Cap 22: La nota.

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—¿Estás bien?— me preguntó

—Sí, no te preocupes.

—¿Segura? ¿No te duele nada?

—Estoy bien, sólo quiero ir al baño.

—Yo te ayudo.

Me senté en la orilla de la cama, él me ayudó a ponerme de pié, me sentía débil, los huesos me dolían un poco, y miraba un poco distorsionado, agarré mi suero y él me ayudó a llegar a la puerta del baño.

—Está bien, puedo sola.

—Te puedes caer ahí dentro, necesitas que alguien te cuide.

—Puedes cuidarme desde aquí afuera.

—Es peligroso que entres sola.

—No pensarás entrar al baño conmigo ¿o sí?

—Prometo no mirar.

—Puedo sola, en serio, no me pasará nada.

—Está bien, pero si necesitas algo me dices.

—Sí.

Abrí la puerta y entré al pequeño baño, dejé el suero colgado.

—¿Necesitas algo?— pregunta Yoongi desde afuera.

—No.— respondí.

Segundos después ya me encontraba jalando la palanca del inodoro fue todo un reto levantarme de éste, caminé hasta el lavabo, cuando me miré en el espejo pegué un pequeño grito ahogado.

—¿Que sucede? ¿Estás bien? ¿Quieres que entre?— dijo preocupado.

—No, no, todo está bien, sólo era una cucaracha— mentí.

Las cucarachas ni siquiera me dan miedo.

—¿Segura?

—Sí, no te preocupes.

—Ok, aquí sigo afuera, por si necesitas ayuda.

—Lo sé, gracias.

Me miré nuevamente en el espejo, mi rostro, estaba lleno de heridas y golpes, mi cabello se mira seco al igual que mis labios, no lo puedo creer, me veo fatal, mis mejillas ni siquiera tienen color, me lavé las manos y salí del baño, Yoongi seguía pegado a la puerta esperando que saliera.

—¿Todo bien?

—Sí, fue toda una aventura entrar al baño.

Llegué de vuelta a la camilla Yoongi se acostó en el sillón, pronto me quedé nuevamente dormida.
no sé por cuanto tiempo dormí pero cuando desperté Yoongi no estaba, y esta vez estoy segura que no es un mal sueño, el sonido de la puerta llamó mi atención, la vicepresidenta Tiana entró con un ramo de rosas blancas en sus manos, traía un vestido rojo que le cubría las rodillas y un saco negro.

Llegó hasta donde yo estaba.

—Sigues viva— su tono sonó como si eso no había sido una buena noticia para ella— Veo que tienes más vidas que un gato.

—¿Eso es malo? Tendrás mucho de mi por un buen rato.

—¿Ya tienen alguna pista de la persona que quiso asesinarte?— preguntó.

—¿Como sabes que alguien trató de matarme?

—Escuché unos rumores en la oficina.

Casi le creo por un segundo, con su sonrisa de yo no mato ni a una mosca, la plática es interrumpida por unos gritos que provienen del otro lado de la puerta, la vicepresidenta la abre, dos hombres sostienen a Karla de los brazos y ella intenta zafarse.

Don't Leave Me / YoongiWhere stories live. Discover now