Steve Rogers un estudiante de la universidad.
Anthony Stark empresario futurista.
Trama fácil:
Un empresario aburrido conoce a un estricto estudiante.
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Mundo alterno en donde no son superhéroes.
Los personajes no me pertenecen.
Sin emba...
Steve empalideció, se había olvidado, hoy si que iba a ser un día atareado. -Si verdad es hoy... ¿y vas a ir?
-Bueno ahí es el problema, no voy a poder ir. Tengo que juntarme con unas compañeras, salió de imprevisto y necesito que me ayudes a que no noten tanto mi falta, dile que tuve más trabajo.
-Sharon sabes que no me gusta mentirles a los tíos. Ellos no son tontos, van a saber que miento.-
-Si ya se, pero por favor inténtalo, te juro que es la última vez que te pido algo así y si no es mucha molestia podrías quedarte a dormir para que se preocupen más en ti que en saber que estoy haciendo yo.
-Sharon esto es demasiado, no se si pueda y- La rubia lo interrumpió
-Por favor Steveeeen, por los viejos tiempos. Eres el mejor, gracias por ayudarme. Tengo que irme, te quiero mucho mucho Steve.- Dijo finalizando la llamada.
Steve llegó agitado a la casa de los Carter, algo que odiaba más que un pollo mal cocido su tía Pegg, era la impuntualidad.
-¡Tía llegué!- Exclamó Steve
-Mi adorado Steve, ¿Cómo estás? ¿Sharon viene? No contestó mis mensajes esa chica. ¿Dónde estará su cabeza?- La cara de preocupación de Peggy se hacía presente
-Bien tía. Te extrañe mucho-Steve aprovechó de abrazarla y darle un beso en la mejilla- Sharon sigue atrapada con su trabajo, dice que la disculpes. Tía hablando de otra cosa, tanto tiempo que no he venido por la Universidad podría ser que hoy me quede a dormir?- Pregunto el rubio con su mejor cara de cachorrito triste que podía hacer
-Cuando aprenderás Steve, eres el mimado de esta casa, puedes hacer lo que quieras. Quédate todo el tiempo que quieras, yo también extraño a mi pequeño niño dibujando mis paredes- Río Peggy mientras le daba palmadita en la espalda- Sube y ponte cómodo en la habitación de huéspedes-
-O sea mi antigua habitación que la convirtieron en la habitación de huéspedes-Acusó Steve
-Nadie dijo que te vayas Stevie y si sigues refunfuñando, voy a considerar el dejarte dormir acá- Mencionó picaramente la mujer.
-Mentira Pegg, voy subiendo a mi habitación- Dijo Steve mientras soltaba una risa traviesa.
Al llegar al cuarto lo vio renovado. Las paredes antes todas llena de posters estaba pintada de blanco. Había nuevos muebles, una cama más grande y un espejo de pared muy grande. Sus tíos de verdad habían redecorado su ex-habitación.
Se acostó en la cama y pensó en la cama en la que estuvo hace un par de horas compartiendo con Tony. Esos pensamientos no dejaban de atormentarlo, tenía que hacer algo para que parara de maquinar tanto.
Hola Tony, ¿Cómo estás?
Pulso enviar. Pulso cancelar, muy tarde el mensaje había sido enviado y recientemente leído.
Hola Baby, muy estresado por
alguien en particular
Un grito ahogado salió de Steve, tal vez Tony se había enojado por dejarlo tan... así... tan caliente. Se estaba poniendo nervioso y ansioso, quería saber más.
Mmm, ¿Quién es? ¿Yo lo conozco?
Steve le iba a seguir el juego, el también se había quedado con las ganas aunque no lo admitiera.
Si lo conoces, es un rubio con ojos celestes
muy hermosos, que tienen unos labios muy
exquisitos. Es un baby que se portó muy mal y por
eso va a tener un castigo.
La conversación iba a un rumbo muy caliente, Steve lo sabía pero no pensaba evitarlo ya que él también estaba tomando temperatura.
¿Ah sí? y ¿qué clase de castigo tendría ese
baby?
Respondió Steve con una erección muy notoria en su pantalón.
Primero lo ataría a la cama y lo besaría por
todo su cuerpo, luego lo masturbaría pero
no lo dejaría que termine
¿Quieres saber que más le haría?
Steve estaba que explotaba, necesitaba tocarse. En ese momento un grito lo puso en alerta.
-¡Steve cariño! Baja a ayudarme a poner la mesa-Exclamó Peggy-
El rubio respiro muchas veces antes ir a la cocina e intento en pensar en cosas desagradables para bajar el asunto que tenía allí abajo.
Al llegar a donde su tía Peggy, ella se veía un poco más nerviosa de lo habitual -¿Qué pasa tía? Solo será una cena los tres juntos como siempre
-Ay me olvide de avisarte, hoy Daniel trae un amigo de nuestra adolescencia a Casa, no te preocupes es bastante agradable, seguro te caerá bien. Mirá creo que llegaron, ve a abrir la puerta-
Steve obedece y va a abrir. Cual es su sorpresa cuando su tío Daniel viene acompañado de su Daddy.
