Capitulo 39

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Un gran estruendo proveniente de afuera despertó a Dulce sobre saltandola; y en cuanto abrió los ojos una rafaga de viento hizo que la piel se le pusiera de gallina.

Se acurrucó en la cama buscando calor y fue cuando calló en cuenta: Chris no estaba en la cama. Sobresaltada se incorporó y miró el reloj, eran las 10 de la mañana.

Salió de la cama en busca de una bata para ir a buscar a Chris, solo entonces se dio cuenta de que estaba lloviendo, cuando otro trueno la hizo sobresaltarse.

Decidió mejor ir a bañarse, al fin y al cabo Chris no la iba a abandonar ahí, y aunque lo hicera qué podría pasarle. Media hora más tarde ya cambiada y bañada, mientras se cepillaba el cabello escuchó unos ruidos que provenian de la planta baja.

Se recogió el cabello en una coleta y bajó para ver que era lo que provocaba el ruido.

Toda la casa estaba en completo silencio, a excepción de los ruidos, así que los fue siguiento hasta que llegó a la cocina. Pero estaba completamente vacía cuando entró ahí.

Un trueno más la hizo dar un pequeño brinco, después de eso una risa calida se escuchó detrás de ella.

- No sabía que te daban miedo los truenos - dijo Chris divertido.

- No me dan miedo - le contestó Dulce sonriendole -, pero no me lo esperaba, solo me asustó el sonido tan estrepitoso.

- Bueno, espero que no vayas a brincar cada que escuches un trueno.

- ¿Por qué lo dices?

- Está lloviendo, es una tormenta electrica. Cuando me desperté estaba llovisnando, fui a comprar comida porque aquí no había nada, y en la radio dijeron que había tormenta electrica, y al parecer va a seguir lloviendo todo el día, así que nuestro gran fin de semana se ha arruinado.

- ¿Arruinado? ¿Por qué se arruinó?

- No podemos salir por la lluvia.

- Tampoco es fundamental que vayamos a pasear, podemos pasar aquí el día, solo tu y yo, aquí, solitos... podemos desayunar.

- Eso me parece una gran idea - reflexionó Chris.

- Bien, ¿quieres que te haga unas crepas? - preguntó Dulce.

- Yo... más bien estaba pensando en otra clase de desayuno - dijo Chris abrazandola por la cintura.

- Pero, Chris, me acabo de vestir.

- Sí, y yo te voy a desvestir.

Y no la dejó seguir reclamando. La abrazó más fuerte contra sí y sus labios encontraron los suyos. Después de besarla un rato la levanto en sus brazos y la llevó directo a la cama.

Con mucho cuidado le quitó los jeans que se había puesto. Y besó cada centimetro de sus piernas, desde sus tobillos hasta su cadera. Ahí tomo la punta del sweter y se lo quitó, besando cada centimetro de su calida y tersa piel.

Y no tardó más de diez segundos en deshacerse de su ropa. Se acostó en la cama junto a ella y la volvió a besar. Una de sus manos la recorrio desde su cuello hasta su entrepierna.

Presionó su clitoris y ella se arqueó contra él jadenando. El calor recorrió su cuerpo  y la mojó por completo. Chris empezó a jugar con su clítoris, moviendolo en circulos, a veces suaves y lentos y a veces rápidos y toscos.

Y con cada caricia se ponía más humeda, hasta que ya no pudo soportarlo y se corrió en su mano, su respiración se hizo dificultosa y estalló en un orgasmo.

Apenas se estaba recueperando cuando chris la penetró, la sensibilidad que aún tenía hizo que  sus caderas fueran a su encuentro y que las paredes de su vagina se cerraran al rededor de su miembro pidiendo más.

Embueltos entre las sabanas, Chris sobre ella, la penetraba suavemente, con un ritmo delicioso. Dejaron de pensar, se desconectaron por completo del mundo.

Cuando Chris la embistió por última vez, se tiro sobre ella, ella lo abrazó y se quedaron quitos un rato. Su respiracion pco a poco se fue normalizando.

- Todo debería ser así siempre - dijo Chris.

- ¿Así como? - preguntó Dulce.

- Así de perfecto - y la besó tiernamente.

Seduciendo A Un CaballeroKde žijí příběhy. Začni objevovat