issues ➳ yoonmin [+18]

🖇 ; 4.-

Sex.

Advertencia de capítulo con contenido sexual explícito.

La respiración de Jimin quedó suspendida dentro de su cuerpo; detenida frente a su captor, como si estuviera asustada de continuar en movimiento. Un sonrojo tierno e infantil invadió sus mejillas rellenas y sus ojos brillaron con una ilusión casi apasionada; pero sólo duró unos segundos, porque él se dio cuenta del peso que cargaban las palabras del desconocido que yacía junto a él.

Los belfos de Yoongi se elevaron en una esquina, enseñando poco a poco su blanca y perfecta dentadura.

Era una sonrisa de advertencia. Una sonrisa que gritaba el peligro al que se estaba sometiendo el rubio.

— ¿Fo... Follar?

Un tartamudeo de sonido torpe interrumpió aquel intercambio de miradas entre ambos chicos, elevando la temperatura que hasta ese entonces, joder, quemaba.

— Y te gustará, nene. — afirmó con una confianza astronómica.

El sonido de la puerta abriéndose captó la atención del menor, sin darle siquiera tiempo a responderle por su osadía, y justo en aquel instante, dos de las mujeres que ayer acompañaban al hombre junto a su cama ingresaron a la habitación en plena desnudez.

El rubio por primera vez en su vida pudo apreciar piernas lisas y muslos suaves, perfectos ante cualquier vista. Por primera vez pudo observar pechos ridículamente perfectos, porque los senos de ambas mujeres parecían dos melones redondos y juguetones, pidiendo a gritos ser mordidos o chupados.

El de piel más pálida sonrió abiertamente ante la presencia de aquellas diosas (según Jimin) sexuales. Lucía cómodo, acostumbrado a la vista y casi nada sorprendido. Todo lo contrario al de cabellos tan rubios como el trigo, que abría y cerraba su boca con nerviosismo.

— Lo vas a disfrutar.

Y entonces, sin previo aviso, los labios del pelinegro chocaron contra los propios con pasión y desenfreno. Era un beso cargado de interrogantes y respuestas falsas, sin sentido. Ambos de cuestionaban porqué lo habían hecho; porqué la cavidad bucal ajena sabía a gloria y porqué sus pulmones piden aire si ellos, en realidad, no se querían detener. Lenguas húmedas y blandas jugaron a bailar una danza interminable de reconocimiento torpe, experto, caliente.

Sus labios parecían hinchados y teñidos de rojo, con la saliva colgando seductoramente hasta caer por sus barbillas. Era beso animal; un beso que exige y llora, porque Jimin está condenadamente asustado, y el de piel pálida no parecía interesado en aquel pequeño detalle.

No cuando su polla iba a explotar.

Ambos apartaron sus cuerpos en busca de recuperar la respiración que perdieron en aquel beso tan intenso, reflexionando sobre lo que acababa de pasar. Pero el rubio no tuvo mucho tiempo para hacerlo. En absoluto.

Yoongi había salido como diablo en busca de almas por aquella puerta – la única existente en la habitación –, y lo dejó solo junto a las mujeres desnudas y un espejo gigante.

Nadie hablaba. Nadie en la habitación sabía qué decir, pero sí qué hacer, y Jimin pudo sentirlo. Pudo ver las intenciones ajenas en aquellos ojos calculadores y lascivos.