Treinta y Tres

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Había una depresión en el bosque,un espacio circular con paredes de piedra blanca en cuyo fondo crecía una alfombra de musgo. Era un lugar muy agradable al que Sora quería acceder por ninguna razón en particular y lo logró con cierta dificultad,pues tuvo que descender a través de la escarpada pared,mas una vez ahí abajo se sintió bastante a gusto de correr descalza sobre el musgo.

La soledad era algo que Sora requería de tanto en tanto y por lo mismo ese día escapo de la cabaña para refrescar su mente. Se quedó recostada sobre  la verde,húmeda y cómoda alfombra hasta que se durmió. Para entonces Zamasu ya la estaba buscando,pero encontrar a Sora era un reto difícil. Aquel día Black tuvo mejor suerte que su contraparte al buscarla desde el aire ¿Cual era el afán de perderse en el bosque? Era la pregunta que se hacían con frecuencia los dioses sin comprender que sólo le gustaba estar a solas en el bosque.

No quiso despertarla. Se notaba lo a gusto que estaba durmiendo. Se sentó a su lado a esperar que saliera de su letargo,pero no parecía que fuera a pasar pronto así que terminó recostado de cara al cielo con los brazos tras la cabeza. Era un día agradable,la temperatura era perfecta y el sonido de las aves,el amplio cielo sobre él,un bostezo,luego otro y otro... Terminó dormido también. Al abrir los ojos se encontró en medio de la noche. Miró a su costado y se encontró con Sora abrazada a sus piernas mirándolo tranquilamente.

-¿Por qué no me despertaste?-le pregunto Black.

-Parecía tener un buen sueño-le dijo ella-¿Qué sueña un dios,mi señor?

-¿Por qué me preguntas eso, Sora?

-No lo sé. Tal vez porque siempre oi que los dioses eran diferentes a nosotros.Seres Todopoderosos que eran perfectos y miraban a la humanidad desde algún lugar en el firmamento...

-No te parezco Todopoderoso ni perfecto ¿Eso estas diciendo?

-Sólo creo que somos muy semejantes a ustedes,ahora que los conozco un poco más,mi señor-le dijo la muchacha.

-Eso es ridículo-declaro Black con desprecio por la idea.

-Tienen un corazón; viven. Respiran,comen,duermen, sueñan,sienten...

-No nos compares por favor-le dijo con cierta petulancia-Lo que un díos siente,no se compara con lo que siente un humano. Nuestra forma de actuar,de proceder y sentir no tienen mucho que ver con las formas en que ustedes lo hacen...

-¿No?

-No,Sora...

-¿Recuerda esos primeros días en que llegue a la cabaña? ¿Recuerda la forma en que me trataba? Me agredía y me despreciaba-le dijo Sora-No era distinto a como me trataban en el pueblo...

Black miró hacia otro lado,no tenía argumentos para refutar eso.

-Pero me conoció y ahora me ha tomado cariño ¿No?

-Sufriste todo tipo de calamidades y aún así te has mantenido pura y limpia de rencores.Eres agradecida de los dones de los dioses y obedientes de ellos ¿Cómo no iba a amarte?-dijo en tanto molesto y todavía evadiendo los ojos de la muchacha.

-Sus palabras me honran,mi señor Black-le dijo un poco avergonzada-Pero todo eso no lo sabía al principio. Tuvo que conocerme para descubrirlo y entonces deje de ser una mortal ordinaria para usted. Pase de ser una mortal a ser la mortal-le señaló Sora-Fue cuando conoció mi historia que valoro mi forma de ser. Los humanos son igual. Sólo cuando conocen a alguien forman lazos de amistad,
simpatía o amor.

-Tal vez tienes razón en que sólo conocer lleva a amar y a entender,pero los humanos no valoran casualidades como las tuyas Sora-le dijo Black y extendió su mano hacia ella para hacerle una caricia-Tu paciencia, tu fortaleza,tu bondad,tu infinita capacidad para aceptar,entre tantas cosas...Los hombres no admiran ni valoran nada de eso.
Los hombres desde el principio sólo han buscado la satisfacción personal y la comodidad vendiendo sus valores para lograrlo. Hay humanos,no humanidad,Sora.

