Capítulo 24 (Batalla por Hyjal)

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Hubo un "zumbido" desde arriba y Selene miro a su derecha para ver la primera de las armas de asedio disparando desde la torre izquierda. Grandes proyectiles en llamas volaron por encima de sus cabezas y ella siguió su camino con la mirada hasta que se estrellaron contra el suelo. Por un momento, las sombras de los demonios y los muertos se iluminaron, como por un relámpago. Y selene sintió que un escalofrió la recorría. Había tantos. La mayoría de los muertos alguna vez fueron humanos, pero Selene estaba segura de haber visto la sombra de otros seres gigantes. Y las sombras de otras criaturas inhumanas también. No tenía suficiente munición para todos ellos.

Los lacayos de la Legión Ardiente no se movieron durante un largo momento. Se pusieron de pie y soportaron el abuso de la llama y la roca, quietos y sin miedo. Después de todo, ¿Por qué los muertos y los demonios deberían tener miedo? Abajo, frente a la puerta norte, Selene pudo ver a los soldados moviéndose nerviosamente. Algunos de ellos eran habitantes elfos del mismo árbol. Otros eran Vampiros. Algunos eran Humanos, otros Lycans, enanos y gnomos. Y todos y cada uno tenía miedo de la muerte y de los demonios que la traían.

"Espera", dijo alguien y los proyectiles se detuvieron. Durante un largo momento, un silencio sepulcral cayó sobre la fortaleza y toda la tierra a su alrededor. Entonces Selene observo a sus enemigos moverse. Avanzaban, y tampoco a paso lento. Una carrera. Estaban corriendo hacia las paredes.

"¡Enciende la trinchera!" alguien ordeno a su derecha.

"Enciende la trinchera" grito por instinto, haciendo eco de la orden. Y los soldados se apresuraron a cumplir sus órdenes.

Abajo, la puerta se abrió y Selene miro por encima del borde para ver a los magos del Kirin Tor saliendo de la seguridad de las paredes. Podía decir que eran ellos sin ver sus rostros. Los soldados se pusieron de pie para defenderlos mientras cruzaban hacia la primera trinchera.

"Espero que sepan lo que hacen" dijo Selene

Selene observo con los ojos muy abiertos como los demonios y los muertos se acercaban más y más, prácticamente corriendo unos sobre otros para alcanzarlos. Pero entonces, de repente, algo chisporroteo. La trinchera estallo en llamas, partiendo de las manos de los magos y extendiéndose por el resto de la trinchera. Selene observo con asombro como el fuego se extendía por todo el torreón, formando una barrera protectora que detuvo a los demonios en seco.

El ejercito que se acercaba se detuvo al ver el fuego, derrapando hasta detenerse. De inmediato dejaron de gruñir y morder. En cambio, se alinearon tranquilamente más allá de las llamas, como si hubieran olvidado su sed de sangre en un instante. Iluminados por la trinchera, eran realmente horribles. Algunos tenían la mayor parte de sus caras intactas con solo heridas perdidas. A otros les arrancaron la carne, dejando al descubierto los huesos de la mandíbula y las cuencas de los ojos. Algunos eran poco más que esqueletos, y apenas se mantenían de pie. Pero todos tenían la misma mirada aterradora y muerta que hizo temblar a los defensores del árbol.

Mas allá del fuego los muertos vivientes se movieron en silencio. Algunos castañetearon los dientes o soltaron un grito gutural. Pero ninguno trato de eludir el fuego.

"Veamos cuanto tiempo nos gana eso" Murmuro Marwyn

"Tenemos al menos dos trincheras" dijo Falric. "Muchas defensas"

"Si, pero si descubren como pasar una trinchera, la segunda no será un problema" dijo Selene, cambiando el agarre de sus pistolas. Tuvo la tentación de disparar a los espectros de la parte delantera solo para reducir su número, pero no era prudente desperdiciar balas. Mejor guardarlos para los caballeros de la oscuridad. Hablando de eso... todavía no había visto un caballero de la muerte. ¿La Plaga acaso no pensaba usarlos en esta batalla?

Un nuevo comienzoWhere stories live. Discover now