Capítulo Doce - Nuestro bebé creció.

1.3K 58 3
                                    

Otra vez las palabras de Noah me dejaron helada, pero esta vez era diferente, porque no me las estaba diciendo a mí. De alguna manera, eso que en su momento yo había querido, que era ver eso que él estaba pensando, pudiera estar pasando ahora. Y nuevamente, era como si el mundo se detuviera cada vez que él decía algo sobre mí. 

Tomé aire. Entré de repente en la cocina y los dos se sobresaltaron.

- Hola chicos.

- Hola Bri, ¿cómo anduvo tu recorrido por la casa? - Me dijo Lucas.

- Fue bastante largo porque me perdí en el camino de vuelta, pero por suerte ya pude encontrar el camino.

Los dos rieron y después Lucas se fue, diciendo que quería ver en qué andaba el resto de los chicos. Quedamos Noah y yo solos en la cocina. Se acercó a mí y me miró a los ojos. 

- Te dije que te iban a adorar.

- Tenías razón, lo tengo que admitir.

Me sonrió y se siguió acercando de a poco.

- Es muy importante para mí que los conozcas, ellos son como mis hermanos. - me dijo, bajando de a poco el volumen de la voz. 

- Son todos muy buenos, en serio, parecen personas increíbles.

- Y lo son.

En el rato que habíamos compartido juntos, con los chicos esta noche, me había sentido muy bien. Por un lado, había conocido a todas estas personas que además de ser aquellas personas que yo consideraba estrellas o ídolos, eran realmente buenas personas. Muy simpáticas, muy graciosas, muy abiertas y también muy interesadas en conocerme. Me había sentido muy bien haciendo, si puedo pensar en ello siquiera, mis primeros amigos en este país. Pero además, había sido muy lindo para mí estar con Noah en una situación grupal: las dinámicas de a dos cambian mucho en grupo y, ahora que estábamos los dos en un grupo un poco más grande, había cosas nuevas. Cuando hablábamos, Noah siempre estaba cerca mío y me miraba de vez en cuando. Me tomaba de la mano suavemente, sin preocuparse por que nos vieran los demás, me hacía a veces cosquillas en la espalda muy suaves y relajantes, y de a poco yo iba tomando confianza para hacer lo mismo, para intentar tener con él ese nuevo lenguaje corporal que estaba surgiendo en esta situación grupal. Creo que esto nos estaba acercando todavía más, como cada cosa que hacíamos. 

- Gracias. - le dije, cambiando un poco el tema. 

- ¿Por qué? ¿Comida gratis? - Lancé una carcajada.

- No, por dejarme conocerlos, son muy importantes para vos y me hace sentir bien que quieras que yo los conozca.

- Es que cada día que pasa te estás volviendo más importante para mí.

Me sonrió y luego se acercó y me dió un largo beso en los labios, yo pase mis dedos por su pelo y perdí la noción del tiempo. Volví a la realidad al escuchar una tos exagerada proveniente de la puerta de la cocina.

- Nuestro bebé creció. - Dijo Lance haciendo una mueca de llanto.

- ¡LANCE! - Le grito Noah sin sacar sus manos de mi cintura. Todos nos reímos.

- Lo siento amigo, pero tenía que decirlo.

- Estás loco.

- Lo sé - Dijo con orgullo - Bueno ahora den ideas sobre qué podemos hacer, no me quiero quedar acá viendo como los tortolitos se dan besos.

- Verdad o consecuencia, ¿qué les parece? - Dijo Harvey.

Y sí, ese juego tenía que ser, el juego con el que siempre termino diciendo cosas que quiero guardar. 

Apareciste como un sueño.Where stories live. Discover now