Apareciste como un sueño.

Capítulo Diecinueve - Malas noticias.

Notaba la expresión de Noah, algo no andaba bien.

- Peter, por favor, ahora no. 

- Lo siento Noah - dijo Peter  - pero tengo que hablar con ustedes de manera urgente.

- No entiendo nada. - Dije yo, preocupada, esperando que alguien me explique qué pasaba. Sentí una pelota de nervios en el estómago, había algo que claramente no estaba yendo muy bien.

- Esto es así, Brianna - empezó Peter, mirándome directamente a mí - No puedo dejar que nadie te vea con Noah. Es más por tu bien que por el nuestro.

- Eso no es verdad. - Reprochó Noah mirando hacia el frente, apartando la vista de Peter.

- Bueno, es para el bien de los dos. Por eso su relación tiene que limitarse a lugares privados. No pueden estar ahora acá, hay mucha gente, hay fans en la puerta todo el tiempo. Necesito que se vayan a otro lado, tienen que volver a donde estaban antes.

- ¿O sea que solo nos podemos ver si Noah viene a mi departamento, ni siquiera yo puedo ir a su casa? - pregunté yo, entre nerviosa y enojada. 

- No, te repito, hay fans en la puerta todo el tiempo. La única manera sería que él te vaya a buscar.

- No es justo. - Dijo Noah. 

- Ya lo sé. - dijo Peter, se notaba que no le gustaba estar pasando por esta situación a él tampoco - Pero estas son las consecuencias de ser la boy-band más famosa del momento Noah, lo lamento.

No me gustaba nada lo que estaba escuchando. No me gustaba, me hacía enojar y, en el fondo, en realidad, me hacía mal. Me lastimaba. Saber que perjudica a Noah que lo vean conmigo, que él tiene que preocuparse en venir a verme si queremos estar juntos, que ni siquiera yo podría ir a donde él está. Mis ojos se llenaron de lágrimas pero traté de contenerlas y hacer como que nada pasaba.

 - ¿Ya podemos irnos? - Noah preguntó impaciente.

 - ¿No te vas a quedar a comer pizza con los chicos? - Preguntó Peter, confundido.

- No si ella no puede venir conmigo. 

- No hay problema Noah, yo vuelvo. - Dije yo para que Noah no se sintiera presionado por eso.

- Claro que no. Vamos juntos.

Le mostré una sonrisa falsa y despedí a Peter antes de que se bajara del auto. Tomé aire profundamente, lo retuve y luego exhalé. Qué situación tan fea. Me pregunto si las relaciones de los otros chicos de la banda también se vieron envueltas en estos problemas. ¿O es porque hay algo en mí que no se ve bien en relación con Noah? La vida de la gente famosa siempre me ha parecido una locura: tienen muchas cosas buenas, sí. Mucho éxito, mucho dinero, mucha gente que los quiere y los apoya. Pero, ¿a qué costo?, ¿dónde queda la vida privada? Los juegos, las risas, la amistad. El amor. ¿Dónde quedan esas cosas que las súper estrellas no quieren mostrar?, ¿hay algún lugar seguro para ellos?

Noah me miró con una expresión de tristeza y entrelazó sus dedos con los míos. Mantuvimos la mirada entrecruzada unos segundos, y pude ver que él también estaba pensando en silencio. Me pregunté que era lo que estaba pensando, me pregunté  si había algo que yo pudiera hacer para mejorar la situación. 

- Lo lamento mucho, mi amor. En serio, no quería que esto pasara. Haría cualquier cosa para que fuera diferente. 

Me apretó más fuerte la mano y algo en mí se quebró: no pude más y rompí en llanto.