Un Mundo Nuevo [Clexa]

Capítulo 11. Feliz Navidad

Habían pasado cinco días desde que Lexa había aceptado instruir a Clarke y la verdad es que estaba resultando ser mejor alumna de lo que se había imaginado. Estaba claro que le faltaba fuerza y una mejor condición física, pero era inteligente peleando, ágil y, por encima de todo, constante. Los primeros días entrenaron sin espada, tratando de tonificar el cuerpo de Clarke y que aprendiese a utilizarlo para la batalla. Como había prometido, estaba siendo una profesora estricta y le hacía pasar muy malos ratos a Clarke, incluso había momentos en que se enfadaban una con la otra, pero por la noche se reconciliaban. Indra se estaba encargando de entrenar a los amigos de Clarke y ellas entrenaban en el campamento de Lexa. En pocos días, Clarke demostró grandes avances y Lexa debía admitir que podría poner en problemas a algún guerrero confiado, aunque no estaba lista todavía para el combate.

No habían tenido noticias de Aden ni de los clanes enemigos durante aquellos días, estaba todo en calma y eso generaba nervios en Lexa. Quería saber ya cuál era la estrategia, no deberían de tardar mucho más en atacarles, ya que el tiempo corría en contra de Aden. Cuanto más tardasen en atacar, más tiempo tendría Roan de traer su ejército y esa ventaja sería clave. Durante esos días, los skaikru habían llenado los caminos de minas y habían llevado sus equipos de comunicación a los diferentes campamentos, por lo que estaban listos para el ataque de Aden.

Gracias a esos días de calma, se había instalado entre las dos una rutina, que para Lexa era incluso placentera. Por la mañana, Clarke se marchaba a la enfermería a tratar a los enfermos con su madre, mientras ella hacía una ronda por los campamentos para ver cómo estaban sus hombres y esperaba noticias de los exploradores que había enviado en busca de noticias de Aden. Incluso había hecho ella misma un par de incursiones con sus hombres y algunos skaikru para reconocer el terreno y ver si los soldados de Aden habían pasado por allí. Sin embargo, no habían encontrado ninguna pista, Lexa supuso que estarían reuniendo un gran ejército y por eso estaban tardando en actuar, pero la Comandante empezaba a impacientarse. Por la tarde, Lexa las destinaba a entrenar a Clarke y prepararla para el combate durante varias horas, hasta que anochecía, entonces ambas se retiraban a la tienda donde se duchaban, cenaban y sustituían los golpes por caricias.

Esa noche, Clarke se estaba duchando mientras la castaña leía uno de los libros que la joven le había prestado, esperando que acabase para cenar. Le encantaba esa rutina y esa tranquilidad que se había impuesto entre ellas y Lexa deseaba con todas sus fuerzas poder repetir esos momentos todos los días durante el resto de su vida.

- Mañana es Navidad.- comentó la rubia saliendo de la bañera con una toalla cubriendo su cuerpo y con el pelo mojado. Lexa la miró sin entender qué decía.- ¿No sabes lo que es?

- Me suena haber oído hablar de ella, pero ignoro por qué se celebra y cómo.- contestó encogiéndose de hombros.

- Es una antigua tradición religiosa, se celebra desde mucho antes del apocalipsis nuclear.- explicaba Clarke mientras se secaba el cuerpo con la toalla para vestirse.- Antes tenía una connotación religiosa, pero ahora únicamente nos reunimos la familia y amigos para celebrar que estamos juntos.

Lexa asintió sin mucho interés en lo que le estaba contando, no sabía a qué venía aquello, pero la verdad es que no le interesaba para nada la Navidad, nunca la habían celebrado y no tenía interés en hacerlo. Por su parte, Clarke no estaba dispuesta a dejar el tema.

- Mañana los míos hacen una cena para celebrar Navidad.- dijo Clarke.- Y me gustaría que vinieras.- así que era eso, Lexa centró su mirada en Clarke.- Seremos pocos, mi madre, Kane, Raven, Monty,... Ya los conoces.

- Clarke, no creo que pinte nada en una cena con los tuyos.- repuso la castaña bastante incómoda. No le gustaban las celebraciones ni encontrarse rodeada de mucha gente.