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Mateo

Estaba sentado en mi cuarto, era tarde, muy tarde pero no podía dormir, había cenado y me cambié a mi pijama, deje arreglada la ropa del día siguiente porque mañana es día de clases, arregle mis cosas, deje las solicitudes y las tareas listas, todo estaba perfectamente acomodado y arreglado, pero no podía dejar de pensar en lo que había sucedido hacía unas horas:

El recuerdo de la cabeza de Diego en mi antebrazo, su mano en mi otro brazo, su respiración lenta contra mi torso, su cara cuando se quedó dormido en mis brazos, había algo en su completa paz que me llenaba de felicidad, su cara había sido diferente cuando llegó con Ari eso me preocupo enormemente pero en el momento que hablamos se instaló una especie de tranquilidad en su cara, parecía completamente seguro, su cuerpecito y su pelo rubio le daban un aire de ternura y fragilidad, si lo veías pasando no parecía alguien muy extraordinario, pero lo es, es todo menos frágil, es fuerte, valiente, defiende lo que quiere, ha pasado tantas pero tantas cosas y sigue siendo el mismo, sigue poniendo una sonrisa, sigue iluminando con su presencia a todos, se preocupa por los demás y si alguien se mete con sus amigos está dispuesto a darlo todo, puede parecer tímido pero no lo es, es atrevido, divertido y se lleva bien con todos, cuando el entra a una habitación todos lo saben, es más fuerte y más inteligente que cualquier persona que conozco, pero esa noche en mis brazos se dejó ser frágil.

Me había empezado a gustar Diego por todas sus cualidades, pero el Diego frágil me descolocaba a niveles insospechados, verlo llorar, verlo en completa paz me habían terminado de matar.

Y no había vuelta atrás, no quería regresar atrás, ese rubio me había terminado de enamorar por cómo se sentía seguro a mi lado, en algo tan fácil como eso, siempre que estábamos juntos bajaba la guardia, pero no por eso dejaba de ser valiente y fuerte, además, nunca dejaba de ser él, había ido con Ari a ver a su padre porque era lo que quería y nadie podía pararlo cuando algo se proponía, y había hecho bien en apoyarse en alguien más.

A pesar de lo que sea que tenemos Diego es independiente, es una fuerza imparable cuando se necesita y, francamente, yo estaba rendido a sus pies, no había ninguna duda de eso.

Independientemente de que fuera un hombre.

Había estado analizando el tema, el que estuviera enamorado de un hombre, mis padres lo iban a odiar, mi familia, mi comunidad iban a repudiarme, pero sinceramente no me importaba hacía tiempo que eso ya no era parte de mí, estoy en un lugar en que ya no me importa lo que piensan los demás... el problema era Dios.

Porque, bueno, yo nunca había sido demasiado apegado a la congregación y a la idea de que Dios estaba en un lugar, había leído en un libro llamado las carreras de escorpio.

"Creo en lo mismo en qué creen los demás pero no creo que sea algo que pueda encontrarse en un edificio"

Y, sin embargo, había un libro aún más importante que me habían inculcado desde pequeño, y era muy difícil deshacerse de todas esas palabras en mi cabeza que me decían que lo que soy está mal, pero podía hacerlo, poco a poco, si tan solo Diego me aceptaba.

TEMO

Vamos saliendo del departamento, Diego se quedó a dormir y eso nos tiene más tranquilos a Ari y a mí, cerramos la puerta y salimos de la privada, allí es cuando vemos a Mateo Symanski recargado en su carro, su sola presencia añadiendo los lentes de sol hace nos disloquemos, ya nos llevamos bien con él, ya sabemos que es buena persona y eso hace que podamos notar cosas que antes no, como por ejemplo su fuerte presencia, a pesar de lo confundidos que estamos seguimos avanzando, Ari y Diego a mi espalda, veo que él tiene un preciso interés en mi mejor amigo, este se da cuenta y se mueve a mi lado.

Cuando lo volteo a ver me doy cuenta de la cara de sorpresa de Diego, parece que ni siquiera se lo esperaba, mucho menos el hecho de que Mateo tome su mano y le deje un beso en el dorso, eso nos ha dejado sorprendidos a todos, puedo sentir cómo todos estamos conteniendo la respiración, eso me hace preguntarme

¿Qué es lo que realmente está pasando entre Mateo y Diego?

No había visto ninguna señal antes, tal vez ni siquiera había prestado tanta atención para notar eso, miro a Ari y tiene la misma cara de confusión que yo, pero no decimos nada, decidimos en silencio esperar a otro momento.

Mateo le dice algo a Diego y veo como mi amigo se ríe y se sonroja, definitivamente hay algo allí y el rubio siempre ha sido muy obvio.

Mateo tiene una sonrisa extraña, es más, ni siquiera pensé que pudiera sonreír de esa forma.

Seguimos caminando Mateo dice algo sobre llevar a mi amigo a la escuela, lo que es tonto porque se suponía que Ari lo iba a hacer.

Diego nos mira y se disculpa, vaya, ni siquiera nos invitó a ir con ellos (lo que sería más lógico para no usar dos carros), pero no lo culpo, así siempre ha sido mi amigo, mucho más cuando le llama la atención a alguien, entonces la duda vuelve a asaltarme ¿Qué está pasando con ellos?

Ari y yo vemos cómo se van en el coche del mayor, nos quedamos en silencio por un minuto casi dos y ya luego nos miramos "¿Qué fue eso?" decimos al mismo tiempo y reímos, "No tengo idea" respondemos los dos.

Me parece que tenemos que hacer una investigación de lo que está pasando entre Mateo Symanski y Diego Ortega.


***

Últimos capítulos. 

𝐼 𝒫𝓇𝑜𝓂𝒾𝓈𝑒 | 𝑀𝒶𝓉𝒾𝑒𝑔𝑜. | TERMINADA. Onde as histórias ganham vida. Descobre agora