–¡¿QUÉ?! ¡¿DE QUE DEMONIOS HABLA?!-Grite y me levante.

–Siéntate y no es necesario gritar.

–Respóndeme lo que pregunté.

–Porque el estaba en la ruina, todo lo que tenía se lo gastó en juegos de apostar y perdió todo. El dinero que le ofrecí fue mucho, una suma de dinero que jamás pensé en gastar para comprarme a una esposa, pero tú lo vales Anett.

–¡Vaya! Primero me dice que no sirvo para nada y ahora hasta ya me ama...

–No, no te equivoques, yo no amo y nunca amare a nadie, solo serás mi esposa ante la ley pero jamás haremos nada y mucho menos te amare.

–Yo no puedo aceptar eso.

–No es algo que aceptes, es algo que ya está hecho y que tienes que seguir. Ahora eres mía Anett. Eres de mi propiedad.

–No se quien es peor, si usted por comprar una esposa o Mauricio por venderme a un hombre que esta loco.-Dije y me decidí a subir a mi habitación.

–Aún no me has hablado de tu familia.

Me paré.

–Averigüe usted mismo.

Narra Hans.

Creo que Anett será más difícil de controlar de lo que pensé.

Me paré y crucé de brazos pensando en una forma de averiguar sobre el pasado de Anett.

Esta chica tiene que ayudarme a deshacerme de Narda y a que él juez me herede el total de las propiedades de mi padre.

Tocaron la puerta.

Al abrirla estaba un hombre de cabello negro y ojos verdes.

–¿Quien es usted?

–Soy Hugo, el padre de Anett.

–El padre de mi prometida.-Dije y lo invite a pasar.

–¡No diga estupideces!

–¿Señor?

–Hugo Wishaw.

–Señor Hugo, su hija está muy bien aquí.

–Háblele yo quiero que ella misma me lo diga, Mauricio su esposo me dijo que ella había decidió fugarse con usted, que tenían una relación de hace meses.

–Así es señor, su hija y yo hemos tenido una relación desde hace un par de meses, ella me ama y yo a ella señor, así que decidimos vivir juntos.

–Esto es una completa locura.

–El amor es una locura señor.

–¿Donde está mi hija?

–Debe estar en nuestra habitación, iré por ella.

Comencé a subir las escaleras.

Narra Anett.

Tocaron a la puerta.

–¿Qué quiere?

–Voy a entrar.-Dijo el hombre.

Entro en la habitación.

–¿Qué quiere?

–Tú padre está abajo esperándote.

–¿Qué?–Me levante rápidamente de la cama–¿Vino por mi? Al fin me iré de aquí.

–¡No seas estupida! El piensa que ambos decidimos casarnos y que teníamos una relación desde hace meses cuando tú estabas casada con Mauricio.

Comencé a reírme.

–¿Qué? ¡O sea usted está completamente loco!

Me tomo del brazo y comenzó a apretarlo con fuerza.

–Tu harás lo que yo te ordene o tu familia caerá muy profundo Anett Wishaw Jansen.

–¿Cómo carajo sabe mi nombre?

–Investigue, como tú me lo dijiste y encontré muchas cosas sobre tu vida y la de tus padres, hermanos y todo, se todo de ti.-Dijo mirándome, esa mirada tan profunda y aterradora.

Tenía miedo que le hiciera algo a mi familia.

–Esta bien, haré todo lo que usted quiera, solo no dañe a nadie de mi familia.

–Así me gusta, que seas educada y obedezcas.

Me soltó el brazo y este se veía enrojecido, al tocarlo le dolía.

Ambos bajamos.

Entrelace mi brazo con el suyo.

–Anett, hija.-Dijo mi padre para después abrazarme.

Quería llorar, pero tenía que contenerme.

¡No Soy un Chico!©Where stories live. Discover now