Treinta y siete

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Cuantas vidas tomo ese día,ni él lo hubiera podido precisar. Sólo Trunks pudo,en algo, aplacar su ira desatada y por poco terminó matando al híbrido Saiyajin. No se detuvo por piedad o cansancio,sino porque una niña pequeña que corría cerca del lugar de la contienda le recordó, en aspecto, a Sora. Se retiró después de eso con la ingenua idea de que tal vez lo que vio fue un error y ella estaba en la cabaña y le sonreiria al verlo llegar. Casi oyó su voz al cruzar el umbral,pero en la sala estaba la triste verdad.

Zamasu había limpiado su cuerpo y le había puesto un vestido blanco,su cabello negro estaba peinado y sus manos descansaban sobre su pecho en el que había una hermosa flor blanca. La rodeaban decenas de flores blancas. Su cuerpo descansaba en el sofá. Parecía sólo estar dormida. Zamasu estaba sentado en el piso a su lado. Su cabeza descansaba en la pierna de ella al igual que su mano. Tenía la mirada perdida en sus pensamientos. Black lo miró en silencio antes de ir a besar esa frente fría y pálida; indolente a su demostración de afecto.

-Esta donde permanece ahora-le dijo a Zamasu-En el paraíso. No volverá a sufrir,ni llorar. Su alma es tan pura que ascenderá. Tal vez la pongan al servicio de los dioses del otro mundo,como doncella o algo así.Somos dioses y podemos ir allá y reclamar su presencia...

-¿Crees que podría mirarla a los ojos después de lo que has hecho?-le dijo Zamasu-De lo que yo he hecho...

Black miró a Zamasu que se ponía de pie para hablarle.

-Mate a esos hombres llendo en contra de lo que ella hubiera deseado,mientras tú casi extingues a la humanidad en un día-le señaló Zamasu-Sólo le hemos estado lastimando,incluso ahora lo hacemos.Ella tenía fé en nosotros,en que viéramos un poco de lo que ella veía y no dejó de intentarlo,como no dejó de vernos con devoción. Con esa devoción tan pura que me hizo anehelar su amor. Quería que me viera sólo a mí...Llegue a sentir celos de ti qué se sólo eres yo mismo,pero también me sentía pleno y divino cuando me miraba. Mas nunca fui capaz de brindarle algo que ella necesitará ¿Qué clase de dios anhela tan egoístamente ser amado? Dime ¿Acaso no somos diferentes a los humanos? Porqué como yo lo veo no nos estamos comportando muy diferentes de ellos.Lloramos la muerte y la sentimos particularmente dolorosa por tratarse de ella y en represalia por habernosla quitado hemos matado. Nos hemos vengado.

Black no refutó eso. No tenía ganas de entrar en polémicas respecto a ese tema u otro. Se encaminó hacia la habitación de Sora. Ese pequeño espacio aún guardaba su aroma,su presencia. Se sentó en la cama y apoyo los codos en las rodillas para luego ocultar su rostro entre sus manos y permanecer así un instante. La pequeña mesa donde solía sentarse y dibujar le llamó la atención. Había un pequeño cajón en ese mueble y lo abrió, pues sobre salía la punta de una hoja de papel. Se trataba de una página celeste arrancada de una revista donde la muchacha escribió una nota y como esa habían varias.

Nota 1

El dios Black me ha dicho que soy como un animalito silvestre. Al principio lo decía con escarnio, ahora se sonríe cuando lo hace. Al principio era muy hostil conmigo. Quizá me consideraba alguien muy vulgar. Me alegra que dejara se tratarme así,pero me avergüenza que ahora me ponga tanta atención.

Nota 2
El Dios Zamasu me dijo que los dioses sólo observaban a los mortales. Que pueden ver cómo nos estamos destruyendo y no mueven un dedo por impedirlo. Yo prefiero creer que sólo nos miran y no intervienen porque esperan que seamos nosotros mismos quienes resolvemos nuestros problemas. Problemas que nos causamos a nosotros mismos.¿Qué sentido tendría que los dioses intervinieran en nuestras vidas cada vez que cometemos un error? Ellos nos miran esperando que actuemos bien y sufren cuando no lo hacemos,lo se porqué el dios Zamasu se indigna cada vez que recuerda las innumerables veces que sólo pudo observar a las civilizaciones hundirse sin retorno.

Nota 3
Según entendí el dios Black y el dios Zamasu quieren extinguir a la humanidad,pero también a las especies de otros planetas. Dejar el universo despoblado. Pero yo me pregunto ¿Seguirán siendo dioses sin los mortales que los señalen como tal? Se me hace similar a un rey sin reino.

Black leyó otra vez esa última nota y se hecho a reír a carcajadas. Reía y reía como un maníaco dejándose caer de espaldas en la cama cubriéndose el rostro con los antebrazos. Las lágrimas caían por los costados desapareciendo en las mantas, pero él no dejaba de reír.

Esa noche se quedó junto al cuerpo de Sora con la sonrisa irónica que le dejó esa nota que se guardo entre las ropas. Le peinaba el cabello,la acariciaba el rostro y la contemplaba con paciencia.

-Los humanos queman o sepultan a sus muertos-le dijo Zamasu casi al amanecer-¿Qué crees que debamos hacer?

-Sepultarla-le respondió Black-Que vuelva al bosque que tanto le gustaba...

Así lo hicieron. Al amanecer buscaron el sitio más bello del bosque. Un claro de pastos cortos y muchas flores silvestres. La luz del sol llegaba allí durante todo el día. Fue Black quien cabo la tumba mientras Zamasu amortajo el cuerpo de la muchacha con cuidado. Juntos depositaron a Sora en aquella fosa que cubrieron de tierra y luego de flores. Toda clase de flores que atrajeron mariposas, decenas de mariposas que revoloteaban sobre ese túmulo.

-¿Quieres decir algo?-le preguntó Black a Zamasu.

-No...

Se quedaron en silencio allí casi media hora. Luego sólo se fueron y al volver a la cabaña. De pie en la terraza se miraron y se dijeron:

-Hay que continuar con el plan zero humanos-dijo Black.

-Hay que dejar el plan zero humanos-dijo Zamasu.

Los ojos de la inocenciaWhere stories live. Discover now