consejos de infidelidad;

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La música clásica de fondo, los finos acordes, el conjunto de un par de instrumentos, de cuerdas, teclados y artistas haciendo una obra de arte perfecta para tus oídos, tan sublime, tan etérea, algo que realmente le gustaba oír a JaeBeom.

Ambos estaban en la sala, escuchando la obra, tan tranquila, tan perfecta.

—Es de dos cuartos— respondió el menor.

Estaban en el aula de clase, analizaban los ritmos de las melodías, con el objetivo de entrenar los oidos de Mark.

—No, escúchala bien y mueve tus dedos, no puede ser dos cuartos— regañó— si fuese de dos cuartos la música iría al doble de ritmo.

—Entonces de cuatro cuartos— un sonrisa burlona se apareció en los labios de JaeBeom, porque sabía a la perfección que lógica había usado el menor.

—No cuenta, te di la respuesta.

—¿¡No me lo va a contar como buena!?— preguntó indignado.

Aún si sabía que JaeBeom estaba en lo cierto no iba a quitar el dedo del renglón para que la contara como buena, no podían culpar a su inteligencia, es decir, su profesor podrá sar pistas pero él fue quién respondió de todos modos.

—No, así que cambiemos.

Su profesor estaba dispuesto a cambiar la canción, cuando de la nada un ruido bastante conocido se hizo presente.

—JaeBeom ¡Hola!— BamBam de nuevo, luciendo un par de zapatos totalmente extraños, como siempre.

—¿Cuándo dejarás de usar zapatos así?

—Cuando ya no me gusten, ¿sabes? He pensado que debería ser mejor recibido, cada que me aparezco parece que quieres correrme con una pistola en mano.— se quejó.

Mark por su lado miraba curioso a la escena ante sus ojos, la pose con bastante ego del otro, sus lentes de sol, aquel traje que le ajustaba perfectamente y esos zapatos extraños que tenía puestos, recordaba a ese hombre, era demasiado único para olvidarlo.

—Bien, hola, ¿Contento?

—Podrías ser más lindo, Beommie.— recriminó.

El mayor por su lado mostro la poca paciencia que le tenía, sus orejas se colorearon rojizas por la exasperación de tener que soportarlo, además de la verguenza de saber que lo llamó así frente a su estudiante..

—Estoy dando clases... ¿podrías... solo...?

—Ah no, ni creas que te vas a librar— anunció el chico de cabellos rojizos.

—Pero estoy en medio de una clase.— señaló a Mark.

El mencionado permaneció en silencio, y se sintió intimidado cuando su amigo lo observó.

—Oye, tú, cara de ángel.— le habló haciéndolo sentir apenado.— ¿Puedes donar tu clase? Si quieres puedes quedarte, algún día te servirá.

—¿De qué carajos hablas?— cuestionó JaeBeom mirándolo realmente desconcertado.

—De mi curso para detectar infieles, pedazo de alcornoque— lo hizo obvio, como si fuese la cosa con más sentido que nunca había dicho en su vida.

Mark tragó duro, y observó con cuidado al tipo con sobre-confianza, al parecer no era el único que guardaba aquel horrible secreto, pero al menos BamBam estaba haciendo algo al respecto, quizá no lo había dicho de forma directa pero aquello era más que una obvia señal.

No se quedaría solo observando, lo ayudaría.

JaeBeom no sabía porqué estaba ahí sentado en una de las sillas para sus alumnos, ni porque estaba tan tranquilo mientras miraba a ese par hablar entre ellos mientras al parecer se organizaban para darle clases, cuando era claro quién era el maestro aquí, para lo que él no tenía ni un poco de sentido.

¿Un curso para detectar si tu marido es infiel? Era una broma de mal gusto, pero sólo se sentó, expectante a lo que ahora harían.

BamBam tomó uno de sus marcadores y escribió lo más grande que pudo "programa para reconocer si tu marido es infiel".

El mayor soltó una risa. Las letras no podían mantener una línea recta, y no pudo lograr que el titulo se escribiera en un solo renglón. En definitiva para JaeBeom, Kunpimook aun era un niño.

—Deja de reírte —se molestó.

—Esto es ridículo, ¿Quieres también invitar a todos mis alumnos para que vean esto?— ironizó, haciendo que ambos miraran la letra escrita en la pizarra.

—No sería mala idea— susurró el pelirrojo.

—¡ni se te ocurra!— le gritó antes de siquiera acabar de pensar en la idea.

—Bien, bien, bien.

JaeBeom se quedó todo el rato frunciendo el ceño, al tiempo que los oía hablar a ambos, le sorprendió que Mark estuviese de acuerdo con ello, hasta el punto de pararse enfrente y participar activamente para explicar los puntos que hacen darte cuenta de una infidelidad.

Cambio de comportamiento, se porta de manera diferente a cómo solía hacerlo, puede que si no era cariñoso de la nada empiece a serlo, esto se debe a la culpa que están sintiendo, depende el caso.

Preocupación por la apariencia, decide hacer ejercicio, viste mejor que antes, se preocupa por verse mejor, más atractivo.

Actividades extrañas o anormales, más horas de trabajo, inscripción a algún club, equivalente a menos tiempo en casa.

Teléfono, mantenerlo lejos de tu pareja, poner contraseña o algo que indique sospechas.

Disminución de los encuentros afectivos/ sexo.

Elementos de dudosa procedencia, pueden ser tickets, facturas, algún recuerdo de algún lugar.

Todo eso fue lo que lo obligaron apuntar en una libreta, JaeBeom simplemente se reía de lo ridícula de la situación, sin tomarle mucha seriedad a los puntos que el par había señalado.

JinYoung no era capaz de tal estupidez.




















engáñame; jjp; markbeom [reescribiendo]Where stories live. Discover now