🖇 ; 12.-

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Drama.
parte uno.

Los días habían pasado lentos y tortuosos, tal y como eran cuando fue secuestrado. Las chicas de la casa lo evitaban a toda costa, hablándole sólo lo justo para llamarlo a comer, darle ropas nuevas o informarle de la llegada de Yoongi.

El pelirrubio no había vuelto a pisar el salón solo; estaba prohibido para él volver a aquél lugar sin supervisión desde el incidente que conllevó a su fuga casi perfecta.

Jungkook no llamaba ni texteaba. Suponía que tenía que ver con la decepción de haber ayudado a alguien que no quería ser salvado.

Y ahí se centraba el problema: Park Jimin ansiaba ser salvado de las llamas del infierno. Por más ardiente y seductor que fuera el fuego, él seguía clamando por alivio  desesperadamente, en silencio.

En secreto.

[ ♡ ]

Un par de horas en la mente del pelirrubio y probablemente te habrías suicidado. El chico parecía vivir en constantes batallas consigo mismo para descubrir qué era lo que realmente quería.

A Yoongi.
A su libertad.

Estaba tan aburrido de holgazanear en su habitación esperando a su captor que decidió salir. Total, sólo sería un rato, ¿no?

Sus pies avanzaron con rapidez y sus manos fueron delicadas al momento de cerrar la puerta. No quería ser atrapado por alguna de las chicas y que luego el pelinegro se enojara con él. Aunque, pensándolo bien, no le vendría mal un polvorín de reproche.

Se volteó y caminó por los pasillos, pavoneándose a sus anchas y husmeando a lo largo de la gran casa. No entendía bien de qué iba todo, y aunque intentaba recordar la noche fatal en la que intentaron abusar de él; no había en su memoria ningún indicio de ahí que le ayudara a descubrir de qué era el trabajo que hacían en la casa.

Subió hasta el último piso con curiosidad, esquivando las miradas cautelosas de los guardias en cada esquina. No quería ser descubierto hasta hallar algo que saciara su sed por saber.

De pronto, una voz vagamente conocida llenó el pasillo y atinó a esconderse al lado de un mueble, aguantando la respiración.

— Un placer hacer negocios contigo, Yoon.

Alzó su mirada con confusión, demasiado nervioso ante lo que iba a ver a continuación. Logró asomar una parte de su rostro lo suficiente como para poder observar con una libertad decente. A unos metros de él, se encontraba Yoongi de espaldas dándole la mano a... No.

No puede ser.

Ahogó un jadeo de sorpresa ante la vista. Traje blanco, tez morena. Ojos oscuros y fríamente seductores. El hombre que había intentado abusar de él.

JongIn.

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volví de la muerte, aHRE.
no les mentiré más y les diré que no sabía cómo continuar la historia con mis planes iniciales, así que andaba dando tumbos por aquí y por allá. Volví por los comentarios bonitos que dejaban y y y ya no las abandono más TT.

¡A VOTAR Y A COMENTAR!

issues ➳ yoonmin [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora