Capítulo 16.

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Jueves por la mañana. Un nuevo día comienza con los matutinos mensajes del grupo de WhatsApp de los chicos. Harry y Perla han ido a pasar el día con la familia de él, volverán al atardecer. Melanie, Liam y Louis han decidido ir de compras, mientras que Zayn, Daniela y Niall siguen durmiendo, tan perezosos como siempre.

Menos mal que Daniela tiene el mismo horario que Melanie y yo en la universidad, sino no se qué sería de ella madrugando.

Las tres decidimos estar en la misma carrera universitaria, ya que compartimos vocación por los niños. Perla decidió estudiar periodismo. Le encantan los chismorreos y desde pequeña le apasiona ese mundo. Los chicos, sin embargo, se dedican a su música. Han cantado un par de veces de manera anónima para algunos eventos privados y persiguen todas las ofertas de discográficas que encuentran para meterse en esa profesión. Es maravilloso que cinco amigos compartan la misma pasión por la música y puedan trabajar juntos en ello.

Estoy acabando los últimos retoques de mi aspecto antes de salir a trabajar. Hoy ha refrescado un poco, así que decido ponerme una sobrecamisa.

La cafetería queda a unos 5 o 10 minutos de casa, así que no debo apresurarme demasiado

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La cafetería queda a unos 5 o 10 minutos de casa, así que no debo apresurarme demasiado.

Al entrar al local, recojo mi pelo en una coleta de caballo para estar cómoda, me pongo el delantal y empiezo a atender a los primeros clientes que llegan.

La mañana pasa entre macchiatos, muffins y algún que otro croissant. Todo tranquilo por ahora.

Llega la hora del cierre y mi jefe ha decidido irse media hora antes, por lo tanto debo cerrar sola. Barro un poco el suelo, limpio las mesas y sillas y reviso la caja, contando que no falte dinero. Una vez está todo en su sitio, apago todas las luces del local y salgo para cerrar la puerta con llave. Inmersa en mis pensamientos, no me doy cuenta de que alguien se ha posicionado detrás de mí hasta que me doy la vuelta.

- ¿Hola? - digo algo extrañada y asustada. Un hombre que se me hace bastante conocido está mirándome curioso, más cerca de lo que yo querría. Es bastante alto y musculoso, y me causa curiosidad el tono negro de su ropa. Podría asegurar que hasta su ropa interior es negra.

- Buenas tardes, señorita. ¿Usted es la dueña del local? - dice en tono burlesco.

Por un momento temo que se trate de un policía, pero al instante esa idea se esfuma. Siendo realistas, poca pinta tiene este chico de ser policía. Más bien tiene pinta de ser esa persona a la que la policía persigue.

- No, lo siento. El dueño salió hace un par de horas. ¿Necesitaba algo?

- No te preocupes, lo que buscaba lo tengo justo en frente. Un placer volver a vernos.

Hace una reverencia inclinándose hacia mí a la par que me guiña un ojo. ¿Qué acaba de pasar? Tras el acto, da media vuelta y desaparece al doblar la esquina.

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