Otro mundo [Libro 1][Eldarya][Nevra][COMPLETA]

Capítulo 51: Sin respuestas

– ¿Tenías que ser tan violento? – comentó Leiftan mirando a Nevra.

– Si, si ese Daemon nos estaba vigilando, si...

– Vi unos símbolos en algunas rocas de la estancia...Luego te los enseño, pero seguro que era algo para vigilar y asegurarse de que le eras fiel...– miré a Leiftan.

– Vamos a llevar la caja a Miiko...– Leiftan tomó la caja.

– ¿Por qué Bamet no mató a Jinrei con el corazón?

– Porque, para él, esto es un juego...– me miró con tristeza – Le hubiera encantado tacharme de traidor para poder matarme...

– Tranquilo Leif...Nosotros no vamos a decirle a Miiko nada tuyo... ¿Verdad Nevra?

– Umm...Te lo he prometido...– me miró y luego miró al rubio.

– Gracias...Estoy en deuda con ustedes...

Caminamos a la Sala del Cristal y en su interior estaba Miiko.

– Habéis vuelto – se acercó rápidamente – Enseguida mandé refuerzos en cuando vino Amaya ¿Qué ha pasado? ¿Y los demás?

– No nos tropezamos con nadie, seguramente fuimos por otro lado del bosque – comentó Nevra.

– Hemos conseguido el corazón del Druida – Leiftan le entregó la caja a la kitsune.

– ¿Y el Daemon? ¿Estaba ahí? Y... ¿El enmascarado?

– Ninguno, el lugar estaba desértico, creo que tenían conocimiento de que el druida estaba preso y por eso huyeron.

– Es una lástima...

Creo que Miiko estaba más triste por el hecho de saber que el enmascarado no estaba ahí. Podía sentir el pesar de no saber si es o no es Lance ¿Qué tan importante era para ella?

Ordenó a Jamón a traer a Jinrei y cuando llegó, más atado que antes, lo dejó frente nuestro sin saber qué hacer. Yo le pedí que me dejara entrar y preguntarle a lo que la kitsune accedió.

Me volví a adentrar en su mente y no tardé en dar con él.

– ¿Elizabeth? ¿Qué ha pasado?

– Muchas cosas...La primera tenemos tu corazón...– suspiró aliviado – La segunda...No sabemos cómo colocártelo de nuevo...

– Solo un Daemon puede...La mano derecha de Miiko...Ese Daemon tiene que hacerlo – me miró.

– Hay un problema... Nadie puede saber que lo es...

– ¿Qué? ¿Me estás tomando el pelo Elegida? – alzó una ceja, molesto.

– No, nos está ayudando, él nos llevó hasta tu corazón, se merece al menos que le ayudes en esto... a viste que no quiere estar con Bamet...Fue engañado...Confía en mí al menos.

– Está bien, pero ¿Qué pasará conmigo?

En ese momento recordé lo que vi en la mente de Leiftan, como le arranqué el corazón a una FengHuang y la obligaba a saltar. Si yo podía hacer eso, seguramente volvería a introducirle el corazón.

– Creo que yo puedo...– le miré.

– ¿Qué?

– Como la Elegida...No pierdo nada en intentarlo...