"Al principio,en su etapa primordial,mantenían el equilibrio con la naturaleza, tomaban de ella sólo lo que requerían para sobrevivir y sus vidas pasaban sin grandes catástrofes. Las calamidades vinieron cuando comenzaron a creer sus civilizaciones que son simplemente la forma de permanecer cómodos y a resguardo. Sembraron la tierra para no tener que ir de un lado a otro en busca de alimentos,por lo mismo criaron ganado,se sometieron a otros por pagos para evitar el esfuerzo de existir por su cuenta,así les resulta cómodo. Vendieron su dignidad e independencia a otros y en base a esta decadencia alzaron su sociedad. Una sociedad con bases vacías,superficiales y donde no son más que rebaños que comen, se multiplican y comen y se multiplican. Los humanos ya no son seres humanos,solo la plaga insensible y hueca que devora este mundo."

Sora lo miro con tristeza.

-Usted no guarda esperanza alguna en la humanidad-musitó la muchacha-Entonces ¿Por qué...?

-Yo no tengo fé ni esperanza en los humanos,para mi son vil escoria-le dijo sin ocultar su aversión-Tú eres mi fé Sora...Tú eres la esperanza y eres el amor. Sin ti seguiría mi plan,sin ti está sed de poder no conocería la saciedad... Tú mitigas todos los males y redimes a la humanidad a mis ojos y mientras tú estes aquí,puedo ignorar los pecados de los hombres,Sora.

Apartó su mano de la mejilla de la muchacha y sujeto la mano de ella para llevarla hacia él y envolverla en un abrazo. Fue sólo un abrazo nacido de lo mucho que la necesitaba cerca para lidiar con su maldad. Su alma se había oscurecido y esa muchacha era la única luz que había en ese mundo,una luz puesta sólo para él.

Sora apoyo su menton en el hombro del díos Black. Se quedó pensando en sus palabras respecto a la humanidad.ÑElla solo podía dar sus apreciaciones y forma de ver las cosas,pero él... Él hablaba en base a todo lo que había visto,por miles de miles de años o más ¿Cómo no perder la fé y la esperanza en esas circunstancias? Como no enfermar de desesperanza y frustración. Los humanos tienen inteligencia para comprender la magnitud de sus acciones, empero prefieren ignorar eso y actuar como niños irresponsables,que van por hay causando desmanes para luego culpar a otros,a los dioses,al destino,a la suerte,al clima ¡A lo que fuera!

-Lo lamento-le dijo la muchacha apoyando sus manos en la espalda del dios-Creo que soy muy ingenua...

-No,no eres ingenua. Tú sabes que hay maldad en la humanidad,la has experimentado en tu propia carne. Solo crees que todos pueden mejorar...Y no Sora,no todos pueden-le dijo Black y la apartó un poco para mirarla a los ojos.

-Al final...Terminara su juicio y todos morirán ¿Verdad?-le preguntó con los ojos llenos de agua cristalina.

-Has hecho todo lo que podías, Sora. No es tu responsabilidad salvar a los humanos. Lograste darles un tiempo para que al menos logren actuar con nobleza en la crisis y así ganarse un lugar en el paraíso-le dijo Black-Eso es lo que  sucederá;los menos malos irán a los campos de virtud y los demás al infierno...Eso es todo. Y este planeta y los demás quedarán libres de mortales.

-Será un receso solamente...

-Así es,pero aún no termina Sora y no lo hara,mientras tengas esperanza,porqué tu esperanza es la mía y tu fé es la mía-le dijo y rodeandole el rostro con sus manos le beso la frente.

Mientras ella tuviera esperanza, Sora se sonrió. Al menos podía darles tiempo de redimirse en la crisis,como dijo el dios Black. No era su responsabilidad,mas le gustaba creer que cualquiera en su lugar intentaría lo mismo.

Volvieron a la cabaña,Zamasu no estaba y lo esperaron frente a la chimenea. Al final Sora sucumbió al sueño y se recostó allí. Black no tenía sueño pero se tendió en alfombra,pudo ser cruel  al ser honesto,pero ella le impedía mentirle de alguna forma. Sintió a Zamasu llegar y se fingió dormido para no lidiar con él y Zamasu los miro,allí en el piso durmiendo apaciblemente y se recostó allí también dejando a Sora en medio de ambos. Había estado recorriendo ciudades desde lo alto,buscando algo que le  permitiera no seguir adelante con su plan.

Los ojos de la inocenciaWhere stories live. Discover now