Una Banshee en Nueva Orleans. | » Klaus Mikaelson.

Capítulo nueve: Todo estará bien.

Lydia se encontraba sentada frente a Hayley, Freyah y Eliajh, la pelirroja les estaba explicando como les ha estado mintiendo sobre sus predicciones y que ella realmente predecía la muerte de alguien. Explico sobre sus visiones y como siempre veía a uno de ellos morir, y como sus sueños la llevaban al mismo lugar la gran sala de la casa Mikaelson donde veía perfectamente el diseño de la M y como un espíritu azul iba tras ello.

Lydia se levanto de su asiento asustada al ver a un Klaus muy molesto caminar hacia ella, sintió toda la presión que este puso sobre ella al tomarla por los brazos y empujarla a la pared para luego sostener el cuello de la pelirroja en sus manos y apretarlo con mucha fuerza. Lydia no hizo mas que toser y pedir ayuda cuando sintió la falta de aire en sus pulmones, quería tratar de alejarlo pero le era imposible el tenia el triple de fuerza que ella ha llegado a tener, Hayley se acerco rápidamente a ellos y alejo a Klaus con fuerza sobrenatural lejos de la pelirroja.

—Aléjate de ella Klaus, solo vino a advertirnos.—Hayley expreso con un tono molesto.

—No, no es cierto.—Klaus se recompone y trata de acercarse a ellas— Ella mintió sobre todo, fingió acercarse a nosotros como ayuda cuando no era así, si dice que uno de nosotros morirá que nos asegura que ella no tuvo nada que ver con el secuestro de Hope.

Lydia suspira con frustración.— ¿Estas alucinando? Lo único que he querido hacer es ayudarte sin ningún beneficio, todo lo que he recibido han sido desmayos y traiciones de tu parte. Mentí, si, pero por el bien porque vi como eran ustedes y si decía que algunos de ustedes moriría no sabría de lo que serian capaz.

—Nadie pidió tu ayuda pequeña pelirroja, estábamos bien sin ti.—Le expresa Klaus con una mirada fría en sus ojos.

—Si pues sin mi no hubieran encontrado a Hope.

—Lo hubiéramos hecho con o sin ti, no eres mas que un objeto aquí.

Y eso si que le había dolido a la pelirroja pero ella no sabia aun el porque, si de verdad sentía algo por el o solo era una ilusión del momento que pasaron juntos. La pelirroja sintió su pecho estrujarse y la ira acumulada por lo desconfiado que podría llegar a ser Klaus.

—¡Basta! Parecen dos niños de secundaria peleando, ahora mismo lo importante es salvar a cada miembro de nuestra familia de las garras de ese estúpido espíritu.—Espeta Freya cansada de la situación.

Lydia no encontraba que hacer, se sentía inútil ya que mayoría eran vampiros o brujas y ella solo era una simple humana conectada a la muerte. Sintió la mirada de Klaus sobre ella y por un momento quiso mirarlo para hablar con el pero se contuvo no se iba a dejar llevar y menos después de lo de ayer y hace un momento, cerro sus ojos tratando de buscar una concentración que le faltaba y por alguna razón no encontraba hasta que escucho su voz y abrió los ojos.

—Podrían por favor dejarnos solos, por un momento.

Lydia se encontró extraño que Klaus haya pedido quedarse a solas con ella, mas sin embargo no opino ni se opuso y se digno a ver como los otros tres presentes abandonaban la habitación sin decir una palabra por igual, hasta que Elijah se detuvo.

—Niklaus. Solo no la mates por favor, suficiente tenemos.—Fue lo único que dijo Elijah para salir del lugar.

Lydia trago seco cuando escucho esas palabras salir del original, podría ser fuerte todo lo que ella quiera pero no era inmortal y eso en esta ciudad es un riesgo máximo con vampiros y hombres lobos en cualquier parte. Debía sentirse segura pero era todo lo contrario se sentía en peligro y con toda la adrenalina corriendo por sus venas.

—Entonces...

La pelirroja no sabia que mas decir para interrumpir el silencio incomodo que se estaba ambientando, Klaus pidió un momento a solas pero no se ha dignado en decir ni una palabra desde que los demás dejaron la habitación solo se concentraba en mirar a Lydia como si estuviera planeando asesinarla o bueno así se veía ya que este no tenia ninguna expresión facial solo la miraba con sus ojos penetrantes de color azules verdosos que aun no podía descubrir, sintió un pequeño escalofrió y su piel erizarse al momento en el que el híbrido se acerco a ella y la tomo suavemente por los brazos.