Unilateral

Clase 22

A Maka le temblaba una ceja debido al TIC que le provocó la vista delante suya ¿Estába soñando? Se restregó los ojos un poco tratando de disolver la alucinación o en el mejor de los casos encontrar una explicación coherente para que la adolescente con sus maletas delante de su puerta quisiera vivir con ella

—Hola profesora— saludó una entusiasta Ema sosteniendo una valija deportiva entre sus manos —¿Puedo pasar?

Sin otra opción la rubia se movió a un lado para dejarla entrar, no era una mala persona pero por una fracción de segundo quiso cerrar la puerta en cuanto la chica entró para no dejarle paso a su acompañante

Quien no era otro que su tío. Soul Evans

No obstante también lo invitó con toda formalidad —Adelante— indicó al albino que no se quedase afuera. Soul asintió sonriente, aunque no se encontraba en una situación precisamente de su agrado le seguía causando una sonrisa el estar en casa de la rubia

—¿Podemos hablar un poco afuera?— solicitó Soul señalando el pasillo con su pulgar, lo que estaba a punto de contar no era algo que Ema pudiese escuchar

—¿Hablar?— Maka se puso alerta ¿Iría a repetir lo de ayer?

Cuando ambos llegaron al restaurante se sentaron en una de las mesas cerca del ventanal. La vista de la calle era raramente tranquilizadora para ella especialmente, ya que podía fingir distraerse con facilidad

A pesar de que todos sus sentidos estaban alerta máxima

—¿Qué te gustaría comer?— cuestionó el albino tomando la carta con el menú

—No mucho, yo en realidad...— no sabía cómo continuar, quizá un poco de agua ayudaría a ser menos complicado hablar con la garganta seca. Tomó un sorbo del vaso alistándose —Soul, de verdad no tienes que tomarte tan en serio el asunto del amor unilateral— la rubia por un momento volvió a la secundaria, cuando la persona que se ganaba sus afectos era precisamente la versión adolescente del hombre sentado con ella

Cuando aún vivía en Londres antes del divorcio de sus padres pasaba bastante tiempo con él. Hacían recorridos desde la escuela hasta su departamento, los recesos los compartían e incluso la ayudó con su audición de baile. Era imposible no sentirse atraído por alguien tan encantador

Pero él era un imposible, tan solo tenían trece años. Los padres de Soul eran exigentes para cualquier ámbito de su vida, un romance entre ellos era como arrojar un fósforo al combustible. Impensable

Además él no andaría con la nerd come libros

Ahora no encontraba cómo lidiar con ese afecto ¿Caducado? Porque llegaba a ser risible el destiempo en ambos; sin embargo la bomba que soltó a continuación fué como el pináculo de la desgracia

—¿Entonces sabes que voy en serio? ¿Tuve que ser tan directo en secundaria?— la pregunta la dejó en completo estado de shock.

Soul chasqueó los dedos delante de Maka intentando obtener su atención —¿Sucede algo?— quiso saber al mirar que parpadeaba en reacción

—Nada, nada— se apresuró a responder —¿Qué decías?

—Aún no he dicho nada— la observó con interés mientras fruncia el ceño —¿Segura que te sientes bien?

—Si si, todo en orden— suspiró —Pero, explicame ¿Por qué Ema viene a vivir conmigo?— ahora que recobró un poco de conciencia debía indagar en el motivo principal de la visita —¿Qué significa esto? ¿Ah?