Capítulo 10

1.2K 98 6
                                    


Me removí incomoda, sentía que mi cabeza iba a estallar, gemí mientras halaba la cobija para taparme hasta la cabeza, y entonces por fin me di cuenta de que sentía peso cruzando sobre mi cintura y mis piernas. Entonces me recordé teniendo un ataque de pánico, recordé a Scott amenazándome y luego consolándome, tratando de ayudarme, tranquilizándome. ¡Dios! Podía escuchar a Scott removerse despertando, aproveche para levantarme. Pero me mareé y caí al suelo. Escuche a Scott maldecir mientras bajaba de la cama, y me ayudaba a levantarme.

-¿Estas bien? - me pregunto su mano envolviendo mi cintura, aun me sentía renuente a su cercanía, podía verlo frente a mí en el sofá amenazándome, intente apartarme, pero él me sostuvo.

-Lo siento nena, lo siento tanto, no quería lastimarte, solo estaba asustado de que no me des ninguna oportunidad antes de cerrarte a mí, jamás lo habría hecho- dijo envolviéndome en un abrazo, su voz sonaba sincera y asustada, y lo entendía, había visto como actuaba V después de verme tener un ataque de pánico. Inmediatamente me sentí culpable, él no tenía que verme así jamás, se suponía que ya lo tenía controlado. Que ya no tenía ataques de pánico o ansiedad. Lo dejé arrastrarme de vuelta a la cama, sentí el suave algodón de las cobijas acariciar mis rodillas y entonces me di cuenta de que solo llevaba una de las camisas de Scott.

-¿Y mi ropa? - pregunte en un susurro con voz ronca, mi garganta ardía, Scott se apartó para mirarme.

-Ayer tuve que meterte en la ducha con todo y ropa- se estremece mientras recuerda lo sucedido, yo bajo mi mirada a su torso.

-Lo siento- susurre. El me apretó contra su pecho nuevamente.

-No. Estaba tan asustado, no sabía qué hacer, pensé que te estaba perdiendo, no podía traerte de vuelta y luego empezaste a ahogarte, si no hubieses reaccionado con el agua fría no sé qué habría hecho- su voz hace que mi corazón se estruje –Yo te provoque eso ¿verdad? - pregunta, puedo sentir su respiración en mi cabello.

-Sí- susurro, y meto mi cabeza en su cuello, intentando absorber su aroma.

-Siento haberme comportado como imbécil, fue porque te amenace ¿verdad? Ese fue el detonante - yo me tenso, no estoy lista para hablar de esto con él, así que solo asiento. El suspira, supongo que esperaba que le dijera por qué. Entierra su rostro en mi cabello antes de depositar un beso en mi frente – Nunca lo volveré a hacer lo prometo- y me siento segura en sus brazos, creo en él. Y no quiero pensar en nada más por el momento. Mi cabeza aún se encuentra latiendo, tengo migraña, este es el efecto colateral de los ataques. Gimo.

-¿Qué ocurre? - pregunta preocupado.

-Me duele la cabeza- respondo encogiéndome entre sus brazos.

-Llamare al doctor- me dice, pero niego con la cabeza no quiero ver a nadie no en este momento.

-Solo quiero una pastilla por favor- mi voz suena extraña y mi garganta destrozada arde con cada palabra. El besa mi frente antes de apartarse. Lo veo entrar en el baño. Al poco tiempo regresa con una caja en sus manos y un vaso de agua. Me insta a tomar la pastilla y se acuesta junto a mi nuevamente, esta vez yo me acurro junto a él y paso mi mano por su cintura. Mi dolor de cabeza va desapareciendo poco a poco y me duermo otra vez.

Cuando me despierto estoy sola en la cama, puedo escuchar a Scott en el baño, me quedo dormitando hasta que escucho un teléfono sonar, y Scott sale con una toalla alrededor de su cintura. Me mira y me guiña un ojo antes de contestar.

-Dean lo siento... amigo estoy...enfermo- dice mientras tose entre párrafos, su voz suena ronca – gripe.... Es mejor... cancelar esta semana- escucha como Dean le dice algo y él tose entre ratos – Si ya vi a un doctor. Si algo cambia.... Te llamare- y cuelga. Yo lo miro boquiabierta.

Nada dura para siempreWhere stories live. Discover now