Capitulo 60

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Christopher bajó las escaleras con una sonrisa en el rostro. Caminó por el pasillo para llegar al salón donde estaba el comedor, quería hablar un poco con Octavio antes de que las muchas personas que vivían ahí pudieran escucharlos.

Y después de haber ido tantas veces a su casa, conocía su rutina perfectamente. Tal y como lo esperaba, Octavio estaba sentado, leyendo un periódico, en la cabecera de un comedor para 20 personas. Al escuchar entrar a Chris lo dobló y lo dejó sobre la mesa.

- Espero que no vengas a reclamarme que no vas a dormir con tu novia - le dijo Octavio.

- No, no es nada de eso. Quiero un consejo.

- ¿Hablas en serio? Pensé que no te gustaba que te aconsejaran.

- Pero esta vez sí que lo necesito. - Tomó aire para hacer una pausa. - Dulce no sólo es mi novia, antes de que lo fuera ella era... mi cliente, todavía es mi cliente.

- ¡Tienes una relación con uno de tus clientes? - le preguntó Octavio repentinamente sorprendido y enojado - Eso no es ético, Christopher. ¿La quieres perjudicar o qué? No puedes tener una relación con ella y ser su abogado. - Antes de que Chris puediera hacer la pregunta, Octavio la contestó. - Porque te afecta el juicio, puedes tomar decisiones incorrectas, eso si no lo has hecho ya. ¿Acaso no aprendiste nada mientras eras mi pasante?

- Lo sé. No vine aquí para que me dieras un regaño como si fuera un niño, vengo por un consejo.

- ¿Alfonso no te dijo algo cuando empezaste a salir con ella?

- Él no lo sabe.

- Rompes con los códigos éticos profesionales y le mientes a tu socio, esa muchacha está empezando a caer de mi devoción.

- Parece que no me oiste cuando te dije que no quiero una reprimenda.

- Bien, qué consejo quieres.

- Dulce me contraró por el robo de unos cuadros que ella pintó...

- Mmmm... artista... esa chica me sorprende a cada momento.

- ... en este momento Alfonso está de luna de miel con Annie...

- Así que al fin se casaron esos dos, sabía que iban a terminar juntos.

- ... tenemos una audincia con el juez en 10 días, para demostrar que a Dulce le robaron los cuadros, si todo sale bien el asunto debería estar sanjado para cuando Alfonso regrese.

- ¿Y cuál es el problema?

- ¿Cómo se lo voy a decir a Alfonso? Es mi socio y sé que se va a enojar muchisimo por esto, pero también es mi amigo y no le he hablado de Dulce. Lo peor es que todo el mundo lo sabe menos él, hasta Annie.

- Puedes terminar con ella antes de que él regrese...

- El problema es que yo no quiero terminar con Dulce.

Se hizo un completo silencio. Se observaron mutuamente. Ambos reflexionando sobre las palabra que Chris acababa de decir.

- ¿Y qué tal si ella quiere terminar contigo después de que soluciones el problema de sus cuadros? A lo mejor sólo está contigo porque no tiene el dinero para pagar tus servicios.

Esa una posibilidad que Chris no había considerado, completamente factible. Sin embargo no dudó ni tardó en contestar: No, ella quiere estar conmigo, lo sé. Lo siento.

El silencio volvió a reinar entre ellos. Después de unos minutos Octavio volvió a hablar.

- Estás enamorado. Supongo que más de alguno te lo ha dicho.

- Sí, me lo han dicho. Entonces qué me dices, tú qué harías.

- Pues, si es tu amigo va a terminar por aceptarlo. Aunque como tu socio se podría enfadar más. Es como yo. Como tu maestro me parece desepcionante que te involucres de una manera así con algún cliente, pero como tu amigo me parece maravilloso que hayas encontrado a Dulce.

La cena fue tranquila. Chris no le había mentido cuando dijo que en esa casa había muchas personas. En el comedor para 20 personas estaban sentadas 17, incluidos ellos dos.

Al parecer todos en esa mesa se conocían. Y una vez más Dulce sentía que no encajaba en los ambientes de Chris.

Al terminar la cena, todos se retiraron a sus habitaciones. Chris le dijo que era una constumbre por el trabajo que hacían durante el día, pero que podían ir a caminar o hacer lo que ella quisiera.

Y terminaron optando por ir a sus habitaciones cada uno.

Dulce fue a su balcón a ver el mar. Esperaba que Chris fuera a su habitación. Aunque bien sabía que tenían ideas diferentes de que iban a hacer.

Pero cuando miró el reloj se dio cuenta de que habían pasado 45 minutos desde que cada quien fue a su cuarto, y él aún no iba a verla. Pénsó que tal vez ya que estaban en cuartos separados no considero la idea de ir a su habitación de noche. Según había escuchdado a Octavio, no era correcto.

Así que decidió ir ella al cuarto de Chris. En cuanto abrió su puerta escucho unas risas, se escuchaban cerca. Al acercarse a la puerta de Chris supo de que lugar provenían las risas: de la habitación a la que se dirigían. Su corazón se desbocó, reconoció la risa de Chris, pero había una risa más, la risa de una mujer.

Tocó la puerta. Las risas pararon inmeditamente. Al abrir la puerta la sonrisa de borró del rostro de Chris. Dulce miró la habitación. Se encontró con una mujer sentada en la cama, y ella no se veía muy contenta de que Dulce los hubiera interrumpido.

Seduciendo A Un CaballeroWhere stories live. Discover now