35. Un paraíso

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Los cerros eran imponentes a la magnitud del cielo que cubría las cimas con finas capas de nieve, las nubes rodeándolas de los peligros de la naturaleza y el sol dorado se ocupaba que los colores más cálidos recorrieran los terrenos y la inmensidad del cielo ante nosotros. Lo que más me asombro era conocer esta vista, este paisaje de cerros y nubes jugando como niños bajo la mirada de la madre, el sol. Era maravilloso, era real lo que mis ojos descubrieron en este atardecer lejos del pueblo, ya no recordaba que existiera este tipo de lugar en mi vida. Viaje muchas veces a los estados más importantes de Inglaterra, ciudades en Francia. Mi familia evitaba las zonas campestres, odiaban el olor a césped y los ruidos de los animales, el excremento en todas partes. Tampoco, se molestaban en dar crédito a lo que el mundo en sí mismo es; perfecto.

-¿Qué te parece?- dijo Charlie

-Me encanta, demasiado.-dije sonriendo con un leve rubor subiendo a mis mejillas cuando Charlie se acercó para abrazarme.- No recuerdo a ver visto tal paisaje como este. Ahora, entiendo lo que significa estar condenado.

Charlie asintió permitiendo que prosiguiera como mi reflexión de reconocimiento, aguardé unos momentos antes de explicarme qué significaba ser condenado en el modo de vivir bajo experiencias, hechos y dichos. Algunos merecemos perder la vida para dejar que las buenas manos hagan la reparación de los desastres.

-Es bloquear tu libertad, saber que no puedes aparecerte en un sitio tan natural porque estás atado a cadenas entre las obligaciones y el deseo de la sociedad, esa buena reputación que vienes ganando por ser derecho...- me exprese pensativa, contemplando el horizonte. Charlie seguía abrazándome por los hombros.-Yo quedé condenada a las actividades de mis padres, sin libertad a conocer las maravillas del mundo. Ahora, que rompí las cadenas que me inmovilizaban mis pensamientos, ya no volveré a ceder a los castigos ni maldiciones. Porque, nada vale más que un millón de galeones, que este mundo maravilloso.

-Ernestine, ¿te das cuenta de lo contradictorio que suena tus pensamientos y luego, tus acciones se ven diferentes por creer algo que no es parejo?-tercio el chico, alejándose un poco.- Anteriormente, te veías como la princesa Malfoy con el cabello peinado sobre unas coronas que no te dejaban ver al resto. -dijo Charlie metafóricamente.- En la actualidad, no dejas de ser la princesa Malfoy. Pero, la realeza es injusta y corrupta que, tú olvidas que la tierra y los criados pueden liberarte.

-¿Qué? No entiendo.

-Me refiero que tu condena es impropia, sino que, son otros quienes quieren hacerte ver que, también la llevas...No creas en todo, cree y actúa por ti misma.-continuo Charlie tan sincero en su reflexión, en ser comprensivo y buen observador cada vez, que yo estaba disparando al aire, él era mi cable a tierra.

Asentí. Charlie volvió a abrazarme contra su pecho, sintiendo el abrigo húmedo contra mi cara, el perfume natural de un trabajador de dragones y ese ritmo en su corazón que reconocía, apreciaba la vida por sí mismo y vivir con la plenitud de saber que hay algo mejor que nos aguarda luego de las tempestades. Hubo una pausa entre los dos, si existen momentos que conservamos por segundos, también son más fuertes esos recuerdos que preferimos seguir viendo desde nuestros corazones. Este lugar se denominaba; Nunca jamás. Como tierras desconocidas a los humanos que investigaban, viajaban y eran ciegos, no dignos de cruzar este parámetro terrenal. Muy pocos, aventureros terminaban encontrando este camino en su búsqueda de aventuras y desafíos, capaz sin volver a ser ellos mismos.

-¿Estás bien?-preguntó el chico notando mi largo silencio con lo cuanto que me gustaba hablar con él sobre temas particulares.- Si dije algo malo, no era mi intención.

-No te arrepientas, la gente dice muchas cosas y pocos dicen la realidad que nadie quiere ver.

Asintió besando mi cabeza, apretándome contra su cuerpo en un gran abrazo tan sincero, poderoso y afectivo que él, únicamente, sabía cómo levantar mis ánimos. Propuso volver a la casa, ya estaba oscureciendo luego sería difícil volver entre la oscuridad aunque nuestras varitas iluminaran el camino, también era arriesgado cruzarnos con algún dragón en prácticas de recuperación de sus alas, más probabilidad de ser atacados. Acepté, montamos nuestras escobas saliendo en partida al pueblo.

Corazón de dragón 2# Enllamas/CharlieW.xOCHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin