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«calma, su corazón se detuvo un momento. Pero ahora está bien, sólo necesita sangre.»

ALEC
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Eso lo explica todo, el dolor fue por que el corazón de mi are a alma se detuvo, pero los Ángeles se apiadaron de mi. Mi Magnus estaba con vida, sólo necesitaba sangre.

Me volví, notando por primera vez al resto de personas allí.

-nosotros donaremos-dijo Tessa, la amiga de Magnus. En nombre de todos.

Allí se encontraban Simón junto a Izzi, Clary, Jace, Tessa, Jem, Ragnor, Raphael, Julián, Emma, Luke, Jocelyn, Maia, incluso Lily Chen.

Todos estaban dispuesto a salvar a mi gatito.

Ahora sólo quedaba esperar que Max despierte y Magnus se recupere.

«un mes después»

Magnus se recuperó y salió del hospital

Pero Max.... el no despertaba.

Todos los días los hermanos Lightwood se turnaban para cuidar de él, y que no este sólo cuando despierte. Sólo los domingos lo cuidaban todos juntos.

Hoy era domingo. Izzi estaba al lado de Max acariciando su cabello, ahora respiraba por si solo, eso era una mejoría. Jace y Clary estaban en la ventana observando a Izzi, y Alec estaba junto a la puerta con Magnus.

Todos sumidos en el silencio esperando, como todos los días, sólo esperando y.....

Las pestañas de el pequeño Max aletiaron, como pequeñas y frágiles mariposas. Lentamente abrió los ojos, las lagrimas recorrían el rostro de Izzi. Jace y Alec, parecían a verse congelado. Clary salió corriendo, en busca de un médico.

-l-los amo.....-fue lo único que Max dijo, dedicandole una mirada a cada uno de sus hermanos.

Y cerró los ojos, la máquina marcó su falta de latidos. Inmediatamente entró el médico seguido de Clary y muchos enfermeros. Los chicos vieron como intentaban reanimar a su pequeño hermano, lucharon por quedarse junto a él. Los sacaron a la fuerza.

Jace rompió en llanto, un llanto silencioso, aferrandose a Clary. Alec se sentó en el suelo ocultando su rostro entre sus piernas y abrazandolas. Magnus sabía que era mejor dejarlo pensar, sólo. Luego lo consolaria, fue con Izzi, que se deshacía en sollozos.

Treinta minutos, treinta infernales minutos. Pasaron, sin saber nada de Max. Cuando el médico salió.

Y nos dio la noticia, y ahora los Lightwood habían perdido un integrante.

Izzi no volvió a decir ni una palabra más, sólo llorar. Estaba como en shock, Simón llegó a recogerla. Los chicos se encargarían de todo para el funeral del pequeño.

Alec nunca ni en sus peores pesadillas hubiese pensado en enterrar a alguno de sus hermanos, se supone que debió haber sido al revés. El niño tenía mucho por vivir sólo tenía 9 años.

Y Magnus se sentía culpable.

DuelesWhere stories live. Discover now