¡No Soy un Chico!©

~Capítulo #179~

Escuche que alguien se acercaba, tomé un bisturí que encontré para defenderme.

– Hey, soy yo, Alex, baja eso.

– Eres un idiota, espera... ¿cómo sabes que estaba aqui?

– Eres fácil de rastrear, tienes el GPS de tu celular activado.

– ¿Que haces aquí? Crei que te caía mal.

– No, nunca dije eso.- Dijo mientras se sentaba a lado de mi.

– Creo que como todos, solo buscabas ganarte la vida.

– Si, Alex tu lo tienes todo.

– Dinero si...

– No, tienes a tu mamá que te ama, a tus dos padres, hablo del señor Stephen y el señor Hans.

– Mi madre si me ama, pero no tengo la vida soñada, mi padre casi no pasa tiempo conmigo ni cuando era pequeño, Stephen de seguro me odia, mi abuela piensa que soy un drogadicto y no es así.

– Lo siento Alex.

– Pero sabes que es lo peor...

– ¿Que cosa?

– Que no te tengo a ti, Hunter se que es muy pronto, pero me gustas mucho.

– Tú... también me gustas desde el día que te vi.

Lo miré a los ojos y poco a poco nuestros labios se juntaron para comenzar un beso muy apasionado.

– ¿Estas seguro de querer hacerlo en este lugar?- Pregunté riéndome.

– Si, esto huele a adrenalina.

– Espera... soy virgen, serás mi primera vez.

– Eso será lo mejor, te amo.

Terminamos lo que comenzó.

– Alex ¿estás seguro de que no consumes algo ilegal?

– Ya he dicho miles de veces que no.

– Tu madre me había contratado para investigar todo esto.

– ¿Qué?

– Me dijo que averiguar si andabas en cosas ilegales.

– ¡MALDICIÓN! VES LO QUE DIGO, NI MI FAMILIA CONFIA EN MI, PIENSAN QIE SOY UN DROGADICTO.

– Calmate por favor.

– Si, tienes razón, ¿a dónde irás?

– Me quedaré aquí, no tengo a donde ir.

– Ven conmigo a mi casa.

– ¿Que? Alex no puedo hacer eso.

– Si, no puedes quedarte aquí sola.

– Esta bien.

Subimos a su auto, todo el camino iba muy pensativo.

Llegamos a casa de su madre.

Al entrar nos recibió su mamá, seguida de una señora y un señor.

– Alex ¿donde estabas? ¿Por qué viene Hunter contigo?

Alex me tomo de la mano.

– Mamá, abuela, abuelo, ella es Hunter y es mi prometida.

– ¿Estas bromeando?

– No, mamá, yo amo a Hunter y nos vamos a casar.

Mi corazón latía a mil por hora.

– Alex... creo que esto es algo que deberíamos hablar primero.- Dije mirándole.

– No, es algo que ya está dicho Hunter, yo te amo.

– Alex, hijo, por mi esta bien, si esta chica es tu felicidad, yo acepto todo.- Dijo la señora Anett.

– Si, nosotros te apoyamos.- Dijo el que sería abuelo de Alex y su abuela.

– Gracias, por lo pronto, Hunter se quedará aquí en mi habitación junto a mi.

Ambos subimos las escalera hacia lo que sería la habitación de Alex.