Capitulo 38 - Se Acabó

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Lo miré detalladamente en silencio, dando vueltas frente él, observando como hacia el intento por liberarse, pero no podía y su herida tampoco hacia las cosas simples para él, solo me hacia a mi todo mas fácil al perder poco a poco la única energía que le quedaba.

-L: No sirve de nada que intentes liberarte, es inútil y de todas formas vas a morir por esa herida que no será tratada, aunque ¿porque darte una muerte sencilla si puedo hacerte sufrir así como tu lo hiciste con mi amiga?

Eso definitivamente lo alteró aún mas, y yo solo podía verlo, para después, golpearlo en el rostro, lo que lo aturdió un poco y me dio la oportunidad de tomar el hacha que traía el tipo colgando en el cinturón.

-L: ¿Te parece si vemos lo que ésta belleza puede hacer?

No perdí tiempo, ya que de inmediato, observé detenidamente el filo del hacha y tras sonreír, ésta fue a parar a su pierna, cortando, él gritaba a pesar de la cinta en su boca y yo no me detuve.

Cortaba con tanta rabia, primero una pierna, luego otra, a eso le siguió un brazo y ya el tipo medio moribundo todavía tenia fuerzas para quejarse, sin embargo, todo finalmente terminó cuando, después de cortar su ultima extremidad, el hacha fue directo a su cuello, que por tener tanta fuerza y filo, fue un corte limpio, degollándolo sin demora.

Una vez que terminé, aventé el hacha contra el suelo, y jadee pesadamente, en el momento, luego de recuperarme un poco, limpié mi rostro de la sangre que me había salpicado y sin perder mas tiempo, salí de aquella habitación.

Observé el lugar donde estaba con cuidado, y tras asegurarme de que no había nadie mas, continué con mi recorrido.

No pasó mucho cuando por fin encontré el pasillo por donde había pasado antes, donde estaba la puerta de la habitación de Camila, así que con la adrenalina recorriendo mi cuerpo, corrí a toda velocidad a dicha puerta y en un esfuerzo por escuchar, puse mi oído en la puerta, pero no había sonido alguno, aunque aun así, opté por mantener la boca cerrada y solo comenzar a buscar en el juego de llaves que traía conmigo, hasta que di con la correcta y abrí la puerta.

En el segundo en que ésta fue abierta, mi vista se fijó en Camila, sentada en una esquina de aquel cuarto, con las rodillas flexionabas chocando contra su pecho y sus brazos las rodeaban, ademas, traía un bisturí en una de sus manos y a su lado, un cuerpo inerte.

Corrí todo lo que pude, llegué a ella y me arrodillé enfrente, Camila me notó y la abracé fuertemente, muy agradecida de que parecía estar sana y salva, estaba ilesa.

-L: Camila, mi vida... Estas bien, tu... Tu estás bien...

No pude evitar que mi voz sonara quebrada, pero estaba tan feliz de que ella había sobrevivido a esto, y ahora, solo debíamos largarnos de este jodido lugar.

-C: (Me miró) ¿Como... como me encontraste? ¿Donde están las demás? ¿Donde está Axel?... ¿Que te hicieron a ti, Lauren? ¿Porque estas bañada en sangre?

Ella estaba teniendo un ataque de pánico, al preguntar todo eso con rapidez y sin tomar aire, alterándose notablemente, por lo que solo la abracé nuevamente en un intento por hacer que se tranquilizara.

-L: Calma, amor, respira... (Suspiré) Yo estoy bien, es decir, técnicamente lo estoy. La psicópata que dirige esto me atravesó la mano con un cuchillo, estuve encerrada en una fosa con andantes pero no me hicieron daño, la sangre que tengo no toda es mía, es de cuatro de estos locos que ya maté... (Miré al sujeto al lado) Así como tu lo hiciste con éste tipo ¿que pasó?

Camila solo suspiró y tras observar el cadáver que yacía en el suelo y también el bisturí que aún sujetaba de manera ferviente en una de sus manos, negó, soltó el objeto corto-punzante y respiró profundamente.

En el camino (Camren) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora