sonrisa;

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:)

Estaban en el salón vacío, las puertas abiertas y el joven alumno y su profesor atendiendo a la clase introductoria de la clave de sol.

No decían mucho, no hablaban más allá de lo necesario, oyendo preguntas y respuestas, tan simples y sencillas.

Lim era un profesor recto, no hacía muchos gestos, casi parecía una tabla de madera, tan seco y poco sociable que le daban una especie de escalofríos.

Mark conocía todo tipo de profesores, era alumno, había pasado por todo tipo de maestros, pero nunca había visto un contraste particular. Usualmente los profesores jóvenes eran mucho más accesibles, divertidos, solían hacer conversaciones con facilidad. Lim era único en su especie.

 Caminaba de lado a lado por la gran aula que poseía, tenía esa manía de moverse mientras explicaba, de lado a lado, con las manos detrás de su espalda, luciendo particularmente concentrado en sus pensamientos y palabras.

No le molestaba prestar atención, oír esa voz gruesa y fuerte, escuchar sus zapatos resonar, chocando contra los azulejos un poco desgastados llevando cierto ritmo en sus pasos, manteniendo cierta seguridad en lo que hacía.

A Mark siempre le había llamado la atención la música, pero no pensaba en ella más que un pasatiempo, por ello había elegido un camino inclinado a la literatura, pero aquella pequeña espinita de aprender un poco más siempre había prevalecido por un buen tiempo.

  —Entonces —habló con fuerza—, estas pueden representar sonidos agudos,​​ y se presentan en dos posiciones: en segunda y primera línea.

Mark asintió, mirando como apuntaba al pequeño diagrama que dibujó en el pizarrón. 

Desvió su vista un pequeño segundo, nada grave, dirigiendo su vista a la salida, donde aún algunos alumnos pasaban, parte de ellos mirando con curiosidad el aula, otros pasando de largo, pero entre todos estaba ahí un pequeño grupo de alumnos conversando. Regresó la vista con poca interés, volviendo a oír la voz de Lim, quién se perdía en el tema del día, hablando algo relativo a un vídeo de aprendizaje que visualizarían.

Su vista regresó de nuevo al oír una particular risa, encontrándose con el inigualable: Choi YoungJae.

Cabello castaño, altura considerable, delgado, de piel pálida, ojos pequeños, que se perdían cada que sonreía, voz completamente única, una que a Mark le gustaba.

Sonrió levemente, sintiéndose afortunado de ver al chico que le gustaba, aunque sea de aquel modo.

Si le preguntaban a Tuan, no sabría decir cuánto tiempo llevaba enamorado de él, pero sí el momento exacto.

Estaba en primer año, era un poco despistado, y para estar en su segunda semana, seguía perdiéndose entre los pasillos y edificios de la escuela, preguntándose qué camino tomar. En ese momento YuGyeom aún no había ingresado a la universidad, todo por un par de papeleos que no había completado, así que debía ir solo, rezando por encontrar su edificio o salón.

Recordaba haberse topado con los ojos de Choi, con aquel lindo lunar debajo de uno de sus ojos, luciendo sorprendido de verlo tan perdido, para después ayudarlo a ubicarse en la escuela, su risa era envolvente, te hacía sentir incluido en la situación. Bromeaba, le dio muchas pistas y formas en la que él mismo se ubicaba en la zona, lo llevó a su edificio, hablando, compartiendo sus propias experiencias en el campus, había sido demasiado amable para su propio bien, enamorándolo en su primer encuentro.

A Mark no le gustaba cualquier persona, no le gustaban solo por su físico, usualmente llevaba un proceso largo y minucioso, tal como su amigo YuGyeom diría, era especial y analítico, pero Choi había sido la excepción a todo análisis tan profundo.

Posiblemente había una buena razón para que ello fuera así.

—¿El video es aquí o allá afuera? —preguntó sin una gota de gracia, sacando al alumno de su burbuja enamorada.

Dio un salto, fue tomado por sorpresa, se asustoó al oír ese tono firme y molesto.

—A...aquí —su voz tembló ante tal firmeza.

Sinceramente, más que agradarle o detestarlo, le daba miedo.

—Entonces la vista aquí —lo regañó, molesto—.

Lim negó, con poca paciencia. Estaba dándole su tiempo y el chico se estaba distrayendo, ¿A eso venía? ¿A hacerlo perder su tiempo?

Quizá no se hubiese dado cuenta, pero era un profesor que prefería de hacer participar a sus alumnos, claramente aplicó la táctica con su discípulo, pero este no había respondido en ninguna de las ocasiones que lo hizo, causando que perdiera su propia paciencia.

—Perdone profesor —habló apenado—.

Le miró, notando que ciertamente tenía cierta vergüenza por su propia acción, negó, soltando un suspiro cansado, dirigiendo la vista a dónde estuvieron los ojos de su alumno previamente, notando con mayor exactitud lo que miraba.

—Viene a aprender, no a mirar a su noviecito —recalcó, haciendo que Mark se notara apenado y avergonzado del asunto.

—Pero… —empezó a tratar de corregir el asunto—, no es... mi novio —corrigió, haciendo que JaeBeom lo mirase con burla debido a su respuesta.

Negó, pareciendo divertido del asunto, claramente sabía que el chico no era su novio, solo había usado la expresión para llamar su atención, pero aquel chico lo tomó demasiado en serio.

—Dios, dame paciencia— soltó aun con una pequeña sonrisa, colocando de nuevo el video.

Mark notó su reacción, sin pasar de largo que aquella era el primer signo humano que salía de él. Una risa, tan vivida y sincera, algo que pensó nunca en su vida ver, tomándolo por sorpresa, haciéndolo sonreír también.






engáñame; jjp; markbeom [reescribiendo]Where stories live. Discover now