Capitulo 5 (Enfrentamiento)

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David y sus hombres conducían mientras patrullaban las calles de la ciudad en busca de alguna pista del paradero de los repartidores de muerte. Tras una hora de patrullar recibieron una llamada de la casa de seguridad.

"Señor me escucha" Dijo uno de sus hombres desde el comunicador

"Te escucho.  ¿Qué ocurre?" respondió David

"Señor, detectamos mucha actividad policial y de civiles en el centro de la ciudad, cerca de la Plaza vieja"

Al poco tiempo comenzaron a escucharse sirenas de policías y de ambulancias que se dirigían hacia allá.

"Recibido, vamos en ruta" Respondió David mientras sus hombres se dirigían hacia el lugar.





David y su grupo se encontraban en el tejado de un edificio mientras veían a un gran numero de personas y policías reunidos en la plaza de la ciudad, todo parecía indicar que habían asesinado a alguien.

"Fueron los lycans, estoy seguro" Dijo uno de sus hombres.

Algo no cuadraba en la mente de David. Los Lycans eran propensos a la violencia, eso era bien sabido, pero... que razón había para matar a una persona a la azar en plena plaza a la vista de miles de espectadores. No tenia sentido.

En ese momento algo extraño paso. El localizador de uno de los repartidores de muerte perdidos comenzó a emitir una señal. La señal emitida era débil pero rastreable.

"¿Pueden localizar su posición?" pregunto David a uno de sus hombres.

"Tratare de triangular su ubicación señor".

Después de un largo rato al fin dieron con la localización. La señal estaba siendo emitida de un Bar no muy lejos de hay, cerca de la avenida 3-95.

No les llevo menos de diez minutos llegar al lugar. No era un bar llamativo ni tenia nada que lo hiciera especial, solamente era otra cantina de borrachos mas del montón.

"Establezca un perímetro alrededor del bar" dijo David. "Tu entraras conmigo" señalo a uno de sus hombres.

"Si señor" 


Al entrar al lugar no vieron nada fuera de lo común. Solamente se encontraban las típicas personas pasando un rato libre de sus vidas cotidianas, se veían los típicos borrachos de turno toqueteando a las camareras que solo trataban de cumplir su trabajo y poco mas.

David caminaba por el bar pasando entre los borracho, hasta que su atención se enfoco en un hombre de mediana edad sentado en el fondo del bar, en una mesa sola y oscura.

Se acerco con cautela y le hizo una seña a su subordinado para que esperara cerca en caso de necesitar apoyo. David camino hacia la ultima mesa, mientras que avanzaba no pudo evitar sentir que el ambiente se ponía pesado, sintió una extraña vibración en los huesos, como si aquel hombre que se encontraba sentado estuviera emitiendo un aura oscura y siniestra.

Para cuando al fin llego a la mesa el hombre alzo la mirada de su vaso para verlo, el desconocido le mostro una sonrisa dejando en evidencia sus dientes amarillos y podridos y sus ojos reflejaban una capa siniestra y fría.

"Creo que esto le pertenece" dijo el Hombre acercando a la mesa el localizaron de uno de los repartidores de muerte.

"¿De donde sacaste esto?" Pregunto.

"Eso ya no importa, ellos cumplieron su cometido" Dijo el hombre mientras se levantaba. "Ellos me dijeron que vendrían, pero la verdad... no pensé que tardarían tanto"

"No repetiré la pregunta" dijo David mostrando sus ojos azules por la sepa Corvinus. "¿De donde sacaste esto, y donde están mis hombres?"

"Ellos ya no son tus hombres" dijo el desconocido mientras sus labios se curvaban. "Ahora sirven al Azote. Y pronto todos servirán"

La tranquilidad del bar, se vio interrumpida por estruendos de explosiones, parecía ser un ataque terrorista, uno tras otro, en cada punto de la ciudad. David pego el brinco de donde estaba, escuchando el caos de la ciudad, alarmas, sirenas, se asomo por una venta tan solo para ver llamas por todos lados.

"¿Que demonios esta pasando?" pregunto al desconocido.

El hombre le sonrió con malicia. "No reconoces una guerra cuando la ves"






Un nuevo comienzoWhere stories live. Discover now