Capítulo 12

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Regresar al trabajo fue difícil para mí, estar estos días con Scott en casa fueron como estar en una burbuja de felicidad.

Después de decirle que confiaría en él, decidí dejar de pensar en lo que estaba mal en esto, necesitaba tener esperanza de que las cosas entre nosotros funcionarían.

Él fue perfecto en estos días y reventar nuestra burbuja me tenía asustada, estaba Larissa... Kendall y Scott el actor, el que fingía ser frente a todos, tantos factores externos que ensombrecerían los días que pasamos juntos solos en casa. Pero debía ser valiente y tener fe en que todo resultaría para nosotros.

Estaba viendo a Scott grabar una escena mientras reorganizaba algunas citas de la semana que estuvimos fuera, cuando sentí a alguien sentarse junto a mí.

-Hola Alina- me dijo Peter, sentándose en una de las sillas junto a mí.

-Hola- salude sonriéndole, aunque había tratado poco con Peter, note que es un tipo simpático, y lo compadecía por la jefa que tenía.

-Estuviste desaparecida, aquí todo el mundo estaba empezando a enloquecer sin el señor Estrella de Cine- dijo bromeando, yo reí.

-Sí, Scott estuvo enfermo por un tiempo, pero ya está mejor- dije, señalándolo. Él lo miro de reojo, sonriendo.

-Lo pude notar, ya es otra vez el señor Estrella de Cine, me hubiese gustado verlo enfermo de gripe como todo un mortal, eso hubiese ayudado a mi autoestima- bromeo, solté una carcajada. Aunque él no sabía la verdad, su perspectiva de él era bastante graciosa- tu ¿cómo estás? - me pregunto.

-Bien, un poco agobiada, poniéndome al día- respondí alzando el iPad.

-Me lo imaginaba, primero reorganizar toda una semana porque tu jefe se enferma y aparte tener que despejar un poco lo agenda para la visita de su esposa la siguiente semana, así es este trabajo es de locos, lo creen a uno mago...- siguió hablando en tono burla y reproche, pero ya no escuche más, la sonrisa desapareció de mi rostro cuando menciono a la esposa de Scott. Era cierto, lo había olvidado, Kendall estaría aquí la siguiente semana – hola.... Tierra llamando a Alina- dijo Peter, moviendo su mano frente a mi rostro.

-Lo siento, había olvidado que la Sra. Maxwell estaría aquí la siguiente semana, y no he estado organizando bien la agenda- explique tratando de aparentar seguridad.

-Mi jefa no para de hablar sobre eso, al parecer es el cumpleaños de una de las amigas de la esposa de tu jefe, y la han invitado también a mi jefa, pero la llegada de Kendall no hace muy feliz a Larissa está más insoportable que nunca- contó, no era a la única que no hacia feliz.

-¡Lina!- llamó Scott, yo asentí hacia Peter antes de alejarme.

Caminé hacia Scott que estaba caminando hacia mí, nos encontramos a medio camino, le extendí una botella de agua que tenía en mi mano, el la tomo rozando mis dedos sutilmente.

-¿Estas bien?- pregunto, asentí-Te vi muy entretenida, riéndote con el asistente de Larissa- me encogí de hombros, la verdad no tenía ánimo para enfrentarme a sus estúpidos celos, cuando aún no podía sacarme de la cabeza a Kendall-¿Ocurre algo?- pregunto.

-No- respondí, justo antes de que lo llamaran a seguir grabando, me miro inquieto- ve tranquilo- le sonreí, el asintió algo dudoso.

Volví a mi puesto anterior, pero Peter ya no estaba, no continúe agendando nada, era inútil, Kendall estaría aquí la siguiente semana y probablemente pasaría mucho tiempo con Scott, era ilógico reorganizar citas que a la final no se darían.

Para cuando Scott termino de grabar y entramos en el Camerino, yo ya me encontraba bastante alicaída, la burbuja en la que estuve la semana pasada había explotado del todo.

Scott cerró la puerta tras de él y me halo a sus brazos, depositando un hambriento beso en mis labios.

-No sabes cuánto deseaba hacer esto- dijo contra mis labios, antes de darme otro embriagador beso, nos separamos jadeantes.

-Debes cambiarte para la reunión con el director de la que puede ser tu próxima película- le recordé, el suspiro soltándome. Lo vi alejarse a donde su ropa estaba colgada.

