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JaeBeom, como siempre, esperaba por Park, a veces miraba alguna serie en la televisión, pedía algo de comer y6 esperaba tranquilamente a que su esposo llegase a casa.

Habían creado una rutina, bien posicionada, ninguno se quejaba y llegaban a ese punto monótono que rozaba con lo aburrido. Al mayor no le molestaba, se sentía completamente complacido con sus rutinas, conociendo exactamente que hacer o que no para lograr tener una relación equilibrada.

Hoy estaba un poco ansioso, se movía constantemente, miraba constantemente a la ventana esperando a su esposo, era un tema difícil si le preguntaban, su relación en este último tiempo se sentía tensa, pero no podía explicar con exactitud por qué.

Usualmente se le daba de maravilla tener una audacia para descubrir algo que sucedía, alguna preocupación o algún tema que era externo, su perspicacia siempre estaba latente, pero también se sentía perdido cuando se trataba de Park.

Aquel hombre era intrépido y astuto, conocía a la perfección a Lim, sabía como ser una tumba y ocultar sin mucho esfuerzo cualquier cosa, pero quizá, eso se debía al amor inmenso que Lim le tenía, como pasaba por alto todas las señales de las que debía tener cuidado y se entregaba sin miedo a él, porque confiaba sin miedo, sin importarle a equivocarse, así siempre había sido, así continuaba siendo.

JaeBeom lo amaba, como el primer día en el que se enamoró de él.

Las luces del auto de Park hicieron su aparición, el rostro de Lim se iluminó, y de la misma forma que un pequeño cachorro lo haría se levantó de su lugar, para esperarlo en la puerta.

Una de las cosas favoritas del mayor era recibirlo en la entrada, ver como sus ojos cansados se detenían de tener tanto en mente y le brindaban una pequeña sonrisa, le miraban con amor, al menos eso siempre creía.

Park entró, haciendo ese mismo gesto de siempre, una sonrisa, aunque a veces lucía cansada y agotada, un poco desgastada; a su esposo siempre le iba a parecer una de las cosas más hermosas del mundo.

—¿Día cansado? —saludó con una brillante sonrisa, como si su energía hubiese regresado de la nada.

—Algo así —respondió sin mucho ánimo—.

JaeBeom por instinto se acercó a él con la intención de besarlo, pero el contrario de inmediato alejó el rostro.

Últimamente se ponía renuente, no era la primera ocasión que algo así sucedía y eso hacía que Lim se sintiera desconcertado.

Quería besarlo.

Tocarlo.

Quería pasar los límites e ir más allá, saborear su piel degustarlo, verlo de la forma más vulnerable y audaz.

JinYoung sólo se alejaba cada vez más, era como si sólo su presencia lo molestase, como si ahora el contacto físico entre los dos fuese algo prohibido.

JaeBeom rodeo su cintura, lo apretujo sintiendo ese aroma ya común en él, aquel que se sentía distinto al que tanto le gustase, era como si le dijera que era a propósito.

Odiaba esa loción, era fuerte, no quedaba con él, ni con su personalidad, era sólo fuerte, en cambió su colonia favorita era una combinación de ambos mundos, suave, pero a la vez ruda, le encantaba, amaba despertarse con ese olor cada mañana.

Era verlo cambiar de una forma muy drástica.

Besó lentamente su cuello, provocando que su esposo soltase un suave gemido, dios extrañaba oírlo gemir.

Aun escuchando ese jadeo, pensando que tendría una victoria Park lo retiró, con un gesto molesto, cansado, tan abruptamente que ni siquiera pudo entender su excusa con claridad.

—No quiero que me vean con chupetones en la oficina.

JaeBeom no era fan de hacer chupetones ¿de dónde había sacado esa idea?

Tenían cinco años juntos, debería de saberlo, pero, aun así, lo dejo ir, quizá en otro momento se daría la oportunidad.

Realmente esperaba que tuvieran la oportunidad de volver a conocer sus pieles, a volver a sentirse como antes lo hacían.

Justo ahora, lo único que Park lograba era deteriorar la autoestima de su marido, provocaba que constantemente se preguntase si había algo mal en él, ¿Acaso ya no lo quería? ¿Ya no le gustaba tener sexo con él? ¿No le provocaba nada? ¿Se veía asqueroso para una sesión ahora?

Ni siquiera con una bola mágica obtendría una respuesta clara acerca de la situación que ocurría con JinYoung, por ahora solo debía aferrarse a la idea de que el trabajo lo agotaba lo suficiente para no querer acercarse a él; también convencerse que él no estaba ansioso y deseoso de tener algo más íntimo, pero, no importaba, debía dejar de formar ideas estúpidas en su cabeza, y sólo relajarse, debía poner como prioridad los deseos de Park.

Por el bien de su propio matrimonio debía relajarse y dejar de pensar demasiado en sus actitudes fuera de lugar.


engáñame; jjp; markbeom [reescribiendo]Where stories live. Discover now