10: Apodos

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Natalia P.o.V

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—¡Achiú!

OTRA VEZ.  Di un respingo y miré hacia el lado de donde había salido el estornudo. Parecía ser que Carlos no era el único resfriado.

—¿Te has resfriado, Alba?—Mamen se acercó a ella, dándole un pañuelo—.

—¡Gracias! No creo que sea eso, qué va—alargó las vocales y luego se sonó la nariz—Seguro que es solo un día raro.

—Claro, estando ya en noviembre y con el tiempo así de tonto como está últimamente...¡Bueno, espero que se quede en un catarrillo pequeño!—le sonrió y volvió al centro del pabellón—¡Sigamos! Cerrad los ojos bien, debéis concentraros y respirar hondo...así, muy bien, África...

Las clases de Control de Poder incluían meditación, por lo visto. Según lo que nos explicaba Mamen, equilibrar mente y cuerpo era vital para desarrollar nuestros dones de una forma versátil y con facilidad. Y si lo decía Mamen, es que era así.

Pero la cosa es que era difícil concentrarse si se tenía a un chaval al lado que tenía un resfriado constante, como era Carlos—por culpa de su poder—, y gente como Alba, que tenían un día también congestionado.

Aún así se hizo el intento. Cerré los ojos. Respirar, expirar...Soltar el aire por la boca...

Sentir todo mi cuerpo...Bajar las pulsaciones...Llegar a la calma...

Eso es. Ya est-

—Maaamen, mis piernas se han quedado dormidas y me hormiguean...

Me cago en mi vida.

Abrí un ojo, suspirando. El reclamo de cachorro de Alba hizo que la profesora fuese en su ayuda. Al sentarse con los pies cruzados se había quedado encallada en aquella postura. Una niña de cinco años sí es.

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Tras aquella pequeña interrupción, la clase transcurrió sin problemas, salvo el momento en el que nos quedamos todos descolocados cuando Mamen comenzó a 'hablar' con un pájaro que había entrado por la ventana. Sí, hablar. Por lo visto nuestra profesora, tenía el don de comunicarse con los animales. Y nosotros nos enterábamos ahora.

—Qué fuerte me parece—pensó en voz alta Julia cuando íbamos de camino a los vestuarios—Osea, puede hacer la coña de 'me lo ha dicho un pajarito'. Con tó su toto.

Una risilla se me escapó. Julia era de todas la que mejor sentido del humor tenía, en mi opinión. Los que estaban delante de nosotros se carcajearon.

—Julia, ¿en serio eso es lo que sacas en claro de todo esto?—Sabela la miró con las cejas en alto—.

—Me parece el dato más importante de todos—sacó pecho y barbilla, orgullosa de su opinión—.

—Eres más pava...—riéndose, Sabela le pinchó los mofletes con el dedo, haciendo que Julia respondiese con un intento de cosquillas en su costado—.

La gallega pegó un chillido mientras huía de los malvados cosquilleos de la otra. Rodé los ojos. Últimamente estas dos estaban muy tontas. Más de lo que se está acostumbrada en esta academia.

—¡Natalie!—NO, JULIA. Apodos, no—¡Ayúdame a atraparla!

Sonreí, y enseñándole con toda elegancia el dedo corazón, me metí en uno de los cambiadores con mi ropa.

Heroes Of Our Time // AlbaliaWhere stories live. Discover now