Clase 8

309 50 10
                                    

Maka se separó aún sosteniendo sus brazos —Mirate, eres más alto ahora— le dijo completamente  emocionada.  Sin embargo su mueca cambió por una de molestia absoluta —Espera, si sabías que era yo ¿Por qué te empeñaste en hacer grande el problema?— Se separó brusca tomando nuevamente su libro

—Lo siento, no te reconocí. Estás muy cambiada ¿Sabes?— le quitó el libro elevando el objeto sobre su cabeza —Aunque creo que sigues siendo la misma con tus manías dementes

—¡Oye!— la chica se sintió ofendida, elevó los brazos tratando de alcanzar su libro sin tener éxito —¡Soul!— de pronto la situación se había convertido en una persecución de la rubia por arrebatarle el preciado objeto al albino. Ambos bajaron las escaleras corriendo, como si fuesen niños

—¡Dame mi libro Soul!— le pedía dando brinquitos. Harta de las negativas y burlas de él, le propinó un golpe en el costado con suficiente fuerza para doblegarlo

—Auch, duele— se quejó abrazando su torso —Nunca pensé que serías tan fuerte, creo que me debes una disculpa

Ella le sacó la lengua guardando el libro en su bolsa, luego rió levemente al ver a su amigo adolorido —Tu deberías disculparte conmigo, Eater. Al menos invitame un café después del mal rato

Soul un poco más repuesto del golpe se enderezó sonriente —Tu ganas, dime a dónde quieres ir

Por su parte, Ema iba detrás de Kid. Caminaban hacia la estación de autobuses más próxima conversando animadamente

—Entonces por eso has estado yendo más de lo normal a la academia— analizó Death al escuchar su historia con el intercambio

—Por supuesto, he estado trabajando duro para que pase— respondió de pronto desanimada —Pero ahora...

—No te preocupes, estarás bien. Seguramente Soul podrá arreglarlo— le alentó el mayor poniendo su mano en el hombro de Ema. Sin ser conciente aquello le provocó mucha emoción 

—Gracias— le dijo sincera —¿Sabes? Para no desperdiciar lo lindo que te arreglaste— comenzó a hablar tímida —¿Por qué no vamos a comer?

—¿Nosotros? No estarás diciendo que tengamos una cita

—Si, aunque es simbólico, solo para que tu viaje no sea en vano— mintió

—Lo siento, tengo que ir a otro lugar en un rato, de verdad lo siento— se disculpó el azabache —Quizá otro día podamos salir con Soul, incluso Black Star. Pero hoy tengo algo importante que atender

—Pero ¿No vas a dejarme a casa?— cuestionó la menor intentando no sonar brusca

—Si, lo más cerca que pueda. Aún tengo la cicatriz por el perro guardia de tu casa— contó entre alegre y apenado

—De verdad lamento eso— suspiró con desgano "al menos no verá a esa mujer" Pensó nuevamente feliz —Entonces vamos

Soul y Maka llegaban a una heladería, con gran ánimo saludaron al dependiente del local —Hola Black— hablaron al unísono sorprendidos

—¿Sabías que Black trabaja aquí?— cuestionó Soul parpadeando repetidas veces

—Nyajajajaja, hola mortales— el aludido devolvió el saludo. El chico no era muy alto pero poseía una corpulencia muy llamativa gracias a sus músculos marcados y una cabellera azul celeste —Nunca pensé volverlos a ver juntos

Aquello puso nervioso a Soul. Como Black revelara su secreto estaría frito, a pesar de ya no poseer ese afecto romántico por Maka siempre se preguntó qué hubiera pasado si ellos habrían tenido una relación antes, Qué había sido de su vida en general

—Hola— Maka de pronto se puso nerviosa —Nos encontramos por casualidad ¿Verdad Soul? ¿Puedes creer que ninguno de los dos nos reconocimos?— le contó divertida recargandose en el mostrador

—¿Pero no eres tú la profesora de su sobrina? Creí que habían peleado y por eso no se hablaban desde que terminaron— analizó Black sosteniendo su barbilla

—¿Terminamos? ¿Qué?

—Desde que terminamos la secundaria, después de todo desde entonces no teníamos contacto— se apresuró a decir Soul mirando con molestia a su amigo

—Nyajajaja— el otro entendió el mensaje asintiendo en apoyo a su camarada —En la esquina hay una mesa disponible díganme qué les sirvo

—Un doble de cereza

—Affogato

—Anya, por favor un doble de cereza y un affogato— le ordenó a su empleada mientras se quitaba el mandil del local —Yo los acompaño, no se vayan a perder

Los tres caminaron a la mesa, Black le cedió primero el asiento a la rubia luego se sentó también sintiendo la mirada de Soul en su espalda —¿Qué?

—Nada— fue a responder el otro girando la cabeza en dirección de la ventana —Es un buen lugar, me sigo preguntando cómo has logrado que crezca tanto

—Solo el gran Dios Black Star puede hacer que un lugar crezca igual que la espuma con tan solo su presencia

—Deja de auto elogiarte— dijo Maka sonriendole —El aire de tu ego se te irá a la cabeza y no podrás entrenar más

—Sabes que no es cierto— refutó golpeando su hombro con delicadeza —Tu entrenador me ha dicho que has mejorado

—Eso creo, aunque el entrenamiento bajará un poco, debo preparar a mis alumnos para las becas así que iré menos veces en la semana

De pronto Soul se sintió lejano a su conversación, por alguna razón entendió que no era momento de intervenir a pesar de que quería romper la atmósfera particular de ellos dos, suspiró quedándose callado

Sin ser conciente posó su vista fija en Maka, viendola hablar con tanta alegría y sonrió mientras su barbilla descansaba en la palma de su mano

—Su orden— la mesera dejó los helados delante de ellos rompiendo el encanto de la situación. Se dispusieron a comer agradeciendo a la chica

—Entonces ibas a hundirla— se burló su amigo. Después de procesar sus palabras se dió cuenta de que le hablaba a él

—No fue mi intención— respondió un poco abochornado, tan concentrado estaba que no escuchó cuando Maka le contó sobre su incidente

—¡Pero me amenazaste!— exclamó la rubia en tono serio —Debería golpearte por eso

—Yo te ayudo si quieres— Black pasó su brazo por encima de los hombros de la rubia quien al instante cesó sus risas poniéndose completamente roja por la acción del otro, abrió los ojos con mucha sorpresa agachando la cabeza en un gesto tierno

El albino se iba a levantar de la silla pero detuvo sus actos con un pujido. Entonces Soul lo supo, tan pronto como lo supo fue como si en su estómago un puñado de hormigas se hubieran molestado y comenzaran a atacar su interior. Tuvo ganas de quitar a su amigo de la silla y ocultar a la rubia tras de él pero estaban en un lugar público y el peliceleste estaba tan concentrado en reírse que no notaba la situación de la Albarn

Maldijo para sus adentros apretando los puños en la mesa. A ella le gustaba su mejor amigo

Unilateral Where stories live. Discover now