epílogo B

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Horas pasaron para que el médico que atendía a Magnus, saliera y nos dijera su estado.

—familiares de Magnus Bane— todos se levantaron, Isabelle, Jace, Robert incluso con dificultad lo hizo Alec.

—el señor Bane, salió muy bien de la operación, aún hay que esperar a que su cuerpo sane pero ya pasó lo peor— nadie pudo contener la emoción. Las lágrimas traicionaron a Alec, la enfermera informó que Magnus estaría en observación unas horas y luego sería transferido a una habitación.

—Alec ve a casa, descansa— le pidió su padre.— él estará bien, yo me quedaré, en caso de que necesité algo.

—no, no me iré hasta que despierte— Alec estaba seguro de su decisión.

—cuando despierte estará bien, pero tu te ves un desastre— era verdad, Alec parecía un muerto viviente, con la ropa sucia y con algo de sangre, con los labios desechos y partidos, los ojos rojos y grandes ojeras, su cabello estaba muy sucio.  — se preocupara por ti cuando te vea así.

—Estás un asco, hermano mayor— dijo Isabelle pasándose al lado Alec, poniedo sus dedos sobre su hombro para verificar que estaba lleno de polvo— le puedes causar una infección, vamos a casa a que tomes una ducha.

Alec no tuvo más remedio que acceder, por el bien de él y Magnus.

Horas después,  fuera de peligro, Maggs despertó viendo al pelinegro recostado a un lado de la camilla, sujetando su mano. Con un poco de dificultad, Magnus acarico su cabello.

–hola...– hablo con dificultad. Su garganta se sentía como lija, su amado le tendió un vaso de agua.– Gracias.

–¿Cómo te sientes?¿Te duele algo?– la preocupación de Alec era realmente tierna.

–estoy bien– el moreno, sonrió– ¿Qué tal tu día?

Así pasaron muchas horas conversando de trivialidades. Omitiendo claro los actos suicidas de Alec.

***

Tres meses después

Isabelle nos pido que la acompañemos a su control pre-natal. Caminábamos detrás de ella tomados de la mano, todos sus resultados estaban perfectos, en unos meses su bebé estaría con nosotros.

–¿Que quieres comer Iz?– comeríamos fuera, ya que cuando el bebé naciera, ella estaría muy ocupada, al menos los primeros meses.

–Quiero mariscos, pero ¿Podemos pasar por neonatos antes de irnos?– debes en cuando venía al hospital conmigo a visitar a Cat pero su parte favorita era ir a neonatal. Ambos asentimos y tomamos el caminó hacia allí.

Valentina, trataba de toda costa de calmar a un pequeño revoltoso, él cual no paraba de llorar.

–Por favor, cálmate– pedía ella, la desesperación era clara en su mirada, parecía a punto de llorar.

–Val, ¿Que sucede? ¿Está enfermo?– yo lo veía muy bien y podía asegurar que tenía buenos pulmones.

–lleva tres días llorando descontroladamente, solo se calla cuando el cansancio lo vence– ahora comprendía su desesperación, al entrar aquí, ya habíamos pasado por el proceso de desinfección, por ello le extendí mis brazos en señal de que me lo diera.

–querida, descansa. Lo acunare un rato– ella me lo entregó y poco a poco el bebé se fue calmando.

–Wow, es increíble. Ninguna enfermera logro calmarlo, tu lo tomas y ya se estuvo– solté una pequeña risa, sin tanto llanto y alboroto, me permito apreciar su rostro. Alec se acerca a mí por detrás y apoya su barbilla en mi hombro, obsevando al bebé igual que yo.

– es tan lindo– le dije– se parece a ti- es verdad, compartían el color de ojos y de cabello.

– tiene tu color de piel– dijo él.

–chicos...– nos interrumpió Vale– odio arruinar tan lindo momento pero bueno... Ese bebé es ahora huérfano y lleva días llorando como si extrañará a su madre... No tiene familia quien lo cuide... Se ha calmando con ustedes... En realidad es solo una sugerencia... Se ven muy lindos todos juntos.

Mi risa cortó sus balbuceos– ¿Que opinas Alec?– yo estaría maravillado con un bebé, pero está desición es de ambos.

–me parece perfecto ¿Y tú?– esto era increíble.

–¿Cómo comenzamos los trámites de adopción?

***

3 años más tarde

-Max ¿Donde esta papá Alec?– Magnus le pregunto a su hijo.

– en el jadín– lo dejo continuar jugando mientas iba en busca de su esposo. Lo encontro perdido en sus pensamientos, sentado bajo el árbol del patio. Se acostó sobre su pecho, sin decir nada, últimamente Alec se perdía así.

–Gracias– dijo de repente, Magnus entendió lo que ese gracias comprendía. Era el agradecimiento por todo lo vivido juntos.

–te amo–dijo en respuesta.

Fin








Aclaro que esta parte ya estaba escrita solo que soy medio estúpida xd.
Creí que la había publicado hace meses y en realidad estaba en borrador.

Gracias por su apoyo, espero les haya gustado y lamento su el Epílogo A los hizo sufrir, por qué a mi si.

DuelesWhere stories live. Discover now