Capítulo Treinta y tres - Llegada.

1K 36 0
                                    

El viaje fue hermoso. La sensación del avión volvió a hacerme sentir ese movimiento en el pecho que había sentido la primera vez. Noah estaba como si nada, pero para mí era todo un acontecimiento. Después de despegar, todo se puso mucho más tranquilo y la verdad es que después de todo lo que pasamos estos días, el cansancio cayó fuertemente sobre mí y me dejó dormir todo el viaje. Así fue que el viaje se nos hizo corto nada más porque estuvimos casi todo el tiempo durmiendo. Nos faltaba más o menos una hora para llegar cuando me desperté y levanté mi cabeza del hombro de Noah.

- ¿Dormiste, amor? - Le pregunté susurrando.

- Si, ¿y vos princesa? - Me dijo con voz de dormido.

- Creo que dormí acá todo lo que no dormí en toda mi vida. - le dije. Y tenía razón, ¿cuántas horas duraba el vuelo? No tenía sentido que ya faltara tan poco para llegar. 

Noah soltó una risita nerviosa y miró para otro lado, él nunca hacía eso. Noté que estaba actuando raro.

- Noah, no me digas que estás nervioso. - le dije, con una sonrisa burlona. 

Se rió y escondió su cara en mi hombro.

- No tenés de que estar nervioso - Le dije acariciándole el pelo - Todos te van a adorar.

Realmente lo pensaba, pero muy en el fondo. Si me ponía a analizar la situación de manera racional, había muchas cosas que podían salir mal. Mi familia en general y mi madre en particular eran personas con las que uno nunca sabe qué esperar como respuesta. Entonces, no sabía muy bien qué expectativas tener. De alguna manera, en el fondo de mi corazón confiaba que todo iba a estar bien, y que íbamos a poder estar juntos finalmente. 

- Pero, ¿qué pasará si no es así? - continuó Noah - Si no te dejan estar conmigo...

- Eso no va a pasar. - lo  interrumpí. - Y si pasara me las ingeniaría para estar con vos. Nada nos va a separar, ¿te acordás? Vos también me lo prometiste. 

Levantó su rostro para mirarme a los ojos.

- Te amo.

Lo besé suavemente en los labios y le susurre un pequeño "Te amo" entremedio. 

El avión empezó a descender y mis nervios empezaron a aumentar. Yo sabía que vendrían a buscarnos. Un poco nerviosos, aterrizamos, retiramos nuestras valijas y seguimos nuestro camino. Mi mamá nos estaba esperando al salir del aeropuerto. 

A pesar de todo, estaba feliz de verla. Sé que por ella tuve que dejar el instituto pero también por ella sigo junto a Noah y él se va a quedar conmigo por lo menos las próximas dos semanas. Solo deseaba con todo mi corazón que lo aceptara.

Le di un abrazo. Noah también. Ella nos recibió muy bien a los dos, con una sonrisa. Me dijo que me había extrañado y que estaba contenta de que estuviera de vuelta en casa. Yo, en el fondo, también la había extrañado. Y deseaba desde el fondo de mi corazón que aceptara todo lo que estaba pasando. Después de la bienvenida, nos subimos al auto y fuimos hasta mi casa.

Al llegar dejamos todo tirado en la entrada y nos pusimos a comer. Después de un vuelo tan largo, y de una siesta tan larga, era necesario. Era lo que siempre hacíamos después de cualquier tipo de viaje.

De repente mi mamá se sentó con nosotros en la mesa mientras comíamos.

- Bueno chicos, quiero que me cuenten todo. 

Noah me dedicó una mirada cómplice y después le dijo: 

- Yo le quiero contar.  

Apareciste como un sueño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora