Capítulo Veintinueve - Llamada inesperada.

1K 40 0
                                    

Siguieron haciéndome preguntas y yo seguí contestándolas con total naturalidad. Fue un momento lindo, creo que sirvió para unirnos un poco más. Nos reíamos de las cosas que nos mandaban, algunas chicas eran muy graciosas de verdad. Varias nos dijeron que hacíamos una pareja muy linda, que éramos el uno para el otro y cosas así. Todo estaba saliendo a la perfección. Les había agradado.

La perfección la cortó el sonido de mi celular. Durante la Twitcam, sentí la vibración de mi teléfono y cuando fui a verlo era una llamada de mi mamá. ¡MI MAMÁ! Había hablado con ella todos los días antes de irme a dormir pero nunca le había contado nada sobre Noah, se suponía que era un secreto, además, mi mamá se volvería loca si supiera que estoy saliendo con alguien mientras ella no está para vigilarme. La distancia, en ese sentido, también me daba un poco de libertad. Quería tener esa libertad porque en mi país nunca la había tenido, mi mamá había estado siempre ahí, controlando todo lo que pasaba. 

Me despedí de la gente y me fui a la otra habitación a hablar mientras Noah daba por terminada la twitcam. Respiré hondo, reprimí los nervios y atendí el teléfono. 

- ¿Qué se supone que está pasando, Brianna? - Escuché gritar desde el otro lado del teléfono, mi mamá era capaz de gastar mucha plata en llamadas de larga distancia si quería hablar de algo importante. 

- Ma, te puedo explicar todo. - Le dije en tono bajo mientras trataba de tranquilizarla. 

- Bueno, explicame, y explicame todo de una forma en la que no te haga volver este fin de semana. - Dijo gritando otra vez.

- Mamá, ¡no me podés hacer volver! Estoy estudiando, ¡estoy cumpliendo mi sueño! No podés hacer eso no importa cual sea la situación.

- Claro que puedo, puedo hacerte hacer lo que yo quiera. Ahora explicame que está pasando.

Los ojos se me empezaron a llenar de lágrimas. Sabía lo que iba a hacer. No iba a aceptar lo que estaba pasando.

-  Ma, esto es así. Poquito tiempo después de llegar, conocí a Noah completamente por casualidad. Me lo choqué en la calle y se me dobló un tobillo al caer. Él me llevó al hospital, y después hablamos y salimos y... em.... bueno, empezamos a vernos más y más. Empezamos a pasar mucho tiempo juntos. Ma, lo quiero mucho. Creo que nos enamoramos. No te lo puedo decir de otra forma, eso es lo que pasó.

- Dejame entender, ¿estuviste hablando con un extraño desde que llegaste? Brianna, ¿cómo se yo qué hacés, o dónde dormís? Simplemente no puedo dejarte hacer lo que quieras cuando quieras solo porque estás lejos. No funciona así, sigue habiendo reglas en esta familia, ¿me entendés?

Las lágrimas caían por mi rostro. Tenía un dolor muy extraño en la boca del estómago. Eran nervios: miedo de que algo malo pudiera llegar a pasar. 

- Mamá, por favor, no me hagas volver. - Le susurré al teléfono.

- No, hija. No te voy a dejar que hagas lo que quieras sin nadie que te pueda controlar. Vas a volver el fin de semana, ya le voy a avisar a tu papá que saque los pasajes. Y vamos  a sacar los pasajes y vas a volver, ¿me escuchaste? ¿Qué es esto de enterarme por televisión que estás saliendo con un chico?, ¿qué es esto de no contarme? No puede ser. 

- Pero mamá...

- Ya no hay vuelta atrás Brianna. Lo lamento.

Después de decir eso colgó. Tenía que volver a Argentina. Tenía que dejar a Noah. 

Apareciste como un sueño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora