Mientras se debatía una y otra vez sobre estas opciones, Ace habló.

— Muy bien, parece que hemos llegado a un acuerdo. ¿Nos vamos?

Avanzó hacia la puerta cinco. Clover y Snake lo siguieron, con Seven a una corta distancia detrás de ellos.

Junpei...decidió que la puerta cuatro estaría bien. ¿Por qué había considerado hacer todo lo contrario? Después de todo estaría con June, con Akane Kurashiki. Parecía estar todo bien. Sentía que había hecho la elección correcta. El no daba ninguna muestra de afecto, pero Junpei la veía a ella como algo más que sólo una amiga de su infancia.

Se quedó mirando cómo los otros cuatro caminaban hacia su puerta. Caminaron por unos segundos, uno al lado del otro, diciendo cosas que Junpei no alcanzó a escuchar, luego pusieron sus manos, uno por uno, en el escáner de verificación del RED.

Ace agarró la palanca, con el rostro tenso y la mirada llena de determinación, se giró sobre su hombro para mirar a Junpei y sus compañeros.

— Adiós.

Loto les deseo lo mejor.

Al instante que Ace jaló de la palanca, la puerta se abrió como la boca de una bestia, grande y hambrienta. Tras la puerta, Junpei lo sabía, yacían los tristes restos del Noveno hombre. No le sorprendió que Ace, Clover y Seven vacilaran. El cuerpo no era una escena muy agradable. Snake no tuvo ese problema, su ceguera lo hacía inmune al horror. Dio un paso dentro de la puerta, sus pies hacían un húmedo sonido en la piscina de sangre.

— ¿Intentan matarme? Espero que no hayan olvidado que la puerta permanece abierta durante nueve segundos.

La puerta se cerró con un pesado choque de metal contra metal. Junpei y sus compañeros se apresuraron a la puerta. Presionaron sus oídos en un intento por escuchar lo que podría estar sucediendo del otro lado.

— Está sonando. –dijo Junpei.

— Es lo mismo que la última vez...

— Probablemente es el sonido del detonador en el brazalete. – inquirió Santa.

— ¿Ustedes creen que están bien?

La cara de June mostraba su preocupación con mucha más claridad que sus palabras. En respuesta a su pregunta una voz resonó desde el otro lado de la puerta. Era Seven.

— ¡Hey! ¡Aquí esta! Ese debe ser el tal DEAD. ¡Vamos! ¡Por aquí! ¡Tenemos que verificar!

El sonido cesó. Los suspiros de alivio eran audibles incluso a través de la pesada puerta.

— ¡hey, chicos! ¿Está todo bien por allá? – Preguntó Junpei.

— Si, estamos muy bien.

A pesar del peligro reciente, la voz de Clover estaba tan llena de vida como siempre.

— Oh, sí, déjenme decirle algo acerca del DEAD, ¿bueno? El DEAD es igual que el RED, pero el color es diferente. ¿Recuerdan que el RED es rojo? Pues bien, ¡el DEAD es azul! A parte de eso, es exactamente como el RED. ¡El proceso de verificación es el mismo también!

— Increíble, Clover. ¡Gracias! Eso es de gran ayuda.

— Muy bien, nosotros iremos avanzando. Tengan mucho cuidado. – Se despidió Ace.

— Por supuesto.

Junpei y los demás avanzaron hacia la puerta cuatro. Se pararon frente al RED y cada uno colocó sus manos sobre él. Cuatro asteriscos aparecieron en la pantalla.

— ¿Están listos, chicos?

Ninguno de ellos lucía particularmente optimista, pero sus rostros estaban decididos. Junpei asintió, y se giró nuevamente hacia el RED.

— ¡Aquí vamos!

Con fuerza y determinación, jaló de la palanca.

— ¡A correr! – Gritó Santa.

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⏰ Last updated: Jul 23, 2019 ⏰

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999: 9 personas, 9 puertas, 9 horas(adaptación)Where stories live. Discover now