~Capítulo #154~

95 11 3
                                    

Narra Hans.

Llegue a casa demasiado molesto.

Mi cuerpo ardía de coraje e impotencia.

Amaba a Anett y no quería estar conmigo.

- ¡ERES UN IDIOTA HANS GRAY!- Me gritaba a mi mismo.

Pensaba de nada te sirve todo el dinero del mundo si no puedo tener a la mujer que me cambio el mundo.

Con la única que quiero estar, la cual me odia y traté como basura.

Tocaron a la puerta.

Fui a abrir y era el señor Hugo.

- ¿Donde está Anett?-no respondi- ¡¿DÓNDE ESTA ANETT MALDITO?!-Dijo y me enpujo.

No quería discutir con él, porque sabría que llegaríamos a los golpes.

- Ella se fue a casa de el señor Mauricio Keegan.

- ¡NO QUIERO QUE EN TU ASQUEROSA VIDA TE LE VUELVAS A ACERCAR A MI HIJA, YA SE QUE POR TU CULPA MATARON A MATEO Y QUE AHORA QUIEREN A ANETT, ALEJATE DE ELLA!

Me quedé en silencio.

Narra Anett.

Al llegar a casa de Alexis, estaba mi padre.

- Papá ¿qué haces aquí?

- Fui a buscarte a casa de ese idiota de Hans y me dijo que estabas aquí.

- Si, ya no soportaba sus insultos.-Comence a llorar.

- Tranquila hija, todo esta bien, puedes regresar a casa si tu quieres.

- No, Hugo, ella se puede quedar aquí el tiempo que guste, sabes que ella es como una sobrina para mi.- Dijo el señor Keegan.

- Si, papá además buscaré trabajo, se mucho de computadoras, tal vez busque trabajo de secretaria.

- Esta bien hija, si tu estas feliz aquí, yo estaré feliz, solo cuídate mucho y no te acerques ya a Hans.

- No, no hay nada que me una más a él.

- Esta bien, nos vemos después, te amo.

- Te amo más papá.

Mi papá salió de la casa.

- Vamos a jugar domino.- Dijo la madre de Alexis.

Creo que mi estancia será demasiado agradable.

Días después...

Llevo días buscando trabajo y no logro encontrar.

Estoy harta.

Dejo caer mi cabeza en la mesa, al levantarme logró ver un anuncio en el periódico, buscan una secretaria.

Tomo mis cosas y me dirijo a ese hospital.

Al llegar me dirijo hacia un lugar donde esta una enferma.

- Hola, buenas tardes, vengo por lo del trabajo.

- Eso lo tiene que hablar con el Doctor Stephen More.

- ¿Dónde queda su oficina?

- En el séptimo piso, pero los elevadores aún no funcionan.

- No importa, iré por las escaleras.

Mis pies dolerían pero tendría trabajo, no puedo seguir de arrimada en casa de Alexis.

- Discuple ¿la oficina del Doctor Stephen More?- pregunte a una enfermera.

- Salió hace unos minutos.

¡Qué!

Maldito, me hizo subir miles de escalones.

Me di la media vuelta y choque contra alguien tirandolo al suelo.

- ¡Ay Dios mío!- Dije, al ver que era un Doctor.

- No se preocupe, de todas formas me quería sentar.- Rei por su comentario.

- En serio lo siento, es que no ha sido mi día, subi miles de escaleras para lo de el trabajo de secretaria de un tal Doctor Stephen More y al parecer el tipo no está, solo me cansé por na...- Mire su gafete y decía Dr.Stephen More.

Mi cara se puso caliente y roja estoy segura.

- Si, yo soy quien la hizo esperar.

- Lo- Lo siento.

- No hay problema, creo que tiene razón, y solo por eso, le doy el empleo.

- ¿Qué pero por qué?

- Han venido muchas chicas pero ninguna cumple con lo que yo estoy buscando, no me transmiten una vibra de positividad y usted si.

- Pues muchas gracias, enserio necesito el trabajo.

- Él trabajó es suyo, presentese mañana.

- ¡Ay gracias, gracias Doctorcito!- Grite de emoción y lo abrace.

Al fin mañana comenzaré a trabajar.

¡No Soy un Chico!©Where stories live. Discover now