-Scott...- dije, el regreso su mirada a mí- mmm... Kendall estará aquí la próxima semana- el palideció, supuse que tampoco lo había recordado- yo me preguntaba si querías que despeje tu agenda o la coordine con su asistente- intente sonar segura y confiada, se supone que confiaba en él acerca de su extraña relación con su esposa. Pero.... No era cierto. Me sentía insegura con ella viniendo aquí.

-Lina....- se acercó a mí, yo mire el iPad que había sacado, esta situación era más que humillante, pero yo la había aceptado- no tienes que preocuparte por ella- dijo sentándose junto a mí al sofá- estará aquí un par de días para la fiesta de cumpleaños de su mejor amiga y una entrevista en un programa de televisión en la mañana y se ira- no alce mi vista a el.

-Entonces agendo la fiesta de cumpleaños de la amiga, supongo- señale, agregándola a las notas de mis pendientes. El me quito el iPad de las manos. Lo mire.

-Line necesito que confíes en mi con esto, Kendall y yo no tenemos.... no.... Somos.... Algo de lo que imaginas, solo confía en mí, ¿Si? - me miró fijamente esperando mi respuesta, asentí.

-¿Me contaras algún día?- me atreví a preguntar

-Lo hare, así como tú me contaras cuando estés lista- dijo seguro, antes de depositar un corto beso en mis labios y alejarse al armario nuevamente.

El resto de la semana paso volando, entre las citas pendientes y las largas horas de grabación, pasábamos poco tiempo en casa, a veces me dormía en el camerino esperando a Scott. Porque las largas horas de grabación eran demasiado para mí.

Scott en cambio estaba agotado, pero con energía, no podía explicarlo, muchas veces pensé que ser actor no debería ser considerado un trabajo, pero luego de esto, cambie de pensamiento, no tenían horario, tenían que estudiar sus libretos gran parte del día, solo para que muchas veces el guionista o el director le cambiaran líneas, en plena grabación. Aparte de eso estaba el entrenamiento físico.

Scott se levantaba 4 veces a la semana temprano a realizar una rutina de ejercicio de 2 horas, a pesar de que ya realizaba una rutina de ejercicio de 3 horas en la tarde. Solo con ver la cantidad de ejercicio que realizaba ya me sentía agotada.

Y luego estaba la presión social, a donde fuera Scott era casi seguro que había un paparazzi siguiéndolo, los fans se le acercaban en la calle y el pesar de dormir 3 horas era capaz de actuar amable y tranquilo con ellos.

Aunque no era un trabajo que me agradara, aprendía a respetarlo.

Estábamos viernes y de aquí no habría grabaciones hasta el lunes, por lo que tendríamos unos días ligeros, mis planes eran dormir, os de Scott más ejercicio.

Kendall llegaría el martes, con un poco de suerte y organización se iría el miércoles.

Sonreí pensando en la sorpresa que le tenía preparada a Scott esa noche, quería que disfrutáramos de un momento agradable después de correr de aquí para allá estos días.

Entre al camerino a recoger unos papeles y ordenar un poco, aprovechando que Scott estaba terminando de grabar, pero jadee asustada al encontrarme con alguien sentado en el sofá.

- ¿Tú quién eres? - me pregunto de manera acusadora.

- Yo...yo...- respondí tartamudeando. Cuando la puerta se volvió a abrir. Me gire para ver a Scott tan sorprendido como yo.

-¿Kendall?- dijo aturdido.

-¡Sorpresa!- chillo ella lazándose a sus brazos, sin importarle que tuviera audiencia trepo en el envolviendo sus brazos en su cuello y sus piernas en su cintura y es que es tan alta y esbelta que podía permitírselo sin mucho esfuerzo- Cariño, te echaba tanto de menos que decidí adelantar mis días en California para pasar más tiempo contigo- y sin más le estampo un beso en los labios. Confía en mí, ni mierda. Las cosas entre Kendall y yo no son como lo imaginas, sí seguro.

Scott era un mentiroso y yo una estúpida. Lo estaba viendo con mis propios ojos.

Tome el bolso de la repisa donde lo había dejado esa mañana.

-Disculpen- dije antes de empujar a Scott y salir de ahí. Necesitaba salir de allí, ¡ya!.

Nada dura para siempreWhere stories live. Discover now