CAPÍTULO 21

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*no sé si os habréis dado cuenta pero dos mechones de su pelo forman un corazón. ¿Soy la única que lo ve? ¿Sí? Así lo amo*

Narra Kellin:

Hacer las paces con Vic fue un gran regalo.
Permanecimos sin hablarnos dos días y fueron los peores. Vic se convirtió hace tiempo en mi mejor amigo y mi compañero de tonterías y bromas.
Estuvo bien recuperarlo, pero todo tiene que tener su parte mala.

_______ y yo no sabíamos que hacer. No podíamos permitirnos mentir a Vic, lo queríamos demasiado. Tampoco era un opción separarnos y hacer como que nos odiábamos, puesto que esa farsa no funcionaría.
Así que mientras se nos ocurría que hacer optamos por lo primero. Desgraciadamente tuvimos que recurrir a engañar a Vic.

Siempre debíamos ir con el mayor cuidado. Aunque al menos era un alivio que los chicos de la banda lo supieran y prometieran que no saldría nada de aquel autobús.

Pero solo con una condición, poder burlarse de nosotros cada vez que les diera la gana. Nosotros aceptamos encantados, no creímos que sería para tanto.
Pero Jesse y Justin eran muy pesados y enseguida tuve que recurrir a la fuerte bruta para callarlos. Gabe y Jack estaban más a lo suyo aunque una que otra vez comentaban algún chiste sobre la pareja que hacíamos.
Eso siempre ponía a ________ incómoda puesto que no éramos nada oficial.

Aún así le aseguraba que no me veía con ninguna de las chicas de antes. Adoraba cuando se ponía celosa o le entraba la inseguridad. Aunque esto último no lo comprendía del todo. ¿Cómo una chica como ella podría pensar que no era perfecta? Que había otras que carecían de ropa que eran más sexis.
Yo personalmente ya no consideraba nada de eso sexy. Lo que sí me ponía loco era verla a ella con una de mis camisas que le llegaban hasta la mitad del muslo.
Ella comprendía la mirada que le lanzaba cada vez que las vestía, por lo que comenzó a robarme la ropa constantemente solo para alardear acerca del efecto que tenía sobre mí.
Como todo mi cuerpo se ponía rígido y solo quería tomarla por esa pequeña cintura y atraerla hacia mí para nunca dejarla ir.

Pero sobre todo, amaba que cuando se sentía triste por Gerard viniera a mi pequeño búnker a dormir y reconfortarse con mi abrazo.

Era un grato honor ser el que tenía  el poder de calmarla y decirle que todo se arreglaría y solo confiara en mí.

Nunca me sentí de así.  Normalmente tenía miedo y temores acerca de las miles y miles de maneras diferentes que encontraría para cagarla. _______ enseguida lo captaba y me rodeaba el cuello con sus brazos susurrándome que hacía genial, que no debía preocuparme.

Desde que le hablé sobre parte de mi infancia era más compresiva y cariñosa. La verdad es que no le conté toda puesto que aún no me sentía preparado para enfrentarme a ello.
Si lo decía en voz alta lo haría más real y no quería decaer pensando en el hogar roto en el que viví.
Ni siquiera los chicos conocían mucho sobre esto. Les conté que cuando me sintiera preparado les hablaría de ello. Ellos me comprendieron. Pero ese día nunca llegaba.

-¿Cuándo llegamos? Me duelen las piernas Kellin. Quiero una pizza, estirarme, respirar el aire de la calle- puse los ojos en blanco ante la impaciencia de Justin- Me aburro. Quiero salir. ¿Cuándo llegamos? Me aburro.

-Enserio Hills, pareces un niño pequeño. Estas insoportable. Y no me preguntes a mí cuanto queda, no tengo la menor idea.

Él bufó poniendo morritos enfadados y tomó el móvil para llamar a alguien. Instintivamente reconocí el tono de llamada de mi teléfono. Me levanté hasta llegar al origen del sonido que extrañamente procedía de la parte delantera, donde el chófer.
Comprobé la pantalla y efectivamente era el idiota de Justin.

I Miss You (Kellin Quinn y Tú)Where stories live. Discover now