~Capítulo #184~

53 2 2
                                    

Se llegó el día que conoceríamos al hombre que sería nuestro jefe a partir de hoy.

Unos hombres nos recogieron en la cabaña, nos bendaron los ojos y nos subieron a un auto.

Al llegar y que nos quitaran la venda.

Frente a nosotros estaba una casa muy grande, lujosa.

Entramos hasta llegar a un cuarto, se encontraba un escritorio y tras el estaba una silla, al girarla un joven estaba sentado y nos miró de arriba abajo.

– ¿Ustedes son los hijos de mis mejores empleados?

– Si.- Dijo el chico que se encontraba a lado de mi.

– ¿Por qué? ¿Somos poca cosa para un señorito como usted?

Se giro en la silla.

Trague saliva, se veía mas malo de lo que pensaba.

Pero no deje que viera mi miedo.

– No pensé que fueras tan valiente Hunter.

– Lo soy, fue algo que heredé de mi padre.

– Lo se, por esa razón le dije que yo también cuidaría de ti.

– Esta bien, si es valiente la chica, pero ¿nosotros qué haremos aquí? No sabemos nada sobre esto.- Dijo el chico a lado de mi.

– Si, ustedes no saben nada sobre esto, pero, si son atractivos.

– ¿Qué?- Pregunte.

– Si, ustedes enamorarán a las personas que les diga y las traerán aquí con engaños, vamos, todo eso lo pasan en las películas de hoy en día.

– Creo que eso tiene mucha lógica.- Dije.

– Si y por lo pronto quiero que vigilen y me traigan a un chico, mis hombres los llevarán al lugar.

Los hombres nos sacaron y llevaron hasta una camioneta.

Llegamos al lugar.

– Yo conozco este lugar.- Dije viendo a mi alrededor.

Salió un joven.... era Alex.

– Creo que esa es la víctima.

– No, yo conozco a este chico.

– ¿Qué? Estas loca, debemos de ir por él o los muertos seremos nosotros.

– No haré eso, por cierto ¿cual es tu nombre?

– Misael y ¿el tuyo?

– Hunter.

– Que lindo nombre aunque es para hombre.

– Yo no lo veo así.

El chico que no dio órdenes ¿cual es su nombre?

– Nadie lo sabe, solo su apodo y eso que se le quedo el apodo de su padre.

– ¿El Dragón?

– Si.

Narra El Dragón

Llego a casa.

– Hola Kevin.- Dice mi nana.

– Hola nana.

– ¿Cómo te fue el día de hoy?

– Bien, hoy trajeron a los hijos de los mejores empleados de mi padre.

– Esos hombres siempre fueron muy buenos con tu padre.

– Para mi y mi hermano siempre fueron más padres ellos que el señor que se hacía llamar mi padre.

– Sabes que mi padre hizo todo esto por nosotros Kevin.- Dice mi hermano quien baja por las escaleras.

– Si, lo hizo y por toda esta mierda mi mamá esta muerta... ambos están muertos y otras personas igual.

– No entiendo porque mi papá te dejo a ti a cargo de todo y no a mi.

– Muy sencillo Christopher, tú no tienes la inteligencia.

Solo me miro con odio y subió a su habitación.

– Kevin no debiste decirle eso a tu hermano.

– Es lo que mi padre siempre dijo nana, a Christopher le falta inteligencia, el solo tiene ambición y quiere tener el poder.

– Creo que tu padre a pesar de todo los conocía muy bien.

– Nana ¿uno de los empleados de mi padre dejo a su hija en el lugar de el?

– Si, ese hombre siempre dijo que esa niña sería la que sería si remplazó, de hecho una ocasión estuvo aquí, tú y ella jugaron y decían que en algún momento serían novios y se iban a casar.

– Estuvo hoy en la oficina de mi padre, ella y otro chico trabajarán para mi.

– ¿No te reconoció?

– No, pero es muy linda, tiene un rostro tan lindo.

– Kevin ¿te gusto esa chica?

– Si, pero no me gustaría ser algo más, no soy el hombre que ella merece.

¡No Soy un Chico!©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora