30. Un nuevo futuro

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Sentía los ojos pesados y con escozor, pero los abrió. Escuchaba el sonido monótono de las máquinas y del respirador al que estaba conectada. Notaba su cuerpo con mucha presión, llevaba un traje extraño y al tratar de levantar los brazos sintió que los tenía atados. Apenas se podía mover, en su brazo tenía una aguja que le llevaba a su cuerpo sangre negra. Miró más allá y se encontró a Bellamy que estaba sentado junto a ella. Se aproximó cuando percibió que se había despertado. Clarke trató de incorporarse nuevamente, pero sin éxito.

- No intentes moverte.- le dijo con voz suave.- Hemos tenido que conectarte a un traje aislante, un poco molesto, pero estuviste expuesta demasiado tiempo a la radiación.- Clarke trató de hablar pero con el respirador no podía, tampoco podía quitárselo porque estaba inmovilizada.- No te preocupes, te recuperarás, gracias a la sangre de Lexa, vivirás.- le costó pronunciar el nombre de la Comandante.

A Clarke se le empañaron los ojos al recordar a la castaña. A su mente vinieron los últimos momentos que recordaba previos a este. No sabía cuánto tiempo había estado inconsciente. Recordaba que ella había llegado a la estación espacial y que había estado asistiendo a Octavia al parto de su bebé, por suerte el pequeño demostró tener la fuerza de sus padres y aguantó. Todo había salido bien y ambos se encontraban vivos y a salvo. Después se lavó y fue hacía el lugar donde debería acoplarse la nave de Bellamy y Lexa. Esperó su llegada impaciente. No obstante, cuando llegaron, vio que aparecían Bellamy, Raven e incluso Roan, todos con caras de circunstancia, y Lexa no estaba. Preguntó por ella y entre Bellamy y Raven le contaron lo sucedido. Los misiles había que activarlos de manera manual desde el ordenador central y Lexa se había ofrecido voluntaria para hacerlo. El joven trató de razonar con ella, le dijo que la Comandante iba a estar bien porque se ocultaría en el búnker, pero no podía engañarla. Clarke conocía a Lexa y sabía que en su mente no estaba ocultarse en un espacio cerrado, se había quedado para morir. Y en el rostro de Raven vio que ella también pensaba lo mismo, incluso Bellamy y aun así la había dejado hacerlo. Entró en cólera, empezó a gritar con los ojos empañados en lágrimas. Bellamy trató de sujetarla, pero finalmente se zafó y fue hasta la nave con la que habían llegado. No le fue difícil indicar las coordenadas de regreso a la Tierra, estaban guardadas porque era el viaje que acababan de hacer. Nadie pudo impedir que volviese a la Tierra. No podía vivir sin Lexa, prefería morir con ella o vivir en el búnker el tiempo que fuese necesario, pero con Lexa, siempre con ella. El destino de la Comandante sería el suyo en esta ocasión. Cuando salió de la nave, notó en el aire un olor metálico pesado y muy penetrante. Lo último que vio al desmayarse fue a su Comandante aproximarse a ella corriendo. Clarke miró a Bellamy interrogante, las lágrimas habían empezado a caer por su rostro. El joven supo enseguida qué quería saber.

- Lexa está bien, agotada, pero bien.- le confirmó Bellamy, tenía la mirada triste y una voz apesadumbrada.- Si hubiese sido por ella, te hubiese dado cada litro de sangre de su cuerpo, tuvimos que detenerla.- esbozó una triste sonrisa.

La rubia suspiró aliviada. Lexa había sobrevivido y ahora estaban ambas en la estación espacial. La había salvado y habían podido salir ambas de la Tierra a tiempo. Lexa la habría devuelto a la nave y habría puesto rumbo a la estación espacial.

- Creo que ya es suficiente, Clarke.- dijo Bellamy pasándose una mano por el rostro, haciendo un esfuerzo por no llorar. La rubia no sabía a qué se refería.- No podemos seguir con esta farsa, yo te quiero y por eso mismo es mejor que lo nuestro termine aquí.- Clarke abrió mucho los ojos, daría lo que fuera para poder hablar.- Estás enamorada de Lexa, no es algo nuevo, siempre lo he sabido, pero he intentado mantener la esperanza de que algún día a mí me quisieras como a ella.- soltó finalmente.- Has sido capaz de bajar a la Tierra cuando estaba destruyéndose en mil pedazos, solo para morir con ella.- suspiró.- Sé que te has quedado a mi lado por mi accidente.- dijo alzando el muñón de su brazo izquierdo.- Pero no te puedo retener, no sería justo ni para ti ni para mí ¿Cuánto tardarías en odiarme?- se levantó para marcharse.- Será mejor que durante un tiempo no nos veamos, en un rato vendrá Raven a hacerte compañía.- pasó por su lado de manera precipitada, parecía que necesitaba unos minutos a solas para poder desahogarse.- Por cierto, Lexa ha dejado sobre la mesita tu cuaderno de dibujos, ha venido cada día a verte.

Un Mundo Nuevo [Clexa]Where stories live. Discover now