitulo por día, salvo los fines de semana (por eso son cortos :P ) pero estos días han sido complicados, mi hijo mayor de apenas 5 años esta nivelandose en la escuela y aquí van mucho mas adelantados, además es en otro idioma así que se podrán imaginar paso todo el día estudiando con el y cuando termino lo que menos quiero es pensar, así que disfruten este, no puedo darles la seguridad pero mi intención es subir un capitula diario, veremos que se puede hacer, me encetaría saber como les esta pareciendo la dirección que va tomando la historia, esperare por sus respuestas y por esta chica que me preguntó que si la historia estaba terminada (perdón por no haber contestado los comentarios, es escribir capítulos, o contestar los comentarios, e imaginado que preferirían que subiera los capítulos) y no guapas, a esta historia le quedan por lo menos unos cuantos capítulos mas, así que póngansecómodas, gracias por leer, votar y comentar son un amor, quienes lo hacen, quienes no lo hacen, pónganse a la obra! 

Celia miró a su derecha mientras corría a toda velocidad por la calle desierta, se preguntó dónde estaría todo el mundo, Adrian por lo menos debería estar por algún lugar, cualquier persona le sería de gran ayuda en ese momento, su vista se veía reducida por las heridas en su frente, la sangre le rodaba por las cejas y algunas gotas inoportunas se desplazaban a sus ojos haciendo que el acto de huir fuera más difícil, pero correría con todas sus fuerzas, pues era lo único que podía hacer, era eso o sentir las manos asquerosas de ese hombre en su cuerpo de nuevo. Su madre siempre tan acertada la había dejado al cuidado de la única persona en la que confiaba sin saber que era precisamente ese hombre el que en más de una ocasión había intentado abusar de ella, pero como decirle eso a su moribunda madre, que escasamente permanecía despierta dos horas al día y no seguidas, sintió otra molestia en los ojos y supo que no era su propia sangre, sino más bien las lágrimas de dolor y rabia que sentía cada vez que tenían la oportunidad de salir, las reprimió pensando que en otro momento podría llorar, ahora solo debía correr y encontrar a alguien que la sacara de ese mugriento lugar. Sintió una molestia en su frente y volvió a llevarse las manos hasta allí para limpiarse, pero esta vez su mano fue detenida.

-          No hagas eso – sintió una suave caricia en su mano y le dio gracias al cielo de que todo fuera solo un sueño, suspiró y poco a poco abrió los ojos.

-          ¿John? – sus labios acariciaron su nombre con la tranquidad de que con él estaba segura.

-          Si cariño, aquí estoy ¿como te sientes? – Celia enfocó la vista y se encontró con los ojos azules más hermosos que conocía.

-          Me duele un poco la cabeza – al pronunciar esas palabras su mente se trasladó hasta el último momento en el que estuvo consiente.

-          Según el doctor con algunos analgésicos estarás bien pero yo ínsito en que es mejor hacerte una tomografía – la miraba cual si fuera la cosa más preciada del mundo.

-          Si el doctor dice que estoy bien, estoy bien John, Gracias por preocuparte – la mirada de John se oscureció mientras Celia intentaba incorporarse un poco.

-          Pues si estás bien ¿podrías explicarme como es que mi padre te había agredido y yo no sabía nada? – Celia cerró los ojos suspirando.

-          No había tenido tiempo de comentártelo – John se levantó de la cama y puso distancia entre ambos.

-          Celia por todos los cielos, todo esto pudo haberse evitado, tú no eres de acero, no puedes andar por la vida llevando los golpes de los demás – Celia se asustó al escuchar esas palabras ¿que cosas estaba diciendo y de donde las había sacado? – ahora mismo mi papá está siendo interrogado por un agente policial, pero necesitan tu declaración, según ellos mi hermano y yo no somos suficientes para poner una denuncia en su contra – Celia abrió mucho los ojos.

Lecciones de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora