Capitulo 19-. Mi fin

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Narración Omnisciente

La estrella se puso tan tensa, que ya no sabía en donde correr, un grupo de niños y niñas la rodearon, pues sabían que ella podía escapar, pero ahora en medio del bosque, donde ahora sí, nadie la podrán ayudar.

Es hora de apagar a la estrella fugaz.

Sus miradas amenazantes se posaron en aquella asustadiza chica, pues ahora sí, podría ser su fin, su vida fue buena, pero ahora es un desastre y ella misma lo sabe.

Desconocida-. Ahora... Sabemos que si estas aliada con ese maldito demonio, no has cambiado nada, eres una traicionera... Mereces morir... - Saco una cúter, y poco a poco sacaba la navaja de aquel plástico.

Mientras que ella retrocedía, choco en aquella estatua del demonio, solo lo miro con ojos llorosos, sabía que este sitio va a ser su fin, al menos con alguien que al menos la escucho en sus peores días.

Mabel-. L-lo siento... - empezó a decirle en un leve susurro hacia la estatua de aquel demonio, para que lo escuchara al menos el.

EL primer grupo empezó a acercarse hacia la estrella fugaz, ella aun así quería correr, tenía tanto miedo de que esas niñas fuera las que ocasionara su peor pesadilla, ningún adiós le pudo decir a su familia.

Aun pensaba en aquellos errores que anteriormente cometió, pero aun sabía que podia arreglarlos, pero hay personas que aún no sabe perdonar.

Desconocida-. ¡No corras! – agarro con mucha brutalidad la muñeca de la estrella para empujarla de nuevo en donde estaba la estatua del demonio.

Cuando ya estaban en la estatua, solo la empujaron con fuerza para que cayera enfrente de la estatua, las pequeñas gotas de sangre empezaron a salir en las rodillas, un pequeño quejido salió en su boca, cuando menos se lo esperaba, el filo de una navaja rozo en su mejilla.

Mabel-. Puedo arreglar lo que hice, por favor, yo ya no he hecho nada malo... ¡Por favor! – gritaba ya desesperada, sus ojos estaban pequeños, no sabía qué hacer.

Desconocida-. ¿Enserio lo quieres arreglar? Pues es lo que estamos haciendo... Vas a arreglar los errores, pero el error más grande que has hecho es nacer – la agarró del cuello, sentándose encima de ella, ahorcándola la miraba con esos ojos, llenos de furia, pero la soltó.

Desconocida-. Pero no solo eso, tienes que sufrir, como todos hemos sufrido por tu culpa, y no te puedes negar, muy bien lo sabes – agarro una de sus muñecas, y empezó a cortar sus brazos.

Los gritos de desesperación de aquella estrella, empezó a oírse en el bosque, las risas de algunos niños también se oían, se divertían con el sufrimiento, pues parecían que en verdad tenían tantas ganas de que aquella estrella muera.

Otros chicos, empezaron amarrar sus piernas, aunque no fuera suficiente, con un alambre de púas, lo cual realmente empezó a lastimar y a cortar las blancas piernas de Mabel, pero por más que se movía, más le cortaban las piernas, por lo que tuvo que contener su dolor, pero no era suficiente.

Mabel-. ¡Dipper!... ¡Tíos!... ¡Soos!¡Ayuda!... Alguien... - Seguía gritando, para nada del mundo se callaría, porque tenía más que miedo, no quería morir.

Desconocida-. ¡Cállate! – un puñetazo recibió en el labio, donde no tardo en sangrar, y su boca empezó a llenarse.

Pero, ya nadie la escuchara, la única persona esta encerrada en una estatua sin poder salir, mientras que el tiempo pasaba, más sangre salía de su cuerpo, su piel, se ponía cada vez más blanca, se ponía tan débil, ya no tenía tanta fuerza para pelear.

Sus brazos tenían palabras talladas por la navajas de sus enemigas.

Error, monstruo, estorbo, demonio.

Entre más palabras, que no se pueden imaginar, ella lleno toda su cara con lágrimas, mientras que aún estaba gritando de dolor, pensaba que su vida por fin acabaría, pero no de la forma que le hubiera gustado.

Desconocida-. Ahora, si quieres ayuda, pues nosotros también queríamos, al contrario de ti, tu hermano, tu familia nos ayudó, pero nunca fuiste tú, eres una maldita, pensando que todos lo iban a olvidar, que todos te iban a perdonas, pero no, eres un gran error, espero que ahora si mueras... - el cúter que tenía... lo había encargado en el estómago de la estrella

Un grito tan desgarrador salió de la boca de la estrella, mirando al cielo, donde podia ver su fin, desangrando poco a poco, solo escuchando las risas de cada uno de los que estaban en ese lugar, nadie se preocupaba por ella.

"¿Así tiene que ser mi fin?... Lo siento familia... Dipper, Tíos... No regresare a casa..."

Su único pensamiento era ese, mientras que aun veía como la seguían lastimando, no pareciera algún fin, pero ella no sentía nada, ya no sentía nada...

Desconocido-. ¡ALEJENSE DE ELLA! – una voz apareció en el bosque, llamando la atención de todos.

Mirando a los lados, pues no parecía nadie, la voz que sonó era tan fuerte, que causo que pararan, pero teniendo aun miedo, no se separaban de Mabel, una chica solo lo ignoro, y siguió con otra cortada más en la piel de la estrella.

Desconocido-. ¡PAREN! – de nuevo esa voz...

Los chicos se pararon y miraron a los lados, pero de nuevo nadie miraba nada, hasta que de repente la tierra empezó a moverse, por si sola, todos querían correr, pero el miedo los tenía paralizados que era imposible moverse, hasta que la estatua de Bill...

Empezaba a romperse.

Se ilumino de fuego azul, que hizo que cada uno de los chicos que estaban ahí, salieran volando lejos de la estrella fugaz, aun paralizados del miedo, sabiendo que el demonio había regresado, pero estaba más enojado, quebrándose por fin la estatua, que causó un gran estallido, que la única que no salió tan lastimada de eso era la estrella.

Ya que estaba siendo protegida por alguien, un traje elegante estaba cubriendo en cuerpo de la chica, y unos brazos estaban abrazando con tanto cariño, unos ojos amarillos miraban con tanto enojo a aquellos chicos y una sonrisa poso en sus mejillas.

Bill-. Ustedes pagaran por lo que le hicieron a mi Estrella Fugaz...

Mi Demonio Fiel (Mabill)Where stories live. Discover now