Capitulo 29

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- ¿Estás bien? - Dijo Dulce, después de su largo y apasionado beso, se habían separado y tomaban un poco de distancia -. Te notó un poco alterado.

- Necesito hablar contigo - dijo muy serio -, teneos que aclarar esto.

- ¿Aclarar qué? - preguntó ella.

- Esto... - dijo señalandolos a ambos - tu... yo... nosotros.

- ¿Y qué es lo que hay que aclarar? - volvió a preguntar.

- Tú y yo no podemos tener nada... creo que lo mejor sería terminar con todo.

- ¿Terminar qué? - Dulce no sabía porque sus palabras la habían herido, pero lo habían heho. Así que trató de comportarse como si todo le fuera indiferente -. Yo no te estoy pidiendo nada, Chris.

- Pero yo no me siento agusto en esta situación. Mi ética profesional me impide tener una relación contigo.

- Yo no quiero una relación, Chris - se empezó a preguntar de donde demonios habían salido esas palabras.

- ¿Y entonces qué es esto? ¿Sexo sin compromiso?

- Pues... sí - contestó ella -, si lo quieres ver así, eso es.

Él se acercó rápidamente hacia ella. - Yo no quiero que sea así - y la tomó de las manos.

- Tú mismo acabas de decir que no podemos tener una relación -. Dulce necesitaba pensar bien las cosas, porque empezaba a dudar de lo que quería y lo que no quería.

- Lo que no puedo hacer - enmarcó su rostro entre sus manos - es admitirlo en público.

- No me importa - dijo ella acercando su rostro al de Chris.

Él le dio un tierno y breve beso en los labios.

 - ¿Nadie más? - preguntó Chris con la boca pegada a la de Dulce.

- No - convino ella -, nadie más - y se volvieron a besar.

- Sólo tu y yo - dijo él recargando su frente contra la de ella y mirandola a los ojos. Dulce sabía que eso quería decir que no tendría que ver a otro hombre más que a él; y que era una promesa de que él tampoco vería a otra mujer.

- Sólo tu y yo - repitió ella. Después de eso nuevamente fundieron sus bocas en un arrebatador beso de pasión, y a Chris no le tomó mucho tiempo deshacerse de la pijama de Dulce.

De un momento a otro, ya la tenía recostada contra en el sillón. Él estaba encima de ella cubriendola con su cuerpo, y Dulce lo sujetaba por las solapas del saco para evitar que se alejara de ella.

Lentamente y como si tuvieran todo el tiempo del mundo, le quitó el sacó, le quitó la corbata y le sacó la camisa. Las manos de Chris iban recorriendo por completo el cuerpo de Dulce, y su boca iba trazando un camino de besos que iba desde su boca, pasando por su senos donde se demoró un buen rato llenandose de sus pezones, chupándolos hasta dejarlos lo más sencible que se podía, siguiendo por su suave y plano abdomen, depositó un beso en su ombligo y siguió su camino hasta llegar a su feminidad que estaba húmeda y caliente, esperando para recibirlo.

Al sentir que la besaba Dulce se arqueó de placer e instintivamente abrió más las piernas para darle mejor acceso a su centro. Chris la besó por todas partes, y clavó su lengua entre los hinchados y sensibles pliegues de su vagina, haciendo que levantara las caderas y gimiera de placer.

En un dos por tres Chris se deshizo de su pantalones. Se sentó en el sillón y jaló a Dulce hacia él para sentarla sobre su regazo y penetrarla por atrás.

Y mientras la embestia con firmeza por detrás, con una de sus manos le acariciaba los senos hambrientos de caricias, con los pezones duros por la exitación y con la otra mano le acarciaba suavidad el clítoris hasta que los dos llegaron a un gran orgasmo.

Seduciendo A Un CaballeroWhere stories live. Discover now